lunes, 31 de mayo de 2010

Mañana dominguera en El Retiro




Hoy, caminata de 3 horas y 19 minutos.

Senderismo puro y duro en compañía de mi mujer. Salida desde casa al Retiro (3,6 K), paseo por el Retiro con objeto de visitar una Feria del Libro que nos hemos encontrado ¡¡ cerrada !! (3,2 K), y vuelta a casa (3.3 K). Total, 10,33 K en 3:19 horas. Paseo más que agradable a pesar del calor y a un paso más que cómodo y tranquilo. Picando más de una vez a mi mujer con lo de que ibamos sólo a 105px' o a 11-12 kilómetros por hora... Ella iba asfixiada en las subidas de Camino de Vinateros o de García Tapia, y yo con mi zancada habitual caminando. Es una zancada larga, todo hay que decirlo.Ojalá tuviera la misma zancada corriendo.

En el Retiro, ya que no había Feria del Libro que ver porque las casetas estaban cerradas - eran más de las dos y media -, nos fuimos en busca de un rincón que no conocíamos todavía: El Bosque del Silencio. Así creíamos que se llamaba, pero parece ser que tiene más de un nombre según a quien preguntes. El macizo verde  de cipreses y olivos levantado en memoria de las victimas del 11-M, nos dijo un jardinero que se llama El Bosque de los Ausentes. Más tarde, junto a ese macizo vimos una placa que ponía El Bosque del Recuerdo.



Respetuoso y silencioso paseo por el camino de tierra que lleva a la parte de arriba y regreso a casa.



Previamente habíamos pasado por un recuperado Palacio de Cristal como espacio de disfrute de los visitantes. Nunca lo había visto así. Ni siquiera sabía que está permanentemente abierto y que se podía visitar. La última vez que estuve fue para visitar una expsición de pintura y escultura.
En el centro del habitáculo hay una hardinera donde se pueden ver numerosas especies vegetales. Hay sillas para quien desée sentarse unos minutos a disfrutar de la paz que se respira allí.


Me llamó mucho la atención la cantidad de tortugas que ahora se ven en el estanque del exterior. Esto es común en todos los estanques de los parques que he visitado ultimamente. En un estanque que hay cerca del Pinar de Barajas... en el Juan Carlos I.... en el Parque de Valdebernardo... y ahora aquí, junto al Palacio de Cristal. Antes no se veían en estas cantidades. Y algunas de buen tamaño como se puede apreciar en las fotos.


Dato curioso: Cuando hice esta foto, sólo veía las que están en el agua. Viendo la foto con calma en casa es cuando he visto las que están sobre las rocas tomando el sol plácidamente bajo la atenta mirada de un cisne.

Ha sido una mañana bien aprovechada. Bajo el calor considerable que ha hecho hoy. Sofocante salvo a la sombra de las zonas de espesa arboleda. Pero yendo bien pretrechados de agua, hemos sabido llevarlo bien. Tan importante la hidratación andando como corriendo. Han caido unos dos litros de agua, uno por cada uno. Tampoco ha sido mucho.

Ahora, a pensar cómo planificar la semana que entra.

Más fotos de esta mañana en El Retiro AQUÍ

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Un video del Parque de la Vicalvarada que no había publicado:

sábado, 29 de mayo de 2010

Una propuesta de tirada larga

Se podría llamar la ruta de los tres parques - el de Valdebernardo, Faunia y el pinar de Santa Eugenia.
Es de unos 10 kilómetros que también podrían ampliarse.



Si incluimos en la ruta más recorrido por el Parque de Valdebernardo, o el paso por la Vicalvaraday extendemos más el final del recorrido, podría salir una tirada larga muy guapa.
Tal vez inluyendo ese cerro del que habláis también ganaría algo.

Yo, este boceto de recorrido, tal como está, ya lo tengo memorizado para hacerlo pronto.

 
Hermosa cuesta en el pinar de Santa Eugenia




En el pinar de la Vicalvarada

viernes, 28 de mayo de 2010

Un pequeño oasis en Santa Eugenia

Curioso y aventurero el entrenamiento de ayer Jueves.

Le tenía el ojo echado hace tiempo a un pequeño oasis que está por la zona de Santa Eugenia. Como se puede ver en la foto, entre este oasis - que lo sería más de tener un pequeño charco -, y Santa Eugenia se interpone la carretera de Valencia. Es un pequeño pero espeso pinar fácil de hacer en lo que al recorrido se refiere. Quiero decir que no tiene recovecos como los pueda tener la Vicalvarada. Tiene si acaso un camino recto que lo cruza en diagonal.



Fácil de localizar por Google Maps.
Como tantos otros sitios, no lo había piosado hasta el día de ayer.



El anillo marcado en la foto tiene una longitud de 1 kilómetro +/-. Está interesante en cuanto a la altimetría. No es ni mucho menos llano. Hay un par de cuestas bastante prolongadas que lo hacen apetitoso para hacer series.

El caso es que ayer tocaba hacer compra y fui al Mercadona de la Avenida de Santa Eugenia. Aparqué y me puse en marcha para llegar allí cruzando una pasarela que atraviesa la carretera de Valencia. Di unas cuantas vueltas en un sentido y en otro para reconocer el terreno y me gustó lo que vi.

El objetivo del entreno esta vez era controlar el pulso para mantenerlo lo más bajo posible. Creo que lo conseguí. Media: 144px'. Máxima:167px'. Esto, para cubrir 7,4 Klm a una media de 6:20 en 47 minutos. Completé el ejercicio volviendo a Santa Eugenia y recorriendo la Avenida del mismo nombre arriba y abajo.Terminé a las puertas del Mercadona donde estiré y luego hice lo que había ido a hacer. Creo que supe aprovechar el tiempo. Me hubiera gustado hacer más kilometraje, pero no eran las 5 como me hubiera gustado que fueran cuando empecé, sino las 6 y pico.

Sensaciones buenísimas con esas largas cuestas.

Me gusta correr.

Rebobinamos y pasamos moviola - y 2 -

Le toca el turno al entrenamiento del Jueves 21.

Fue en Las 7 tetas de Palomeras. La idea era grabar in situ cómo era lo de patear estos curiosos montículos. Apenas fue media hora lo que duró el entreno pero el objetivo era aclimatar el cuerpo a las temperaturas altas. Tampoco podía ser muy largo. Lo hice a las 5 de la tarde a 27 grados de temperatura. Hora y media después entraba a trabajar.

Creo que de siete tetas, nada. Que sólo tiene ese nombre, porque conté más de siete y me quedaron como cuatro o cinco sin hacer. Es un entrenamiento intenso el hacerlas todas de un tirón. Parece que no, pero engañan como ellas solas.
Invito a probarlo alguna vez.

Como muestra, valgan este par de videos. Espero que no se maree nadie.








Rebobinamos y pasamos moviola - 1 -


En mi tónica de entrenar y apenas contar nada de mis entrenamientos, veo pasar los kilómetros que por falta de tiempo me veo obligado a dejar en breves reseñas.

Quisiera ahora contar algo del entreno del pasado Domingo. Como ya conté, fui al pinar de la Vicalvarada. Salí encantado de allí. No fui tan pronto como hubiera querido y los planes se trastocaron algo. Pensaba que podría estar allí a las 7 de la mañana y hacer unos 14 kilómetros. Sin embargo, no llegué hasta las 8 porque primero pasé por casa para desayunar algo. Por la hora que se me podía hacer, recorté algo el kilometraje pero no la intensidad. Los 14 K. se quedaron en 10 K. Menos kilómetros pero igualmente sabrosos.

Nada más llegar, lo primero que me encontré fue el saludo refrescante de unos aspersores regando el césped, ese tono especial que le dan a todo las primeras luces de la mañana, y poquísima gente aún por la calle.



Los primeros kilómetros fueron de paseo, haciendo turismo, a 6 y 7 minutos largos. Si digo que fui haciendo turismo, es que lo hice en el más extenso significado de la palabra, porque no fueron pocas las fotos que fui haciendo. Bajo una temperatura de 17 grados y algunos menos ya entre los pinos, la sesión fue un puro disfrute de principio a fin. Cuando terminé, la temperatura era de 19 grados. Como para haber seguido corriendo de haber tenido más tiempo. Pero este pinar y yo ya hemos quedado citados para futuras ocasiones. Sin duda.

¿Recuerdas nuestra cuesta, Miguel?
Buscando la máxima de 170px'...
"Puedo, puedo, puedo..."

En una primera vuelta que inicié pasando por la cuesta en la que un día entrené con el Mister estrenando los entrenamientos para Mapoma. Llegado a ese punto giré a la derecha para tomar a la izquierda la senda que creí que me permitiría dejar la ría a mi izquierda. No fue así, no enhebré bien y tuve que cruzar un puente. El olor caracteristico a pasto fresco se me incrustó en los pulmones. Daba gusto respirar ese olor. Llegando a la lagunilla tomé a la izquierda para subir la cuesta de la que habló Jan cuando la hizo con Raquel. Una señora cuesta. Veremos lo que es cuando haga repeticiones en ella.


¿Te suena esta cuesta, Jan?

Según llegué arriba, nuevo giro a la izquierda. Segunda vuelta y segundo intento de dejar la ría a la izquierda. Tampoco esta vez acerté con el camino correcto. Tuve que cruzar de nuevo por otro puentecillo, esta vez más cercano para seguir la senda paralela a la ría. El olor a pasto fresco, me estimuló las piernas y me lancé a tumba abierta por un buen trecho. Luego comprobé que mi cuerpo llegó a desplazarse por aquí a un ritmo increíble de 3:49. No sé cómo no se me descascarilló la pintura de la carrocería. De todas formas como era en ligera pendiente, tampoco es para tenerlo muy en cuenta.

Llegué a la lagunilla, pero esta vez para tirar de frente a la altura de la cuesta que mencioné antes. Ahora quería seguir la senda paralela a la carretera hasta llegar de nuevo al pie de la cuesta del Mister. Eso es suelo pelado, nada de pinos, nada de sombra. La gorra ya se hacía necesaria. Empecé sin ella pero la llevaba preparada en la cintura. Nuevo intento de dejar la ría a mi izquierda. Esta vez sí lo conseguí. A cierta altura giré hacia la derecha. Y tomé una senda más o menos recta que me terminó sacando del parque. No quise dar la vuelta y continué siguiendo la fachada del polideportivo. Para cuando volví a entrar en el parque llevaba ya 6 kilómetros. Decidí rematar la faena hasta completar los diez kilómetros que me había marcado como objetivo en la entrada principal del parque. El escenario serían las tres glorietas que hay allí. 



Unos días antes, cuando fui un chico malo, convertí una sesión de 30 minutos en una de  54. Entonces hubo una conversación entre mis piernas y yo. Me pidieron más caña y yo se la di. El Domingo, hubo nueva conversación, pero esta vez fui yo quien le pidió a mis piernas que respondieran bien para los kilómetros finales en los que iba a apretar un poco los dientes. Y respondieron. Vaya que si respondieron. Y teniendo en cuenta que no había dormido y que apenas hora y media antes había salido de trabajar toda la noche, este entrenamiento como muchos de los míos, tiene un añadido especial.

Por cierto, nada de acostarme al llegar a casa, nada de acostarme tampoco. Tocaba sesión de rodillo, pero no del que habréis pensado sino del de brocha gorda. Hay que pintar la casa entera. Todavía ando en ello a poquitos cada día.

Así quedaron los 10 kilómetros: 6:55-7:27-6:45-6:33-6:32-6:41-5:59-5:58-5:57-5:29.
Pulso: 154 px’ de media y 170 px’ de máxima.

Terminé más que contento. Conociendo parajes nuevos, respirando buenos aires y gozando de una mañana y de una temperatura ideal. Volveré a este pinar. Me ha conquistado.

En el coche, para volver a casa, Dire Straits. Sultans of Swing sonaba mejor que nunca.

Me gusta correr.


Puro turismo los 2-3 primeros kilómetros...

 Sin comentarios...


Y al final... ¡qué alivio!
¡Estaba precioso el Parque de la Vicalvarada!

Y en el Polar 400...
Sí, sigo corriendo con dos pulsómetros.
Sus datos se complementan. 
Me preguntaron una vez si no se interfieren.
Yo creo que no, pero al Polar 700 a veces le
salen unos lapsus que no sé yo...
Unas veces sí, otras no.

Más fotos de este entrenamiento AQUÍ

martes, 25 de mayo de 2010

Un pacto es un pacto

4:00 de la mañana. Suena el despertador. Practico el sano derecho a la tentación de ignorarlo. Dura menos que lo que tardo luego en desayunar un Colacao con tres magdalenas. La decisión está tomada. Con ella me acosté y con ella me he levantado. Me lavo la cara con agua bien fría para terminar de despejarme. Me empiezo a poner el traje de faena. Repaso los cronos y los ajusto. Dudo sobre si ponerme la capa o no ponérmela. Decido no ponérmela. Tampoco va a haber tantos testigos como para averiguar mi identidad secreta. Ninguno salvo cuatro gatos y las últimas estrellas de la noche.


4:45 de la mañana. Ajusto los cordones ya en la calle. La temperatura es perfecta. Ideal. La predisposición para lo que pretendo hacer también. Activo el sensor de pie y los pulsómetros y me pongo en marcha. Todas las calles son para mí. Salvo alguna furgoneta de reparto de prensa no se ve otra actividad laboral como no sea el paso de algún autobús.

El suelo se porta bien. Funciona el “efecto rodillo” desde el primer momento. Esto ya me indica que todo va a ir bien. Carrantona arriba y abajo. Llego al cruce con García Tapia y me desvío hacia la derecha en busca del carril bici por la calle Brujas. Al pasar por delante del portal de Juan levanto la mano por si me viera. Creo que aún no le ha sonado su despertador. No siento envidia por imaginarle durmiendo. Yo me siento mejor donde estoy que él en la cama.

Silencio, mucho silencio. Hasta el golpeteo de las zapatillas contra suena distinto. Más íntimo, más cercano. Llego a Hacienda de Pavones y giro a la izquierda para coger la recta de los 800 metros de mis “amadas” millas. Se me ha hecho corta la recta. Cuando me he querido dar cuenta ya estaba terminándola. Sigue funcionando el “efecto rodillo”. Hago la rotonda y por García Tapia vuelvo a Carrantona. Al paso por mi bloque llevo 37 minutos de trote. Tiro para Pavones desviándome a la derecha en Molina de Segura y Oberón. Vuelvo a casa rematando con algunas vueltas en Pasaje de Cobeña. Completo los 45 minutos pactados conmigo mismo. Son las 5:30. Quedo en paz conmigo mismo. El pacto se ha cumplido.

Minutos de estiramientos. Entrada en casa. Buenos tragos de zumo de naranja y ducha reconfortante. Me da tiempo de sacar los datos de los pulsómetros. Las gráficas que veo me gustan. Me satisfacen. No las analizo con detalle pero su silueta me seduce. Apago el ordenador y recojo mis cosas. Tomo las llaves del coche y salgo hacia el garaje.

6:10 de la mañana. Estoy frente a las puertas del trabajo. Practico el sano y legítimo derecho de sucumbir a la tentación de dar media vuelta y volver a casa. No caigo en él aunque trabajo me cuesta no hacerlo.

Ahora veo los parciales: 6:50 – 6:27 – 6:26 – 5:58 – 6:09 – 5:43 – 5:49. La idea era hacer un progresivo sin pasarme de la raya y empezando desde muy lento.

Resumen: 0:45:03 para 7,3 kilómetros a una media de 6:11. Pulso: 152px’ de media y 167px’ de máxima.

Pareciera que he hecho algo y sólo han sido siete kilómetros y pico. 7,3 para ser exactos. Pero creo que entrenamientos así, se merecen su crónica.

PD: ¿Se me ha adelantado alguien hoy para entrenar? :-))



Hoja de ruta




A ojos del Polar 400...

sábado, 22 de mayo de 2010

¿Qué hizo ayer Pepemillas?


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Y para mañana Domingo, tengo prevista tirada larga
en Vicálvaro. A las 7:00 de la mañana estaré
en la entrada principal de La Vicalvarada (punto rojo).
Previsión, 14 K. Dependerá de cómo me
encuentre. Habré salido de trabajar media hora antes.
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jueves, 20 de mayo de 2010

Que vivan los nostálgicos

La noche del Martes, por motivos de trabajo, tuve que moverme por la zona del Santiago Bernabeu.
Al día siguiente, cuando salí a las 7 de la mañana, camino del Metro, tuve la oportunidad de tomar estas instantáneas que me traen agradables y dulces momentos recientemente vividos. No hace falta que explique cuáles son esos motivos, ¿verdad?

Lo realmente curioso es lo de la última foto. Fijaros en el detalle. Alguien, probablemente un nostálgico madridista no se ha reprimido en dejar allí plasmado su grito de... "¡Qué tiempos aquellos!"

¿Habría que darle la razón? Yo creo que sí.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Las siete tetas del Parque Lineal de Palomeras.

Ante las dudas de Juan sobre dónde se encuentran y para quienes no lo sepan y les interese saberlo...

... doy una vuelta de campana en el tiempo y me voy a Enero que es cuando ya publiqué yo algo sobre las susodichas. Entonces yo hacía por allí las series de mil en cuesta.

Estas son parte de las 7 tetas de Palomeras, Juan:

¿Quién diría que ocultan algo? ;-)

Nada más ver la foto te habrás acordado, pero de todas formas dejo aquí los enlaces a mis dos entradas en las que hablaba de este lugar...

Sin tiempo... que perder

A cien días del día M y yo... ¿desmotivado?

Además de esto, dejo un par de extras que pueden ampliar datos sobre el lugar:

Parque Lineal de Palomeras - Parque de las siete tetas

Sobre todo este enlace. Cuenta la historia, el orígen de ese parque y un dato muy curioso sobre la formación de esas tetas que no muchos conocen. Venga por una vez me adelanto a la lectura. ¿Sabéis lo que hay debajo de las tetas? ¿No? ¿No habéis pensado en ello? Os lo digo. ¡Escombros! Nada menos que eso. La zona, antiguamente era una escombrera. Curioso, ¿no?

Por las tetas del Parque de Palomeras

Util no sé si será, pero más documentada no me ha podido quedar la entrada.
¡Eah! ¡A leer y a informarse!

martes, 18 de mayo de 2010

Rodando, rodando... amigos vas encontrando...

Sí, hoy tocaba descanso. Sí, la bici no deja de ser una actividad deportiva, de acuerdo. Pero hoy, esta mañana, yo no podía quedarme en casa. Así que preparé los pertrechos, cinturón de botellitas de isotónica incluido, cámara de fotos y demás, y al carril bici que me he lanzado. Quería hacer algunos kilómetros más de los que hago normalmente. En el plan entraba acercarme al Parque de Valdebernardo, que estando al lado de casa, a menos de 2 kilómetros, no lo he pisado nunca. ¡Vergüenza me da (me daba)!

Por García Tapia hacia Vicálvaro iba sin decidirme hacia que lado tirar, cuando veo que a lo lejos alguien se para, me mira, se quita unas gafas de sol, y aparece... ¡¡¡Javier Palma!!! ¡¡¡Javi para los amigos!!! Que aunque somos compañeros de trabajo, somos más amigos que compañeros. La sorpresa ha sido mayúscula. Al momento he decidido qué camino iban a tomar las ruedas de mi bici.


Javier, un tipo que derrocha humanidad y simpatía por los cuatro costados. Un tipo con el que he tenido el honor y el inmenso placer de compartir una hora de su rodaje. ¡Una hora - y pico - ! Más de siete kilómetros de carril bici arriba y abajo de vuelta a su casa. Y además, con el aliciente de conocer a su padre a quien me ha presentado. Un hombre que se merece la mayor de las reverencias. Con 71 años, una actividad deportiva inacabable a sus espaldas, pedaleando en el carril bici como un chaval y con el pensamiento de hacer su séptimo Camino de Santiago. ¡El séptimo!

Todo lo vivido en esta hora, da para escribir mucho más y para contar cantidad de cosas, pero ando escaso de tiempo. No podía esperar hasta mañana para contar al menos esto. En poco tiempo me tendré que ir para el trabajo. Además a Javi también le corresponde contar algo de lo vivido hoy. A ver si se anima.


Tienes clase, Javi. Se ve la escuela de la que vienes. Otro orgullo más para Miguel.
Que se den más encuentros como este, Javi. Sabiendo ahora cuales son tus costumbres no será difícil. Nos encontraremos en más de una.
Gracias, Javi.

PD: Una vez me he separado de él dejándole en su casa, he seguido por mi lado completando 22 kilómetros de bici con visita incluida al Parque de Valdebernardo. Pero eso es otra historia. El protagonista de esta mañana es Javier.

¡Chico malo!


Lo confieso, hoy - (ayer Lunes) - he sido un chico malo. Pero hoy mi cuerpo y mis piernas han hablado de lo que querían y yo las he escuchado. Y las he concedido lo que me pedían. No sin haber cierta lucha, cierto pulso entre el "debo" y lo que "no debo" hacer. Ha sido un toma y daca. Sin concesión absoluta, sólo parcial. Un hoy por ti, mañana por mí...

De inicio, debían de haber sido 30 minutos de recuperación a no más de 145px'. Pero... eso duró 3 kilómetros. Lo que tardé en llegar a Canillejas-Vicálvaro. Ahí llevaba una media de 153px' y la máxima ya había subido a 165. Acababa de hacer el tercer kilómetro en 5:54. Quedaban atrás los 6:14 llenos de buenas intenciones con que había empezado.

54:35 para 9 kilómetros a una media de 6:03

Ya... de perdidos al río. Y con el recorrido que llevaba en la cabeza ya trazado, sabía que no iba a quedar otra que no luchar demasiado contra lo que tenía que pasar. De todas formas, me encontraba muy cómodo tal como iba. Es pesado decirlo, pero iba disfrutando. ¡Y qué leches! Lo de ayer fue más una terapia que una necesidad de cubrir una sesión de entreno. Por muchos motivos. Motivos de los que motivan. Laborales y no laborales. Ni caso, es un juego de palabras.

Subir a García Noblejas por Avda Guadalajara me costó una media de 6:15, todavía luchaba por no pasarme de la raya. A partir de ahí Garcia Noblejas hasta Arcentales. Entrada en el Parque del Paraiso y vuelta a García Noblejas hasta Emilio Muñoz, Santa Leonor y Julián Camarillo.

En el Parque del Paraiso me crucé con José Félix. Le grité para saludarle como yo sé hacerlo. Se asustó, cómo no. ¿Por qué se asusta todo el mundo con mis gritos? En meta... corriendo... Se volvió, pero no podía esperar que me reconociera. Sólo nos hemos cruzado un par de veces.

La hoja de ruta fue esta: Carril bici desde García Tapia hasta Canillejas-Vicálvaro, subida hasta Avda Guadalajara, García Noblejas, Avda Arcentales, Parque del Paraiso, vuelta a García Noblejas, Emilio Muñoz, Santa Leonor, Julián Camarillo.

Terminé el último kilómetro con un 5:22. No tiene mucho mérito, basicamente era en bajada la mayor parte, pero sirvió para soltar piernas y mente. 153px' de media, 175px' de máxima.

Terminé muy contento por lo hecho. Muy entero. Ser malo es lo que tiene a veces. Que gratifica.

Todo esto, para rescatar el coche que tenía allí aparcado. Había vuelto a casa en bici, que la tenía allí desde el Viernes.

Hoy... descanso. Y me siento intacto.

lunes, 17 de mayo de 2010

Primavera, color, calor, vida, frescor...

Llegadas estas fechas, paseando por el campo, a poco que te fijes, te das cuenta de cómo palábras como estas - Primavera, calor, color, vida, frescor... -, y otras muchas, se convierten en sinónimos.



El color lo inunda todo...

te recrea la vista...

te alegra exterior e interiormente...

A la vsita de torrenteras refrescantes como esta,
es evidente que el deshielo ya se va haciendo notar.

Caminas por zonas humbrías y ves roquedales
enteros tapizados de un verde brillante...


vivo y vigoroso...

Calor, color, vida, frescor... es Primavera.

¿Entrenar? ¡Ah, sí! También entrené. He entrenado toda la semana completando cinco días como en las mejores semanas previas a Mapoma. Con tirada "larga" incluida de 12 kilómetros ayer. Muy gratificante, por cierto.

Pero para esto habrá otra entrada. Ahora me apetecía más contar esto.

Más fotos de esta excursión por el Embalse de Picadas AQUÍ.

domingo, 16 de mayo de 2010

Sábado familiar en...


... sí, en Picadas. También nosotros estuvimos en el Embalse de Picadas.