Bajando hasta El Pozo y subiendo Miguel Hernández

¡Una señora cuesta!

"Buena, pero muy agónica". Así calificada por Claudio, compañero del GGM a quien me encontré ayer nada más empezar esta sesión que hubiera llamado "la sesión estrella de la semana", pero ese calificativo lo tiene reservado otra sesión que sí que va a ser especialmente sesión estrella. Esta no es otra que la 1ª Tapia Bloguera de mañana Sábado.

Claudio también hace esta cuesta como parte de sus entrenamientos. Es una cuesta que puede enseñarte muchas cosas sobre tu estado de forma. Las cosas como son. Y yo lo sabía. No hay más que piarla y verle la cara para darse cuenta.

Antes que nada un recuerdo para la pasada San Silvestre Vallecana del 31 de Diciembre. La única foto que pude hacer con el móvil escapándome unos metros de Miguel y Javi. Los que se adivinan en el centro de la imagen se supone que son ellos. No fui capaz de hacerla mejor ni de hacer otras. No conociendo muy bien el móvil que ahora llevo, lo que no sé es cómo conseguí hacer esta foto. Ahí queda como recuerdo.

En cuanto al especial entreno de fuerza y resistencia de ayer, consistente en bajar esta calle - Poeta Miguel Hernández -, hasta la estación de cercanías de El Pozo a ritmo de calentamiento – (<140 px’) -, y subiéndola a (<170 px’), en cuanto a eso como digo, para ser la primera vez que lo hago, en general no estuvo mal del todo aunque también hubo un poco de todo.

Esto, globalmente. Pero analizando la sesión por tramos o desmenuzándola como a mí me gusta, el resultado fue más bien "regular". Un aprobadillo en otras palabras creo yo.

Y más que nada porque al poco de empezar a subirla desde la estación de El Pozo, donde pude hacer la foto que encabeza esta entrada, se me echó encima una "pequeña molestia" con la que no contaba. Un inconveniente más bien. Uno que no me vino en forma de lesión ni de molestia física, sino más bien en forma de molestia fisiológica. Un fuerte retortijón de tripas con el que tuve que luchar al menos dos tercios de los tres kilómetros de longitud que tiene esta cuesta.

¡Qué mala leche la de este retortijón! Hacía tiempo que no me pasaba. Supongo que las raciones de Roscón de Reyes con nata tenían parte de culpa. "No me voy a parar, no me voy a parar", me repetía sobre todo en el primer kilómetro de subida. Y no me paré, pero me cortó el ritmo con el que me hubiera gustado empezar. Estas molestias no me desaparecieron hasta que faltaba menos de un kilómetro para terminar de llegar al final de la cuesta.

¡Hubiera dado cualquier cosa por estar en pleno campo en vez de en esta calle en esos momentos! Fácil entender por qué, ¿no? ¡Qué mal trago! ¡Qué mal momento pasé!

Luego al terminar, pude hacer los 15' de enfriamiento a ritmo suave como si no hubiera pasado nada. Mis tripas se habían tranquilizado. Demasiado tarde para hacer ya nada que no hubiera hecho antes.

Bajé la cuesta en 22' a una media de 146 px' y la subí en 20' alcanzando una máxima de 174 px'. Quiero pensar que estos 42 minutos de sesión en otras condiciones habrían sido algo menos. La próxima vez lo comprobaré.

Ritmo medio: 6:40. Ritmo máximo alcanzado, 4:37. Distancia total: 6,37 kilómetros.

A pesar de todo no choqué con esa sensación de resultarme una cuesta agónica hasta los últimos 500 metros. Esos sí me resultaron agónicos e interminables.

¡Pero pude con ella! Ahora, a seguir adelante, que queda mucho por hacer.