domingo, 29 de noviembre de 2009

Nota de disculpa en un Domingo negro

Hoy he fallado a mis amigos. Especialmente a mi socio de carreras Jan.
Hasta el último momento mantuve la afirmación de “allí nos veremos”, porque hasta el último momento mantuve la esperanza de que así fuera.

Hay imponderables que no se pueden dejar de lado y esta semana que por fin termina, ha estado repleta de ellos. A pesar de todo he sabido mantener el tipo y creo que he hecho lo que tenía que hacer y he estado donde tenía que estar. Nunca se puede tener contentas a todas las partes. Eso es cierto.

El Domingo me amaneció tormentoso y no sólo en el plano climatológico. Anoche ya se dejó anunciar con truenos y relámpagos de fondo que hacían previsible lo que ha terminado pasando. Pero por fortuna también ha terminado de forma favorable. He recibido nuevas lecciones de mi hija Miriam. Esta vez de guitarra. Unas clases con las que todos nos hemos divertido y nos hemos reído mucho. ¡Sólo lleva un mes con ello y vaya dominio que está pillando! Esas risas que nos hemos pegado todos han ayudado a despejar el ambiente tormentoso que reinaba desde última hora de anoche.

Pido disculpas por ello. Jan, procuraré dar la talla en la próxima ocasión. Ya hemos hablado de ello. Y te puedo asegurar que soy más de cumplir mi palabra que de faltar a ella. Lo único que sucede es que a veces los elementos externos pueden más que la voluntad de uno.

Demos paso a la semana que empieza, por favor. Pero no sin antes felicitar a cuantos amigos han participado hoy en distintas competiciones, capeando con alegría – con esa alegría y resignación que nos distingue -. con tormentas de las de verdad y además, exitosamente. Mi doble admiración para todos ellos.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Menos de 150 días para Mapoma y a por Getafe

Querido diario:

Con lo que soy yo para las fechas y las cifras, y ayer no llegué a tiempo de apuntar esto en tus páginas.

Mirad el contador para Mapoma 2010. ¡Menos de 150 días ya! Parece que la velocidad del contador hubiera aumentado por sí sola. Dentro de nada empezarán a ser dos los dígitos que señalen la fecha mágica. Lo mismo que la Navidad, se nos echa encima vertiginosamente. También en poco tiempo estaremos ya con las prisas propias de las fechas y el turrón en la mano.

Muchos kilómetros hechos hasta aquí en los siete meses anteriores, y muchos más los que quedan de aquí en adelante, porque en cosa de un mes más o menos, cuando empiece la preparación específica las tiradas largas y las que no son largas irán en aumento. Todo se andará.

Por eso querido diario, te pido que si hablas con quien has estado hablando hasta ahora contándole mis pasos, quien sea, por favor te pido que le digas que me permita en los cinco meses que restan, seguir con la salud, las fuerzas, la moral y la voluntad con las que he llegado hasta aquí desde Abril del año pasado. No pido más, pero tampoco menos.

Querido diario, te cuento mis últimos entrenos de esta semana:

El de ayer, me confirmó que ni la velocidad ni el pulso lo dan sólo las piernas, sino también la cabeza. Y ayer yo no tenía la cabeza muy en lo que tenía que estar. Llevo una semana bastante complicadita. Me puedo dar con un canto en los dientes por ir cumpliendo día a día con las pautas marcadas por Miguel que no es poco.

El Martes hice 30’ de rodaje que debían ser a <140px’.

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Ahora, querido diario, permíteme agradecer a cuantos han tenido la paciencia de leer la extensa crónica del Cross de Miriam, las palabras de ánimo y aliento que la dirigen. No he dejado de decírselo a Miriam, y como cabe suponer, está entusiasmada y agradecida. Emocionada, diría yo.

Muchas gracias, amigos.

jueves, 26 de noviembre de 2009

III Cross Infantil de Leganés - LA CRÓNICA

MIRIAM
Momentos de hidratación previos a la carrera


LA CRÓNICA

Todo comenzó más o menos un mes antes. Cristina – Coletitas – me sugirió la posibilidad de llevar a Miriam a esta carrera. Fue leer el correo, preguntarle a Miriam y contestarme: ¡¡¡ SIIIII… !!! Más bien fue un grito que una contestación. Así que, dicho y hecho, vía e-mail, la apunté en pocos minutos.

Se pasó toda la última semana repitiéndome los días que faltaban para el Domingo. El entusiasmo la desbordaba. Esto le gusta. Lo sé.

El Domingo yo salía de trabajar de noche. A las 6:30. Me daba tiempo de hacer mis deberes. Tenía que hacer 70’ de rodaje progresivo y los hice, antes de levantarla a ella a eso de las 9:30. Pero no voy a contarlo porque es la crónica de Miriam y no la mía.

Desayunamos juntos dos buenos tazones de Cola Cao con cereales y unas galletas. Por cierto, no hizo falta despertarla. Se levantó ella solita. Así estaba. ¡De los nervios!

Con todo preparado desde la noche anterior según las instrucciones que la di por teléfono, llegamos a Leganés en pocos minutos. El inconveniente vino allí a la hora de aparcar. Acudió más público de lo que esperaban y tuvimos que aparcar bastante lejos del Polideportivo. Contacté con Celina por teléfono porque no veía ni dónde se recogían los dorsales. En unos minutos se reunió con nosotros y nos facilitó las cosas. Luego nos reunimos también con Cristina que al final del espectáculo deportivo haría con su grupo de baile una exhibición de Rock acrobático que dejó a Miriam con la boca abierta. Bueno, a Miriam, a Juan Luis – Yonhey – con quien nos encontramos también, y a todo el público de las gradas. ¡Cristina! ¡Artistaza!

Quedaba el tiempo justo de calentar un poquito y en pocos minutos más empezaría su carrera. Aquí vino la anécdota de la mañana. Si me descuido, Miriam sale en la carrera que no le correspondía. Casi sale con las juveniles. Cuando dijeron por megafonía la distancia que iban a recorrer, 1500 metros, fue cuando me di cuenta. A ella le correspondía la categoría de Alevines con 900 metros. ¡Menos mal!
¡Qué número! Gritando al juez que estaba a punto de dar la salida… gritando a Miriam para que se apartara de la línea de salida… ¡Uf! No hubo problema. Todavía tendría que esperar un par de categorías más para salir.



En la línea de salida


Llegó su momento. Me pasmó la tranquilidad con que se colocó en la línea de salida. ¡Qué desparpajo y qué ganas! Esa fue la primera lección.
Yo le había dado unos cuantos consejos teniendo cuidado de no saturarla, pero para mí que se le debieron de olvidar o se dejó llevar por la salida en tromba de las demás participantes.

Cuando me quise dar cuenta, antes de salir de la pista, en los primeros doscientos metros, antes de entrar en el parque aledaño, iba entre las 15 - 20 primeras y adelantando. ¿Pero qué hace? me dije.
Corrí todo lo que pude para colocarme a la entrada del parque, por donde pasarían nuevamente para regresar a las pistas, después de unos 400 metros más. Aunque crucé las pistas de lado a lado no llegué a tiempo.

Empezaron a desfilar después de un ratillo las más destacadas y Miriam no aparecía. ¡Cachis! Por fin apareció. ¡Pobrecita! No llevaba buena cara. Normal. Se había desfondado. Fue verme y desmoronarse. La animé desde el primer segundo de verla, pero no. Se llevaba la mano a un costado. No tenía zancada, sólo un paso que me daba pena verla. ¡Qué penita!

¿Un error estar yo allí? Tal vez, pero yo no podía quedarme en las gradas. Quería estar a su lado. Apoyarla, animarla, aconsejarla, "empujarla"...

- Papá, no puedo respirar... - me dijo al verme. Y era verdad. De primeras me asusto un poco.
- Tranquila Miriam. Lo estás haciendo bien. No pasa nada. Camina un poquito. - En fin esas cosas que se dicen....
Anduvo unos metros en los que recuperó un poco el aire. Me aseguró que estaba mejor.
- ¿Te quieres retirar? - la pregunté. Faltaban más de 200 metros. No hacía más que mirar atrás. Toda su preocupación era no ser la última.
- No – me contestó rotunda.
- ¿Quieres terminar?
- Sí.
- Venga, pues vamos a terminar. Anda un ratito y corre otro ratito. Hasta que te veas mejor.
Lo hizo dos o tres veces. Ya la iba viendo mejor. No dejaba de mirar atrás. Mediada la curva antes de la recta final comenzó a trotar algo más continuado. Ya no volvió a parar. Así se plantó en la recta final.
- ¡Muy bien! ¡Muy bien! – la jaleaba yo gritando. Ya no se tocaba el costado. De pronto, faltando algo más de 50 metros aceleró el paso. Ya no trotaba. Sacó toda la rabia que llevaba dentro y la puso en sus piernecitas. ¡Qué forma de dar zancadas! Ya no pude seguirla. Por esa zona había muchos niños que se cruzaban.
- ¡Bien, Miriam! ¡Bien! – la grité. Pero no creo que ya me oyera.


Recogida de regalos. La carita lo dice todo...


Así entró en meta. Entró en tromba. Igual que salió. Cuando la alcancé ya la estaban quitando el dorsal. Y a mí tendrían que haberme puesto un babero; estaba tonto perdido. Intentó sonreírme pero no pudo. Yo, tonto perdido. ¡Qué achuchón la hubiera dado si hubiera podido!

No tuve que esperar mucho. Sólo hasta que terminó de recoger sus regalos y un merecido zumo de naranja. Aún no había recuperado la sonrisa pero sí iba recuperando el aire. Por fin un abrazo. Pero busca otra cosa más que a su padre en ese momento: el césped para tirarse en él todo lo larga que es. Puse sus piernas en alto durante un rato y fue terminando de calmarse. Entonces sí que nos abrazamos en condiciones. Vi que de verdad estaba contenta. Muy contenta.

Lo primero que me dijo nada más recuperar el aliento por completo me lo confirmó:

- Papá, ¿cuándo es la próxima carrera?

Creo que esto lo resume todo. Esta lección que me acababa de dar se llama: "Cuando no se puede, también se puede". No creo que se me olvide nunca. Si ella pudo, yo también podré.

ORGANIZACIÓN

Ni un pero. Claramente el Club de Atletas Maratonianos de Leganés se vio desbordado por una afluencia que superó con creces lo que esperaban. Costó bastante encontrar aparcamiento. A pesar de ello, perfecta. El espectáculo deportivo increíble. El ambiente inenarrable. Una gozada ver a todos esos pequeños dándole a la zapatilla. ¿Quién sabe cuántos de ellos no serán nuestras futuras estrellas deportivas? Lo más entrañable como siempre en estos acontecimientos, la carrera final de chupetines. Niños de 2 a 4 años corriendo en esa recta de 100 metros. Todo el mundo en pie aplaudiendo y gritando… ¡Emocionante!


Después... ¡Apareció la sonrisa!


El espectáculo estuvo rematado por una exhibición de Rock acrobático en el que participó nuestra amiga Cristina con sus compañeros de grupo de baile. Muy emocionante y atractivo también. A Miriam y a mí no nos faltó nada para pasarlo bien esa mañana. Aunque a ella todavía le sobró energía para unos minutos en la zona de juegos del Polideportivo.


Coletitas con su grupo de baile.

¡Rock acrobático!


Una jornada de las que quedan en la memoria.
Nuestra asistencia el año que viene está más que asegurada.

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Entrenamiento de ayer Miércoles:

Tocaba 2x1600 con 20' previos de calentamiento y otros 15' de vuelta a casa suaves.
Para ser la primera vez que hago series tan largas creo que no estuvo mal. El Mister dirá. Tal vez algo descompensadas. Hice la primera más rápido de lo debido y para la segunda, aunque creí ir más rápido, yo no debían de quedarme pilas.

1ª tanda: 8:30 llegando a 166px'.
2ª tanda: 8:27 llegando a 174px'.


¡La próxima vez se dará mejor! Esto es esperar el momento y poner más atención.


martes, 24 de noviembre de 2009

III Cross Infantil de Leganés - 22-11-2009


Vaya por delante mi agradecimiento a Cristina - Coletitas - por sugerirme esta cita deportiva a la que ni mi hija Miriam ni yo, nos arrepentimos de acudir el pasado Domingo.
Gracias también a Celina, que nos atendió desde el primer momento orientandonos para saber dónde dirigirnos para recoger el dorsal de Miriam y otros detalles de la carrera. Fue un placer ver a las dos, así como encontrarnos allí con el amigo Yonhey.

Pido disculpas por no poner la crónica en este momento por andar un poco pillado de tiempo.
La crónica está en el horno. En breve la añadiré.

De momento adelanto que mi hija - y no es pasión de padre -, se portó como una auténtica jabata. Es una fierecilla. Me dio una lección que dificilmente voy a olvidar. Esta lección podría titularse: Cuando no se puede, también se puede.

Mis disculpas. Espero añadir la crónica de esta bonita y soleada mañana, esta misma noche.

Fue una mañana magnífica que será
difícil de olvidar.
El año que viene, nuestra asistencia
está más que asegurada.






sábado, 21 de noviembre de 2009

El GGM, un equipo ganador


El pasado Domingo 15 de Noviembre, el GGM - Gran Grupo de Moratalaz -, se proclamó campeón por equipos en el Maratón de Montaña de Jarapalos.

El GGM, el equipo al que pertenezco de corazón, que no de oficio, desde hace unos 6 años.
Un equipo ganador donde los haya. Junto a ellos conduje mis primeros pasos entrenando en su compañía por las calles de Moratalaz mucho antes de los dos desastres que me hicieron pasar por quirófano y que me impidieron tener una actividad más continuada en el tiempo con ellos.

A pesar de ello, esto no fue impedimento para estar en permanente contacto con el equipo. También ellos estuvieron muy encima de mí en las malas y en las más malas. Aquellos post-operatorios tan prolongados y con tantos obstáculos en forma de infección que me llevaron a segundas operaciones, o sustos en forma de coágulo alojado en un pulmón y consecuencia de ello una dura batalla librada durante meses con el tratamiento del Sintrom.

Siempre he contemplado a "mi equipo" desde la lejanía de una segunda o tercera fila en todos estos años. Viendo sus logros y sus competiciones desde el foro en el que nos comunicamos. Pero siempre se me ha llenado la boca al decir "mi equipo" porque así es como lo siento. Son mis colores.

Foto del GGM tomada en el último
Medio Maratón de Moratalaz 2009
Se me puede ver con la antigua equipación,
que es con la que corro todas mis carreras desde
los cuatro o cinco años que hace que la tengo.
Son mis colores.

Hacer una semblanza de lo conseguido por este equipo en el tiempo que hace que lo conozco, es tarea harto difícil y complicada. Me faltaría espacio y tiempo para ello. No son palabras, son hechos. Viendo la página del Club o los Blogs personales de muchos de sus miembros puede verse lo que digo.

Siendo el GGM un club que toca todos los palos atléticos habidos y por haber, desde diez miles, medios maratones, maratones, hasta carreras de montaña, llegando al ultrafondo o pasando por el triatlón, en pruebas que traspasan todos límites humanos pensables, los componentes de este club han dado siempre muestras de ser unos atletas populares que muy bien podrían sacarle los colores a más de un profesional.

Es el GGM un equipo por el que he visto pasar a muchos componentes y que continuamente se ha ido renovando con sangre joven, fresca y luchadora. He conocido en él a muchos y muy buenos atletas y mejores personas y amigos.

Por citar sólo algunas de las recientes hazañas logradas por sus miembros más antiguos, cabe destacar a Emilio Comunero que quedó en el puesto 31 en el último Maratón des Sables. Aventura que le encumbró como Señor de los Desiertos y que aprovechó para hacer una labor solidaria digna de toda felicitación recaudando una importante suma de dinero destinada a una obra benéfica. Esta prueba y todo su desarrollo se puede seguir en este Blog abierto por él para tal fin: 250 kilómetros solidarios.

Emilio tiene pensado volver a este Maratón el año que viene. Ahora mismo anda embarcado en el proyecto de hacer otra dura prueba de ultramaratón en Australia. Emilio, un tipo capaz de "desayunarse" con un maratón como quien se prepara una taza de Cola Cao.

También está Claudio Luna, “el abuelo”. Quedó en segundo puesto en la general y primero en la de veteranos, tras 10 horas y 10 minutos de carrera en la última edición de los 101 Kilómetros de Ronda 2009. Esto, siendo la segunda vez que la disputaba. Otra buena e importante pieza del engranaje de este equipo.

Quiero destacar también, sin ánimo de hacer de menos a lo demás componentes de un equipo que no tiene desperdicio, a Kike, el Capitán y director del equipo con todas las de la ley.

Kike, Enrique de Diego , conocido por muchos como Dragón, experimentado atleta que a lo largo de su vida ha pasado por distintas facetas practicando ciclismo, natación y atletismo y buena parte de su tiempo compartiendo su experiencia con que quien la ha necesitado y la necesita entrenando y orientando con infinita paciencia. Siempre ahí.

En resumen es este GGM un equipo ganador, al que con orgullo pertenezco de corazón y tengo el pensamiento de hacerlo de oficio el año que viene. Si bien, no son pocas las veces que me planteo la pregunta inevitable de “¿Y qué pinto yo en un equipo como este, con corredores en su gran mayoría de 3 minutos o menos el kilómetro, sea la prueba que sea en la que compitan?”

Apenas mes y medio me queda para aclararme esta duda y decidir si continúo siendo lo que soy, gegemero de corazón, o me alisto en sus filas para el año que viene con todas las de la ley. Será cuando vea claro qué es lo que yo puedo aportar, como "corredor paquete", en un equipo de este calibre. Un equipo al que tanto tengo que agradecer.

Una sóla vez pude participar en ellos codo con codo. Fue en 2006 en el Ekiden por equipos de San Sebastián de los Reyes. Un modesto relevo de 5 kilómetros para el que me preparé a conciencia y que hice en 27:06. ¡Qué día aquél!

Mientras tanto… ¡Viva el GGM! ¡Larga vida al GGM! ¡Gran equipo este GGM! Las balas amarillas de Moratalaz. Un equipo con reciente nuevo patrocinio de La Caixa.

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Las kedadas de los Martes y las andanzas de Club pueden seguirse en este foro:
Foro del Atleta.com

Páginas del Club GGM:
Club Atletismo GGM Boyaca

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Habiendo vuelto a leer todo lo que he escrito en esta entrada, no he podido evitar emocionarme. Es mucho lo que siento por este aquipo y llevaba mucho tiempo queriendo escribir una reseña así de "mi equipo".

viernes, 20 de noviembre de 2009

Hoy no ha podido ser

Tercera sesión de la semana liquidada.

4:00 Me levanto. Ducha. Desayuno. ( Conecto un rato para ojear correo y demás. )
5:00 Preparo cosas para el trabajo. Me preparo.
5:10 Listo para empezar.
5:50 Sesión terminada.
6:00 Ducha y al trabajo.
6:30 Comienza la jornada laboral. Hoy 12 horas.

A diferencia de ayer, hoy las cosas no han salido bien. ¿Tendré que decir que hoy he suspendido? No sé. Creo no haberme portado mal, pero el caso es que el pulsómetro hoy se ha mostrado rebelde. No ha habido forma de meterlo en cintura. Manterner 135 pulsaciones me cuesta, pero mantener 140 de máxima también. Hoy ha sido tarea imposible. Entre 145 y 147 todo el tiempo. Tal vez andando… Pero no era plan. Ya bajarán algún día supongo. No me preocupa. Ya sé cómo son estas cosas.

Finalmente han resultado 40’ con una media de 143 y una máxima de 148.
No sé qué nota mereceré por esto.

Ayer al terminar la sesión, me di como premio un sabroso casi medio litro de horchata. Hoy también. Una variación con las isotónicas y mi zumo de remolacha. Alguna vez he leído que la horchata tiene propiedades que nos benefician a los corredores de fondo.

Conclusión sobre el entreno: A favor, que no estaba nada cansado por las cuestas de ayer. Tampoco tenía síntomas de agujetas como predije. En contra: Sin embargo, las cosas no han salido.

De todas formas me gusta más tener que decir que “hoy no ha podido ser” porque las cosas no han salido, que tener que decirlo porque no he podido hacer la sesión. Hay una gran diferencia entre una cosa y otra. De esta forma por lo menos sé que lo he intentado.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Haciendo los deberes

Segunda sesión de la semana hecha.
Cumpliendo el horario previsto, queda hecha la sesión de series en cuesta que tocaba hoy.
17:30 saliendo de trabajar.
18:00 en casa.
18:15 cambiado y listo para comenzar.
18:20 me pongo en marcha
19:10 la sesión queda liquidada con estiramientos incluidos.

Series en cuesta consistentes en 2x3x300 mts. con <170 px’ de máxima
y 2' de recuperación entre la primera y la segunda.
Comenzando cada recta con 110 px'.

Resultado:

Primera serie con máximas de 162 – 165 y 167 px’.
Segunda serie con máximas de 167 – 167 y 169 px’.

Curiosamente en la última ha sido en la que mejor me lo he pasado. Me ha parecido que a la recta le han faltado metros. Se me ha hecho corta; no así las primeras.
Todo bien. Sin novedad. Más relajado que ayer. Sin tensiones ni pensamientos que me evadieran de lo que tenía que hacer.

Se me olvidó añadir un pequeño detalle: Rematé la sesión con unos minutos de carrera muy suave y una aceleración progresiva de 300 metros para transferir, que me llevó a las 170 px'.

Mañana, 40’ de rodaje suave entre <110 y <140 px’.

Cuando se unieron las fuerzas de Jan y Jin


Sé que lo correcto ortográficamente, es escribir Ying y Yang. Pero esta vez y aunque no se me perdone, me permito la licencia de adaptar el concepto a lo que necesito para las siguientes líneas.

Ayer se volvieron a juntar las fuerzas de Jan con las de Jin, que muy bien podría ser yo. Ello, a pesar de que mis fuerzas ayer eran bastante escasas y las reservas de moral andaban bajas. Lo estuvieron buena parte de la mañana y del día. No entro en explicar por qué ya que los que me seguís con infinita paciencia lo sabéis.

En un rasgo de generosidad de los que caracterizan a Jan y antes de que Jin – servidor de aquí en adelante -, se lo pidiera, se ofreció a darme compañía en el trote que llevaría a cabo al salir del trabajo a eso de las 18:30. Se diría que Jan leyó el pensamiento de Jin antes de haberlo materializado en forma de llamada o de correo.

Si le pedí que me acompañara, fue porque realmente lo necesitaba. Sabía que lo necesitaba. Por una vez no quería correr solo. Sabía que el entrenamiento en sí y su final podían ser muy distintos a como luego fueron. Sabía que corriendo solo, me encerraría en los pensamientos y en los recuerdos que habían estado dando vueltas en mi cabeza toda la mañana; que fruto de ellos podría darme un bajón y me flaquearan las piernas quedándome tirado en cualquier esquina y que llegar al coche para volver a casa, podía convertirse en una tortura más que en un motivo de satisfacción.

En otro gesto de generosidad, como si no fuera bastante, se ofreció a recogerme en el trabajo en vez de quedar en nuestro punto de encuentro en Ciudad Lineal, al lado de su casa. A las 18:50 nos reunimos y nos fundimos en un fraternal abrazo a las puertas de mi trabajo.

Sabía que si lo anterior no llegaba a pasar y por el contrario todo salía bien, terminaría llorando a moco tendido al final del trote. Soy muy capaz de eso. Me conozco. Estando solo sí.

Con Jan, ni una cosa ni la otra tuvieron lugar. No hubo resquicio posible para la tristeza ni los malos rollos. Conversando toda – repito: TODA -, la carrera, mi mente estuvo distraída en todo momento. Ese fue uno de los efectos Jan de la sesión. Era lo que buscaba. Era lo que necesitaba. Sí hubo un par de recuerdos inevitables mencionando algún pequeño detalle sobre mi amigo José Carlos, pero con calma. Con cariño. Sobre la marcha. Con tranquilidad.

El plan propuesto lo cambiamos de inmediato a sugerencia de Jan. Conoce mucho mejor los alrededores y no dudé en dejarlo en sus manos. La variación que hicimos recorriendo el Parque del Paraíso y subiendo por Arcentales hacia el final de la sesión me gustó muchísimo. Nunca había subido Arecentales entero, desde abajo, como lo subí ayer tarde contigo, Jan. Te lo aseguro. Ver aparecer de pronto la calle Hermanos García Noblejas, me pareció cosa de duendes. No subimos hacia esa calle, fue esa calle la que vino hacia nosotros.

Durante todo el recorrido charlando fluidamente, los kilómetros cayendo uno detrás de otro. Saboreándolos como se saborea un buen vino. Me vino un puntillo de tristeza cuando me dijiste que apenas quedaba kilómetro y medio. Sí, digo bien, tristeza. Pero porque veía que nuestra hora se terminaba. ¡Hubiéramos corrido otra más al ritmo que íbamos! ¿A que sí? Yo creo que sí.

Rematando el último kilómetro y aprovechando la inercia natural de tomar la calle Miguel Fleta en el sentido de bajada, la complicidad que hay entre nosotros salió a relucir. No hacía falta decirlo. Bastó una mirada cruzada y una paulatina aceleración de la zancada al unísono. Fue como haber dicho: ¡Vamos a por él! ¡Rematemos este último kilómetro! Y a por él que fuimos. Rompiendo el ritmo llevado hasta entonces, que fue regular hasta subiendo algunas calles, lo rematamos y bien a ritmo de 5:30. Sin problemas, sin agobios, sin sobresaltos. Como lo fue toda la sesión.

Y efectivamente, la sesión no terminó en llanto, sino en alegres carcajadas. Porque estábamos inundados de satisfacción por una sesión bien hecha y bien rematada. Se podía palpar.

Risas, abrazos, estiramientos y dedicatoria materializada a mi amigo José Carlos que en paz descanse. Propósito del entrenamiento consumado.

Creo, estoy convencido, de que ha nacido una buena sociedad entre nosotros. Buena la sociedad de Jan y Jin, ya lo creo. Y también estoy convencido de que esta sociedad puede hacer algo bueno en Getafe. Ayer me quedó claro.

Jan, bajando Miguel Fleta te lo dije y te lo repito ahora: ¿te imaginas que termináramos así en Getafe? ¿Te lo imaginas? A ver si le podemos dar una alegría al Mister.

El Ying y el Yang son opuestos y complementarios por naturaleza.
Jan y Jin también lo son. Pero además también son buenos cómplices.

Hoy Pepemillas ( Jin ), le está muy agradecido a la Generosidad de un gran amigo y compañero de trote que es Jan.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Amor y voluntad



Hoy tengo el alma rota. No he dormido bien. Más bien he maldormido.

Ayer tuve un día difícil por la mañana. Apenas paré por una urgencia familiar que se presentó y que me desencajó el poco margen que tenía hasta entrar a trabajar a las dos y media de la tarde. Me tocó esprintar como un pollo sin cabeza para un lado y para otro en el Ambulatorio para que a mi hija y a mí nos hicieran caso. Todo terminó bien. Pero todavía me quedaba otro esprint para no llegar tarde al trabajo. Lo conseguí. El propósito era hacer la sesión por la noche al salir a las diez y media. Así hubiera sido. Así debiera haber sido. Así habría sido si yo me hubiera llevado por la mañana la ropa de faena y las zapatillas, pero ni tiempo para eso tuve. Tenía que pasar primero por casa.

El inconveniente a veces, es que al pasar por casa uno se encuentra novedades que no desea saber, que no desea oír, que no desea que sucedan, que no desea que le pasen a nadie.

Y hoy tengo el alma rota porque al llegar a casa tuve que oír de labios de mi mujer una novedad que no hubiera deseado oír nunca. Uno nunca desea perder amigos. Y anoche tuve que enterarme que había fallecido de infarto fulminante un antiguo amigo de un anterior trabajo de muchos años. De mi edad, casado y con dos niños. Eso terminó de “planchar” la voluntad que llevaba por encima del cansancio del trabajo. Las ganas de coger las zapatillas y cambiarme para salir a hacer la hora de trote que tenía que hacer, quedaron en un rincón. Aplastadas de golpe brutal. Noqueadas por completo.

En mi memoria se sucedían las imágenes y los recuerdos de mi tocayo. No hacía sino ver la cara de un tipo que sencillamente era genial y derrochaba sonrisas y simpatía por donde iba. Regalando siempre chascarrillos y carcajadas por cualquier motivo. Buen compañero de trabajo por demás de los que no abundan.

Y por eso hoy tengo el alma rota. Acabo de entrar a trabajar y todavía estoy envuelto en una nube de recuerdos, de rabia y de impotencia por no comprender el por qué de ciertas cosas. Hoy tengo el alma rota y no entiendo nada.

Me he despertado a las 4:30. Por tiempo habría podido hacer la sesión antes de venir a trabajar. Pero no acertaba a saber ni dónde tenía el pulsímetro, ni lo que me hacía falta para el turno de doce horas de hoy. A trompicones he conseguido reunir todo, comida, ropa de faena, zapatillas, y lo demás y he conseguido llegar al trabajo con el tiempo justo de relevar al compañero.

José Carlos, tu desaparición de entre nosotros, me ha dejado muy destrozado. Realmente destrozado. Visceralmente destrozado, vacío y desorientado.

Hoy tengo el alma rota. Y me avergüenzo por arrinconar mi fuerza de voluntad y no hacer ayer mi sesión. Y de no haberla hecho esta mañana. Pero tengo el propósito de hacerla cuando salga a las seis y media de la tarde y antes de ir a casa. Tengo todo lo que necesito en el coche y un recorrido de 10 kilómetros que tenía diseñado para hacer por García Noblejas. Voy a hacerlo en su memoria. Voy a hacerlo por ti, José Carlos.

Y otra vez vuelvo a sentir que tengo el alma rota y que los ojos se me inundan. No comprendo nada. No entiendo nada. Tengo el corazón encogido. Ese corazón que me hará falta luego para dedicarte mi esfuerzo de estos diez kilómetros.

Hoy era otra entrada la que tenía preparada. Pero tengo el alma rota. Y tratándose de amor y de voluntad, la voy a casar con estas líneas que nunca hubiera querido escribir. Llevo un año que maldita sea la hora en que empezó. He perdido la cuenta de casos parecidos que más o menos cercanos han llegado a mis oídos. Casos que te hacen recapacitar a cerca de qué cosas en la vida merecen o no la pena.

Con el alma rota vengo a referir el contenido de un correo que recibí ayer. Es harto conocido por todos los que nos movemos en este mundillo, pero es de las cosas que uno nunca se cansa de ver. Respetando el encabezamiento del correo de mi amigo y dejo el enlace para ver cierto video.

José Carlos, con el alma rota y la cabeza descentrada, cada zancada de esta tarde irán para ti. Y sé que lloraré cuando lo termine, pero desearía aguantar hasta el final para hacerlo y desahogarme. Y seguiré teniendo el alma rota porque, en definitiva, no servirá para nada. José Carlos, ¡va por ti!

Ya me gustaría tener esa fuerza y alegría cuando me toque tenerla. Personas verdaderas no abundan. Por eso creo que cada instante es único y hay que sacarle el mayor rendimiento. Nada resulta imposible si se cree en ello y se tiene buen corazón.

Por favor, ved este video.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Entrenando y amasando

Ayer... entrenando:

Ayer Domingo tocaba la última sesión de la semana. Había que rematarla con 70' progresivos pasando por estos ritmos: 25' <135 + 35' <155 + 10' <165.

Los primeros 25' tan difíciles de mantener como siempre.

Los siguientes 35' bastante mejor. Incrementando un pelín la velocidad y sintiéndome bien.

Finalmente, los 10' con 165 px' como tope, fueron en los que me encontré en mi salsa. De todas, todas. Ahí he entregado cuerpo y alma en hacer las cosas lo mejor posible. Muy concentrado en mis pasos. El pulso, las veces que lo miré, que no fueron muchas, estaba entre 162 164 px'. Me pitó un par de veces solamente indicándome que me había pasado de las 165 px', pero no me costó nada volver a nivelarlo.

El terreno era sinuoso, pero traté de ser constante tanto en llano como subiendo algunos repechos del carril bici, tanto en dirección a La Peineta como a la vuelta. Sin miedo ni vergüenza.

Según el Google Earth, cubrí algo más de 12 Klm. Si esto es verdad, es el entrenamiento más prolongado que he hecho hasta el momento. ¡Qué ganas tenía de hacer yo una docenita de kilómetros entrenando!

El caso es que me salió una media de 155 px' y una máxima de 167 px'. Y si miramos más números, en ese mismo tiempo hace dos semanas hice poco más de 10 Klm. Es pronto para sacar conclusiones, lo sé, pero satisface mucho comparar esas cifras. Los primeros kilómetros, rondando los 7 minutos sin llegar a ellos. A partir del K5, a una media de 5:35. Y lo más importante, con ritmo regular y constante.

¿Cómo terminé? Pues como yo digo, terminé explosivo. Tanto que hice un último kilómetro en 5:24. ¡Cómo me gustan esos cincos! Terminé muy contento. Sintiendo mi sudor como un premio al esfuerzo. Para decirlo mejor, cuando iba hacia la mitad del entreno sentí algo que Manuel Binoy ha definido muy bien en una frase suya que he leído hoy hablando de su entrenamiento de ayer. Dice algo así: "(...)estamos a gusto, no queremos nada más, no deseamos nada más, sólo que los kilómetros vayan cayendo uno detrás del otro y que la carretera no se acabe nunca, (...)"

¡Eso era lo que sentí ayer! Disfrutaba viendo caer los kilómetros uno detrás de otro. Sintiendo cómo el mundo rotaba bajo mis pies. Los entrenamientos que terminan así, gustan mucho. Fue 1 hora y 11 minutos muy bien disfrutada.

Y hoy... amasando:

17:30 horas - Cita con el Fisio para un masaje de descarga en las piernas.
Masajes de descarga... ¡Qué bonitos son! Sí... ¡La madre que los parió! ¡Si yo nunca me había hecho uno de estos! ¿Quién me mandará a mí?

Y bien amasadas que han quedado mis piernas. ¡Vaya que sí! Masaje intenso, minucioso, exhaustivo. ¡La de veces que me habrá entrado la risa tonta mientras lo recibía!
- ¿Qué pasa, no hablas? ¿No dices nada? - me decía el Fisio medio riéndose al ver mis esfuerzos por aguantar la sesión en algunos momentos. Sobre todo en los isquios y en los gemelos. Estaban muy tensos. Bastante cargados.

Ha sido divertido. Ahora, la precaución de no hacer nada por lo menos en 24 horas. Sería contrario a una buena práctica. He salido de allí, que no sabía si eran mis piernas o las de otro. Y lo bueno es que mi hija pequeña que me ha acompañado a la salida del cole se lo ha pasado en grande viendo las caras que yo ponía aguantando la sesión.

Terminada la semana del 9 al 15 de Noviembre, quedan 22 para Mapoma 2010.
Mañana estreno la semana -22 con un rodaje de 60' a <155px'


Rectifico: Bien medido el recorrido, no son 12 Klm, sino 11,2 Klm.
¡Qué ganas tengo también de poder medir bien estas cosas! ¡Rayos!
No importa. Como dijo aquél: ¡Ahí queda eso! 11,2 son 11,2 Klm.

domingo, 15 de noviembre de 2009

La Pedriza siempre cumple - I de II


Las cosas en su justa medida. Igual que al mar, a La Pedriza hay que guardarle su debido respeto y prudencia. Siendo así nos pagará con agradecimiento, cualquier satisfacción que busquemos al disfrutar de ella. Y digo respetar en el sentido de ser celosos en el cuidado de su entorno, por supuesto.

Siendo así La Pedra, cumple con creces, cualquier expectativa con que vayamos a visitarla.

Ayer Sábado fue uno de esos días. Le deseo a Miguel que le haga hoy como mínimo tan buen día como nos hizo a nosotros ayer. ¡Estuvo genial! Algo cubierto y fresquito al llegar, pero luego el sol se fue colando un poquillo dándole a la Pedra ese encanto especial que nosotros, sus fieles le sabemos sabemos apreciar.


Todo ello, con el añadido de la poca afluencia de público, que lo hace todo mucho más tranquilo y apacible.


Paseo nuevamente por la senda Quebrantaherraduras hasta llegar a la Meseta de Cantocochino. Esta vez la hemos hecho completa. Hasta el final.
Isabel, Miriam (la pequeña) y yo. Ana se quedó en casa. Tenía agenda social con sus amigas. Un cumpleaños.

Y siempre, siempre, echando de menos a la peluda. A la inquieta Noa, que siempre nos acompañaba en estos paseos, por la Pedriza. Subiendo, bajando, corriendo, escalando, o chapoteando en las aguas del río. Se la echó en falta. Desde que se nos fue en Mayo, siempre que vamos a La Pedra nos pasa lo mismo.

Noa para siempre con nosotros.

Miriam, desde que no tenemos a Noa,
no se separa de su perrito de peluche.
Una especie de talismán que la sirve para
cubrir la ausencia de Noa.
Dice que la recuerda a Noa tal como era
cuando entró en casa.
Se lo lleva a todas partes.
Por la noche duerme con él.

Nos hemos movido por sitios que nunca habíamos pisado. Hemos estado más cerca de la roca madre de lo que habíamos estado nunca. Hemos llegado a ver por primera vez en los años que llevamos yendo a la Pedra – y son muchos -, el cartel que indica por dónde llegar al Refugio Giner de los Ríos. Y eso sólo lo conocía por las indicaciones, refrencias y mapas de ruta de Miguel. Ese será nuestro próximo objetivo.

Miriam disfruta con estas excursiones.
Es incansable.

Posteriormente en una segunda entrada detallaré más. Valga esto sólo como anticipo.
Y aquí... el ganso de la película.
Un fiel pedricero.

En cuanto al entreno, hoy haré los 70' progresivos establecidos en el plan. No me machaqué ayer como para no hacerlos. Fue puro paseo de relax a pesar de que neto, hemos tardado menos y hemos llegado más lejos que la última vez que nos quedamos a medias. Miriam se ha portado como una jabata. Y a Isabel no le hace falta mucho para llevar un buen paso. ¡Muy bien las dos!

¡Una buena jornada de campo, monte y senda!
PD: En mi fotoblog pueden verse algunas fotos más de las que hice ayer:

sábado, 14 de noviembre de 2009

Entrenamiento Viernes 13

Esta es la mañana luminosa que se podía
disfrutar hoy en mi barrio.
En una mañana así... ¿qué entrenamiento
puede salir mal?


La mañana, a la hora que he salido a correr, estaba de lujo para hacerlo.

Han sido 51'36'' para 8 estupendos kilómetros en los que no ha faltado la concentración y la atención en el ritmo y movimientos de los brazos. Tampoco le ha faltado atención al pulso. Debía hacer la sesión entre 135 y 155 px'.

Terminé con una media de 151 y una máxima de 163. Aunque la máxima merece comentario a parte. Esa se encargó de subirmela un imbécil en un paso de cebra. Ya os imaginaréis de qué manera. Un repartidor con algo de prisa. El muy *** me los puso de corbata. La cosa no fue a mayores. Sólo quedó en susto. Pero no dejé que se fuera sin un amable recado para sus antepasados.

En fin, página pasada. Olvidado.

Muy bien los 4 primeros kilómetros sin pasar de 150 px'. Muy controlado todo. Terminé muy contento.

El promedio habla por sí solo de la tanquilidad con que de un tiempo a esta parte me tomo mis entrenamientos: 6:27 / Klm.

Para hoy Sábado, probable escapada

familiar a La Pedra.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Bajando cuestas / Subiendo cuestas

Todos sabemos unas cuantas cosas de cómo subir cuestas a la carrera.
Aquí dejo una nueva técnica recién descubierta de cómo bajarlas. ¡Al loro!





Y subiendo cuestas...

En esto consistió mi entreno de ayer Jueves.
15' de calentamiento + 5x300 mts de cuestas que debía de hacer según instrucciones del Jefe partiendo de 110 px' y terminándolas a 170 px'.
¡En este entrenamiento sí que he sudado como Filípides manda! ¡Vaya que sí!

En la primera subida, he alcanzado las 167 px'. Un pelín acelerado para ser la primera que debía haber sido de tanteo. Luego la cosa fue a mejor.
Las terminé con 167, 165, 162, 167 y 169 px'. Después 20' de suave y tonificador rodaje para terminar con un sprint progresivo de 300 metros.

¡Qué sensación de haber trabajado en esta sesión cuando terminé! Estiramientos y para casa con los deberes hechos. Mañana (hoy Viernes) más. Tocan 50' de rodaje que debería hacer entre 135 y 155 px'. Ahí voy a disfrutar. Todo lo que sea hacer un recorrido lineal y prolongado me gusta especialmente. A ver cómo sale.

Las sensaciones son buenas. He recuperado bien de la carrera de Moratalaz. Las piernas bien, los pies bien, las juntas bien, los engranajes y los amortiguadores bien. La cabeza, increiblemente en su sitio. El ánimo perfecto. Todo bien. ¿Qué más puedo pedir?

jueves, 12 de noviembre de 2009

Jubilando y presentando calzado

El otro día ordenando un armario en casa, me encontré – como suele ocurrir -, algo que no esperaba encontrarme. De hecho no creía ni que existiera todavía.

Encontré mis antiguas zapatillas de trotar. Pero si digo antiguas, es porque son antiguas. Mínimo tenían 15 años. Ahí estaban en su caja original todavía en un rincón. Siempre creí que hacía ya tiempo que me había deshecho de ellas. Ahora sí que lo he hecho. Había que hacer espacio. Pero antes de deshacerme del todo de ellas, pensé que aunque no son muy buenos los recuerdos que me traen, merecían unas fotos.


Por el estado de la suela se ve que fueron muchos los kilómetros que hice con ellas.

Kilómetros hechos cuando no llevaba un plan coherente de entrenamiento, ni tenía pulsómetro – me tomaba el pulso “digitalmente” en la muñeca al terminar las sesiones -, ni tenía mucha idea de lo que eran los ritmos adecuados.

Son las que llevaron mis pies cuando trotaba por García Noblejas arriba y abajo allá por 1994 – 1995. No me dieron más que disgustos y problemas. Sobre todo en las rodillas. Pero las usaba. Ahora sé lo mucho que me pude jugar con ellas. Con ellas incluso corrí alguno de mis primeros Medio Maratones de Moratalaz.

Ha llegado el día de jubilarlas definitivamente. Ya no están en casa.

A día de hoy...
Hace poco, presentaba Miguel en su Blog a sus dos “niñas”. Una era la brava, y la otra “su niña”. Hablaba por supuesto de sus dos bicis. Una, la de carretera y la otra la agresiva de montaña. Dos joyas de bicis.

Hoy voy a presentar yo también a mis dos “niñas”, pero en mi caso se trata de calzado. Unas, son mis niñas a las que ya conocéis. Son mis voladoras Mizuno, que me vienen acompañando desde que las compré en Julio en las vacaciones. Hasta ahora no me han dado más que alegrías. Tanto en entrenamientos, como en competiciones.
Mis niñas voladoras

Aunque sean neutras – tal vez las últimas neutras que compre -, el resultado que me vienen dando hasta ahora es buenísimo.
Las otras...

Las rompepiedras

Las otras, son las rompepiedras. Las todoterreno que no me han dado pocas satisfacciones pisando con firmeza y robustez los senderos de La Pedriza. Las compré en Andorra hace unos años. Comodísimas, fiables, calentitas y seguras.



Pero estas últimas ahora están tristes. Tristes porque ven como se desmorona la posiblidad de hacer una Pedriza con Miguel que teníamos planeada para esta semana. Ni el Lunes ni ayer pude yo, por problemas domésticos con la caldera que nos trajo las cataratas del Niágara a casa durante dos días, y por reuniones de Instituto.

El Viernes no puede él y hoy no puedo yo por tener que ir a pasar la ITV al coche y tareas domésticas varias.

¡Cuánto me hubiera gustado esa escapada, Miguel! Sobre todo porque el Sábado voy a ir con la familia y me hubiera gustado llevar a mis chicas a alguno de esos sitios que conoces tan bien y con los que me haces la boca agua. ¿Cuándo podrá ser?

Por otro lado...


Estoy llevando una semana muy irregular de entrenamiento. El Lunes hice el trote de rodaje de 30', pero ayer no pude hacer las series. Salí tardísimo de una reunión de tutoría en el Instituto de mi hija mayor y luego me encontré problemillas escolares que resolver con la pequeña en casa. Ayer era de los días que no me apetecía salir a correr de noche. Y mucho menos irme a Vicálvaro a hacer las series a oscuras. De este modo, no salí.
Esto... ¿cómo era aquello...? ¡Ah, sí! Cuando no se puede, no se puede y lo demás son tonterías.

Conclusión:
Me salto una sesión, la de ayer y la paso al día de hoy en que me tocaba descansar. Espero que esto no repercuta en el rodaje de 50' que me toca mañana. Supongo que no, pero cualquier cosa me la dices, Miguel. ;-)

martes, 10 de noviembre de 2009

Medio Maratón de Moratalaz - 08 Noviembre 2009


Debo confesar haber leído las crónicas de mis compañeros de trote de la carrera de 12 Klm del Domingo en el Medio Maratón de Moratalaz. Y no debería haberlo hecho porque me han dejado muy difícil explicar todo lo que sentí allí y junto a ellos. La curiosidad ha podido más. Espero estar a la altura.

El encuentro con los amigos.

Allí nos encontramos los cuatro que nos encontramos. Quedé con Miguel a las 9. Al Polideportivo a recoger los dorsales y allí nos encontró José Antonio – Jan -. El tiempo justo de llegar al punto de encuentro donde recibimos a Quique.

Intercambiamos impresiones y hablamos de proyectos futuros. Un buen rato el que pasamos los cuatro juntos minutos antes de separarnos para calentar y con foto incluida.

Previamente a la carrera también me reuní con los compañeros del GGM, que estaban allí prácticamente en pleno. A algunos de ellos hacía años que no los veía.





La crónica

La carrera de ayer me confirmó algo que ya llevo diciendo hace tiempo. Cada paso, cada zancada, cada trote, entreno o carrera, son para mí un aprendizaje. Y yo sigo aprendiendo en cada una de mis carreras. En todas aprendo algo nuevo. La de ayer no iba a ser menos. Encontré mis fuerzas donde las quería encontrar y no me abandonaron cuando tuve que tirar de ellas. Ayer aprendí sobre todo un poco más de mí mismo. Aprendí a conocerme más como corredor de fondo. Sé un poco mejor lo que puedo dar de mí. Eso siempre es bueno. Ahora si aprieto el paso no pasa nada que me pueda perjudicar.

También desde el principio, las instrucciones de Miguel fueron claras y contundentes. Me hizo darle la vuelta al crono para no tenerlo a la vista. Lo preparé sólo para marcar los pasos por kilómetro – que muchos de ellos ni los vi siquiera -, y me dispuse a correr por sensaciones tal como le había comentado unos días antes que me gustaría hacerlo. Aunque yo me refería a hacerlo en un entrenamiento, no en una carrera. ¡Pero no tan pronto, Miguel! ¡Que te tomas las cosas al pie de la letra!

Pero me fue bien hacerlo así. Las cosas como son.

Pasamos con buena nota la cuesta de Brujas por el kilómetro 4, que era la que más me incordiaba, pero al poco de pasarla se me clavó en el pecho un maldito flato que me hizo perder un par de minutos andando antes de llegar al cruce con Fuente Carrantona. Igual que hace tres años en el Ekiden. Por suerte esta vez duró menos y me recuperé bien.

Conseguí encauzar desde muy pronto un trote con el que me sentía a gusto a falta de tres kilómetros para terminar los doce. Ya lo había hecho antes a ratos. Pero me importaba más hacerlo desde ahí con el fin de poder darlo todo en los dos últimos. Si conseguía mantenerlo hasta el paso por el K10, ese ritmo podía permitirme hacerlo.

Así fue, pero aquí me encontré con una cuesta que no lo es, y con la que no contaba. Después de analizar con lupa unos días antes las que yo consideraba las 4 cuestas más fastidiosas del recorrido, resulta que Fuente Carrantona desde el paso por el K10 hasta que giras en Luis de Hoyos Sainz camino del Estadio, me estaba esperando. Es una cuesta muy tendida, pero se me atragantó un poco. Lo suficiente para cortar el ritmo que llevaba. No importó mucho porque sin saberlo ya llevaba acumulado un buen colchón de tiempo. No lo sabía de cierto pero lo sentía. Corrí enteramente por sensaciones sin mirar el crono desde que salimos. Y el trote que conseguí marcar en algunas ocasiones, me daba la sensación de que me podía dar alguna alegría.

Sentí durante toda la carrera que estaba haciendo las cosas mucho mejor que en CSIC. Miguel me lo iba confirmando de vez en cuando con sus puntuales comentarios. Sin decirme tiempos tal como le pedí.

Pasado el mal trago, una vez giramos en Luis de Hoyos Sainz, ya pude respirar un poco y alegrar el paso en busca de la Meta en el Polideportivo. Eso ya volvía a ser otra cosa. La entrada en la pista me dio alas. Me sentí volar. Ni flato ni cansancio ni nada de nada. La Meta era mía. Allí estaba Jan esperando desde unos minutos antes en que había llegado él. Se separó de nosotros justo cuando yo me paré por el flato. Esos 200 metros de pista con Miguel y Jan escoltándome, me supieron a gloria. Era el final y el principio de muchas cosas. Hacía 5 largos años que muchas cosas me habían apartado de sentir esto. Muchas de ellas bastante amargas, pero ahora ya quedaban todas atrás y olvidadas.

Abrazos con Miguel y Jan, y ataque de risa tonta que me dio y que no podía parar. La alegría era inmensa. Pasada ya la tontería y con el caldo calentito ya en el estómago, miré por fin el crono. No me creía lo que veía. Creí que en algún momento se me había parado. Esa fue la primera impresión que me dio. Les pregunté y me dijeron que estaba bien. Marcaba 1:05:36. Teniendo en cuenta que algo más de eso era mi tiempo habitual para 10 Klm sin tener en cuenta los 56’ de CSIC, me pregunté que qué sería lo que había hecho al paso de los 10K. Lo compruebo y me encuentro que al paso de los 10K tenía 54:18. ¡¡54:18!! ¡Dos minutos menos que en CSIC! Eso ya me desbordó.

La mañana fue perfecta de temperatura para correr. El público, sobre todo en ciertas zonas, también lo fue. Todo acompañó a favor.

Luego ya calmados y saboreando un estupendo cafetito, intercambiamos impresiones y maduramos la posibilidad de acudir los tres a la Carrera Popular de Getafe. Es muy probable que lo haga. Es el 29 de este mes. Puede ser mi próxima carrera. La que me confirme que ya voy cosechando algo de lo sembrado en los últimos seis meses.


TIEMPO OFICIAL: 1:05:40 – 5:28/Klm
PUESTO: 152 DE 222 llegados a Meta en los 12 Klm.
Al paso por 10 Klm: 0:54:18 (2’ menos que en CSIC)



Miguel, gracias Mister, por todo lo que estás haciendo por mí,
y por todo lo que estas consiguiendo conmigo.

Y finalmente tengo que añadir: Don Manuel Binoy, el paso por el K10, como le había prometido, dedicado a usted. ¡Un abrazo!

sábado, 7 de noviembre de 2009

Destripando las cuestas del Medio Maratón de Moratalaz

Polideportivo de Moratalaz
Calle Luis de Hoyos Sainz

Calle Camino de Vinateros

Calle Hacienda de Pavones



Por orden de paso en el recorrido del Medio Maratón de Moratalaz, aquí están las cuatro cuestas de las que hablaba ayer.

Cuesta del Polideportivo:
Longitud 560 mts
Abajo 664
Arriba 680
Desnivel 16 mts

Yo creo que lo que la hace más agresiva es que está en terreno abierto. No hay casi referencias visuales de edificios cerca que la disimulen un poco.

Cuesta Luis de Hoyos Sainz:
Longitud 500 mts
Abajo 684
Arriba 691
Desnivel 7 mts

Empieza muy suave y al final se va presentando. Es muy llevadera. Para mi gusto la más “dulce” de las cuatro.

Cuesta del Camino de Vinateros:
Longitud 500 mts
Abajo 669
Arriba 684
Desnivel 15 mts

Parecida a la del Polideportivo con 60 metros menos. Para subirla con paciencia. Tienes unos 300 metros para recuperarte hasta coger la siguiente que es la de Hacienda de Pavones que es la menos agresiva de estas cuatro cuestas.

Cuesta de Hacienda de Pavones:
Longitud 600 mts
Abajo 679
Arriba 683
Desnivel 4 mts

Aunque sea la más larga de las cuatro, en comparación es una perita en dulce. Con paciencia al final te ves arriba. Ya desde allí hasta la Meta (en la de 12 Klm) te esperan 3,5 kilómetros de llano, semillano y pendientes. Una oportunidad para asaltar el crono.

Espero que esto sirva de ayuda.
Las medidas son aproximadas tomadas con la ayuda de Google Earth.
============
Recuerdo la Kedada de Blogueros convocada para el Domingo previa a la carrera.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Enseñando los dientes


Ayer tocaban 50’ de rodaje. Llevaba yo unos días maquinando algo que al final vio ayer la luz. Lo hago, no lo hago, lo hago… ¡Y lo hice!
No era lo más adecuado para un rodaje a 155 px’, lo sé, pero me lo pedía el cuerpo.

Hice 8 kilómetros de los 12 del recorrído del Medio Maratón de Moratalaz. Casí una vuelta completa. Seleccioné los kilómetros que incluían las cuatro cuestas que le dan la pimienta a esta carrera. Sobre todo la que pasa por detrás del Polideportivo – K4 y K13 -. Una cuesta imponente que aburre al más pintado. Sobre todo al paso del K13. No la temo, pero me ABURRE.

A las otras cuestas, conseguí enseñarles los dientes. A cara de perro las pateé. Pero esta… esta me los enseñó a mí. Ya la he dicho que me espere un par de días a que volviera por allí. ¡Qué perra es! Corta pero intensa. Con una inclinación de darse con la frente en el suelo como dice Irishdecai.

Conseguí mi objetivo. Superé esos 8 kilómetros con una satisfacción que no me cabía en el cuerpo. De las veces que terminas y te dan ganas de soltar un hipogrito huracanado.

Empleé 53’08 que me daban unos muy tranquilos 6:38/Klm.
El pulso 155 de media y 161 de máxima.

Mantuve la cabeza fría en todo momento. Repitiéndome una y otra vez que se trataba de un entrenamiento de fondo no de velocidad. Manteniendo a raya el pulsómetro, que sólo se me rebeló en la dichosa cuesta de la que hablaba antes llegando a las 161 px’. El resto del recorrido, muy pausado y alegre. Disfrutando. Siendo espectador de primera fila de la resistencia que veo que van adquiriendo mis piernas.

Además con el añadido de descubrir algo nuevo. Me gusta descubrir siempre alguna faceta nueva en cada entreno. Cosas de las que tomar nota. El caso es que en esta cuesta, llegó un punto en que de verdad que me hubiera parado. Pero fue pensarlo y darme cuenta de que mientras lo pensaba, las piernas seguían moviéndose solas. Avanzando, acercándome a coronar la cuesta. Cada vez más cerca de lograrlo. Una vez lo hice y volví a pisar suelo liso por la calle Brujas, todo volvió a la calma y a su lugar.

¡Las piernas me respondieron por sí solas! ¿Efecto de las series de cuestas del día anterior? No lo sé. Pero así fue. “Tú quédate, pero nosotras nos vamos”, me dijeron. Y como vi que era verdad, las seguí. ¡A ver qué iba a hacer!

Con las otras tres cuestas la cosa salió mejor de lo esperado. Sin sobresaltos. También las enseñé los dientes. A esas las tengo bien domadas. ¡Qué miedo me daban las primeras veces que las pateé hace años! Tienen mucho veneno si no te mentalizas. Y dos de ellas son casi seguidas. No terminas de recuperarte de una y ya viene otra esperándote con los brazos abiertos. Estas son Camino de Vinateros y Hacienda de Pavones para volver a Fuente Carrantona. La cuarta mal que bien se lleva bien. Es larga pero el desnivel no es exagerado. Es la de Luis de Hoyos Sainz entre los K5 y K6.

En definitiva un entrenamiento que me motivó y me insufló esperanzas de cara al Domingo. Guardando algún cartucho para ese día que espero poder soltar y quedarme a gusto.

PD 1: Mister, no te enfades mucho. ;-)
Te prometo que los 20' suaves de mañana serán muy suaaaaaaaaaaaaaaaaaaves.

PD 2: Me sorprendió no ver marca alguna en el asfalto indicando los kilómetros. Ni vallas preparadas para colocarlas. Otros años por estas fechas esas marcas ya estaban puestas.
Sí que soy delgadito, sí...
Siempre lo he sido.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Kedada de Blogueros en Medio Maratón de Moratalaz


Punto de encuentro



Volando por el recorrido

del Medio Maratón de Moratalaz

Pongo a la vista de todo el que esté interesado, el punto de encuentro en el que hemos acordado quedar para vernos en el Medio Maratón de Moratalaz del próximo Domingo 8 de Noviembre.

Punto de encuentro: la isleta marcada en la imagen.
Hora: 9:30 de la mañana.

Vuelvo a poner la imagen con el recorrido y la situación (relativa) de los puntos kilométricos. Creo que la que puse anteriormente no se abría bien al pincharla. Están marcados solamente 12 Klm. El Medio Maratón son algo más de dos vueltas que terminan en el Estadio del Polideportivo de Moratalaz.

A ver si hay suerte y nos vemos más de los que nos encontramos en CSIC o en la del Retiro.

Entrenando con Miguel


Interesante y provechoso el entrenamiento de ayer.
Sesión de fuerza haciendo cuestas con en compañía del propio Mister que no me quitaba el ojo de encima.

Quedamos a eso de las 6 de la tarde en el Parque de la Vicalvarada. Para llegar allí desde mi casa, troté unos dos kilómetros a 5:30 sin superar las 160 px’. Una vez en el Parque, el Mister me cogió por una oreja y me llevó al matadero: Una cuesta imponente de 300 metros que debíamos subir progresivamente para llegar al final con 170’ px’ máximo. Creo que sólo las alcancé en la última de las subidas.

Debían de ser 5 repeticiones, pero me perdonó la última.
La primera fue horrible, no regulé bien y casi echo el bofe por la boca al llegar al final. Las tres siguientes ya fueron algo mejor. Haciéndolo bien se hace más llevadero.

¡Pero diantre! ¡No señor! Esto no es como hacer series en llano ni mucho menos. Aquí trabajas de verdad. Además, no tuvimos que pelear sólo con la inclinación del terreno, sino también contra el fuerte viento que había, y que además siempre atizaba en el peor momento. Yo creo que me veía llegar al final de la cuesta y era cuando decía: "¡Ahora soplo!"

Pero ahora en serio, me gustó el entreno. Luego, unos tres kilómetros de trote suave para volver a casa también en compañía de Miguel, que me iba marcando el terreno dado lo oscuro que ya estaba y que yo no lo conocía. Al final, una recta rápida para hacer la transferencia y final de la sesión.

Volvimos a machacar algunos puntos de técnica de carrera y braceo y la corrección de algunos vicios posturales en carrera. Muy didáctico todo.

En serio que me quedé a gusto. Lo que ya no me gustó tanto fue lo que me encontré al ir a ducharme. Me dijo la báscula que pesaba 800 gramos menos que por la mañana. Puedo asegurar que mi báscula no miente. Eso sí que me preocupa. Nadie se hace una idea de lo que me puede costar tener que recuperar esos 800 gramos que se debieron quedar en algún sitio de esa cuesta.

Para hoy: 50 minutos de rodaje que haré en algún momento de esta tarde, más técnica de carrera. A ver qué tal me salen. No noto en las piernas ningún sobreesfuerzo por las cuestas de ayer.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Sensaciones - La esencia del entrenamiento





Lo comentaba hoy vía mail con mi Entrenador - con mayúscula y con respeto -.

¿Ves Miguel cómo te respeto? ;-)

Me dijo Miguel una vez que le hablara de vez en cuando de mis sensaciones al entrenar porque era importante para saber cómo me iba encontrando. Dicho y hecho y para que saque sus conclusiones le comento lo siguiente:

En el último mes he observado que mis sensaciones han cambiado mucho
respecto a meses anteriores. Creo que para bien, no lo sé.

Antes me costaba mucho arrancar en las sesiones de entreno. No calentaba como lo hago ahora. Al menos no tanto tiempo. Ahora caliento mínimo 20'. Hacía un par de rectas y me lanzaba. Hasta que no llevaba un par de kilómetros no empezaba a ir cómodo. Iba muy descontrolado tanto en pulso como de velocidad. Ahora voy más uniforme.

Y desde que hago recorridos más largos (rondando la hora de carrera continua), he observado también que cuando llevo 7 - 8 kilómetros hechos, me da la sensación de tener un repunte, no sé si me explico pero es como una "recuperación".
Me siento fresco como cuando iba por el tercer o cuarto kilómetro. Es cuando tengo la sensación de que puedo apretar un poco más a partir de ese punto y durante un tiempo. Siento las piernas muy elásticas, muy sueltas. ¿Me explico?

El otro día cuando hice el ejercicio de 70 minutos con cambios de ritmo, al terminar me quedé con las ganas de haber hecho 2 ó 3 kilómetros a más ritmo. Creo que habría podido. No me faltaba aire. Y el tramo que hice para llegar a Carrefour por la calle Aquitania era todo subida. Me sentí muy fuerte para llevar más de 9 kilómetros trotados.

Por otro lado estoy contento por haber subido algo mi peso. Ya estoy de nuevo rondando los 70 kilos. Peso 68 pero es que hace unos días estaba en 65. Perdí dos kilos que me costaron mucho amarrarlos.

¿Podéis vosotros comentar algo sobre esto? Ya tengo respuesta del Jefe, pero es por ampliar conocimientos.

Aparte de esto, ¿sabéis lo que he hecho hoy? He apuntado a mi hija Miriam al III Cross Infantil que se correrá en Leganés el 22 de Noviembre. Está entusiasmada con la idea. "Quiere hacer las cosas que hace papá". (Perdonad, pero se me cae la baba, jejeje...)
El Domingo estará conmigo en la Media de Moratalaz.

Añado algo que es de justicia: Este III Cross Infantil está organizado por el Club de Maratonianos de Leganés, en el que militan añigas tan conocidas por nosotros como Celina o Coletitas (Cristina), que precisamente fue la que me avisó de ello puntualmente. Un gran acierto, Coletitas. Gracias, sobre todo de parte de Miriam.
Más información sobre este III Cross Infantil de Leganés.

Buen día para todos.

martes, 3 de noviembre de 2009

En puertas del Medio Maratón de Moratalaz

Cartel Medio Maratón de Moratalaz 2009
Para mi gusto, más bonito el de la
pasada edición de 2008




Volando por el recorrido con Google Earth
Recorrido de la carrera corta de 12 Klm
con los pasos por Klm. aproximados.

Tirando de hemeroteca, cosa inevitable en estas ocasiones, encuentro que la última vez que yo la corrí fue en 2004. Hace justo 5 años. La hice en 1:51:26. Por aquél entonces yo corría.

No sé muy bien qué decir. Me parece que me puse el listón muy alto. A 5:17. ¡Qué barbaridad! ¿¿Cómo hice yo eso?? Por muy mal medida que estuviera - cosa de la que adolece año tras año -, no veo cómo podría hacer eso mismo a día de hoy. Es como lo de hacer 54 en un 10.000. Me parece más asequible lo del 10 mil, que repetir un Medio Maratón como aquél. No sé...

¡Por entonces yo no conocía el zumo de remolacha!

Fui el 922 de los 1045 que llegaron a meta.

¡Cuántos buenos recuerdos guardo de esta carrera!
Será la 4ª vez que la corra, aunque esta vez será sólo la versión corta de 12 Klm.

Recuerdo cuando la corrí por primera vez. Entonces. aún llamándose "Medio Maratón" era de unos 19 Klm más o menos. ¡Qué experiencia aquella! Terminé con las rodillas destrozadas e inflamadas. Malísima preparación previa a la carrera. No hacía las cosas como las hago ahora ni mucho menos. ¡Ni de lejos! Las zapatillas también tuvieron mucho que ver. No digo marca por no ofender.

No pude andar como una persona en unos cuantos días.

Recuerdo también que hace 5 años, dos de mis metas eran no ser el último y hacerla en menos de dos horas. Logré ambas cosas.

El Domingo espero lograr alguna más. El Domingo será otra cosa.
Y con todo, lo más bonito de esta carrera, lo que lo perdona todo: la entrada en Meta en el Estadio del Polideportivo de Moratalaz. Es algo único. Engrandece aún más la aventura. Haya salido como haya salido. El público gritando desde las gradas... ¡Hay que verlo! De verdad que hay que verlo. Creo que por decirlo de alguna manera, enamora.