martes, 5 de julio de 2011
Hay veces que una ausencia es una presencia
La frase que encabeza esta entrada, se la debo a Sonia. La pude leer ayer en el muro de su Facebook y se la pedí prestada para mi entrada de hoy, porque sabía que se iba a ajustar a lo que necesitba. Gracias, Sonia.
Yo ayer traspasé una dimensión temporal muy curiosa con mi entrenamiento.
Salí de casa siendo Lunes y volví siendo Martes. Pero tenía truco la cosa.
Salí de casa faltando 10 minutos para la medianoche. Hice 46´ muuuuuuuuuuuuuy tranquilos recorriendo los 7 primeros kilómetros del Medio Maratón de Moratalaz.
Normalmente empiezo la semana descansando los Lunes, pero lo de ayer realmente no era entrenamiento, era terápia. Lo necesitaba. Una terapia que me vino muy bien.
Pero no corrí solo. Hubo una ausencia que hizo acto de presencia. Óscar corrió conmigo. Me sentí acompañado por él, mientras en cada zancada iba recordando tantos momentos compartidos con él. Podía hasta oir su voz y sus risas. Y me sentí bien. increiblemente bien. Aunque algo triste, desde luego, pero bien.
La temperatura era más soportable que a última hora de la tarde. Y en estas fechas, ya sin objetivos como no sea la Virgen de Agosto de Colmenar de Oreja a la que iré por tercer año consecutivo, ¿para qué hacer más? Por otro lado, no tengo pensado parar en todo el verano. Ajustaré de aquí en adelante recorridos y tiempos a las temperaturas y horas en que pueda practicar. Pero quiero entrar en el Otoño de carrerilla, para iniciar las sesiones específicas para Mapoma 2012 con buen pie. Todo suma, y en ese Mapoma quiero dar el callo.
Naturalmente, fuera de estas intenciones, queda la promesa que debo cumplir de correr 30 kilómetros. Es una promesa, y como tal debe ser cumplida. Llevarla a cabo en la primera quincena como tenía pensado va a ser harto complicado. Trabajo entre doce y dieciseis horas diarias del tirón desde aquí hasta el día 15. Sin un día libre de descanso a no ser que lo cambie, que tampoco es fácil. A partir del 16 estaré de vacaciones y saldremos para tierras asturianas. El Cares, el Sella, y la playa nos esperan. Creo que va a tener que ser entonces cuando lleve a cabo la promesa. Tal vez sea lo mejor.
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Que bonitos objetivos, Pepe. Que los puedas cumplir es también mi deseo.
ResponderEliminarUn abrazo
Santi
Lo de las presencias puede que no sean tan raras. Hay quien piensa que ya estamos muertos, pero no lo sabemos. En fin, que prefiero las presencias de vivos.
ResponderEliminarSaludos
De nada Pepe; ya intuía para qué querías la frase.
ResponderEliminarUn abrazo!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGracias de nuevo, Sonia. ¡Esa intuición femenina! Qué fina la tienes, amiga.
ResponderEliminarCrusti, y tú que los veas.
Algo he leido alguna vez de esa teoría, Jaal. Inquietante.
Aunque hay otra... ¿y si lo que vivimos es un sueño y no al revés?