Tragamillas, el Míster y el de verde. Primer objetivo conseguido, y la carrera todavía no había empezado.
Previo a la carrera, Pedro, Risco, Miguel y el de verde otra vez. ¿Quién sería?
Un saludo:
Esta crónica tiene que empezar por fuerza por un saludo y un mensaje cifrado para Miguel. Seguro que lo entenderá: Sentencia ejecutada. En menos de un kilómetro se hizo justicia. De sobra sabes a qué me refiero.
Este Miguel del que hablo no es el Miguel que todos conocemos, no. No es el Mister. Es un corredor novel con el que recorrí codo con codo los 10 primeros kilómetros. Un corredor de 40 años que se está iniciando en esto del correr. No nos conocíamos. Me acerqué a él en el primer kilómetro para preguntarle si conocía el recorrido de la carrera por si me podía dar una referencia de dónde empezaba lo más duro. No la conocía. Era la primera vez que la corría. De hecho, lo más que corre él según me dijo, son diez o doce kilómetros.
Miguel, aquí un apunte: si nos ponemos en contacto tenemos que hablar sobre esto. ¿De acuerdo?
Intercambio de experiencias con las zapatillas y charla amigable con presentación incluida durante los diez primeros kilómetros hasta los que conseguí “arrastrarle” animándole de mil maneras. Era su objetivo. Como mucho quería hacer 10 K. Más de una vez se quiso retirar. Cuando llegamos al 10 no se lo creía. De hecho me animó más de una vez a que tirara y me fuera para delante. Ahí salió mi espíritu de camaradería. Me identifiqué con sus sensaciones, las sensaciones del que empieza en esto y que ve los 21 kilómetros como algo impensable. ¿Viste como sí que podías llegar al K10?
Los últimos kilómetros. Con las garras intactas y la satisfacción de haber hecho todo lo que hice para llegar hasta allí. Miraba el crono y veía que las dos horas se me escapaban, pero la alegría de haberme enfrentado a una carrera de este calibre seguía siendo enorme.
Creo que algo más alto que yo, y bastante más corpulento, fue contándome cómo hacía para entrenar. No sigue un método concreto y va por sensaciones. Nada de pulsómetros ni otras zarandajas. Sale a correr por correr y punto.
Así fueron mis primeros diez kilómetros en esta bonita carrera. Dos corredores desconocidos corriendo juntos, y que a partir de la tercera zancada dejan de serlo. Miguel, espero que el Lunes hicieras los 30 minutillos de recuperación que te receté. No dejes de aparecer por aquí y ya hablamos de más cosillas. Debí de ponerte la cabeza como un bombo con mis proyectos de Mapoma, mis carreras y mis entrenamientos, jejeje… Te aseguro que si yo puedo, tú puedes.
Ya te dije que entrando en los Blogs que tengo enlazados, encontrarías muchísima orientación y muchísima experiencia de los amigos que me acompañan en esta aventura del correr. Espero que te sean de provecho. Si prefieres escribirme, pinchando en mi perfil encontrarás mi dirección e-mail.
¡Un abrazo, Miguel!
(La crónica continuará...)
Pedazo de grito de guerra que solté al pasar el arco. Me sentía explosivo. Daban igual las horas y los minutos. La Tragamillas no me puso de rodillas. Pude con ella. Es más de lo que he podido contar en otras ocasiones. Esto me motiva porque veo que mis piernas se van haciendo adultas.
No son las Lagunas de Ruidera. Son imágenes que dan una idea del estado del terreno en algunos tramos que dan una idea de cómo estaba el terreno por el agua acumulada de las recientes lluvias. Fue un Medio Cross Maratón en toda regla. Divertido en el fondo. Al menos para mí. No le puse mala cara a ningún momento de la carrera. Me gustó todo de cabo a rabo.
Camino de tierra con el que empezaba la carrera. Poco después del K3 estaba el K20 que llevaba a la Meta en el Polideportivo.
La armadura del guerreo descansando en el coche. La batalla había terminado. Otras me esperan de aquí a Mapoma, pero ahora con mi hacha de guerra más afilada que nunca.
Me dijeron que esta coraza tenía poderes. Empiezo a creer que es cierto. El estreno no pudo ser mejor.
Estado en que quedaron las zapatillas. Las huellas de la batalla eran evidentes. Lucharon hasta el final con el terreno. Se portaron más que bien. Ya van pidiendo un descanso, un relevo. Su tope de kilómetros está más que superado. Cuánto tengo que agradecerlas por haberme traído hasta aquí durante meses y cientos de kilómetros. Concocerán Mapoma por que las llevaré puestas hasta que me ponga las que correrán la carrera. Lo merecen. Se lo han ganado.
Enhorabuena colega, bonitas imagenes de la carrera, tubo que ser durilla no?.
ResponderEliminarSaludos.
Lo fue, Lay. No lo voy a negar, pero esto es así. Cuantos más duras son, más las quieres.
ResponderEliminarUn abrazo, campeón.
Preciosas las fotos Pepe. Estuvo muy bien esto que has hecho con el chaval de animarlo y ayudarle a pasar kms. Se te queda mejor sabor de boca cuando ayudas a alguien que cuando ganas. De todas formas, hay que ser muy valiente atreverse con la tragamillas cuando llevas poco en esto y apenas corres 10K.
ResponderEliminarQue buen detalle acompañar a otro corredor hasta el 10k, muy bien Pepe.
ResponderEliminarMe alegro que disfrutaras, se ve la cara de felicidad que tienes.
Ciao
Pepe, eres un campeón y apoyando justo al que lo necesita.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,
Felicidades.
ResponderEliminarUn placer saludarte. Te vi muy contento sobre todo al final, buena señal :-)
Ya era hora de la crónica, laguman.
ResponderEliminarMe alegro que esas sensaciones las hayas experimentado en una carrera dura, solo hay que leerte lo motivado que estás.
Un abrazo.
Pedazo buenazo eres jodio, siempre ayudando si está en tu mano a los demas.
ResponderEliminarNo cambies Pepote no me cambies.
Preciosa la entrada y las fotos.
Cuenta más si encuentras un hueco sobre la carrera.
Un abrazo
Enhorabuena por la carrera y por la camaradería demostrada; los que corremos sabemos lo que ayuda a nuestro lado una mente despejada que nos anime a seguir.
ResponderEliminarUn saludo y a por ese Mapoma.
Genial tu entrada Pepe, me ha encantado ver la foto de entrada en meta....lo dice todo de ti.
ResponderEliminarFue una pena no hacernos una foto....esto no puede volver a pasar.
Un saludo
Quique
No has defraudado a nadie, Pepe; sabiendo lo buena persona que eres era normal que hiciera lo que has hecho con ese chaval; eres transparente como el cristal más limpio, no dejes de serlo por nada del mundo; estás en poder de una cualidad que por desgracia no abunda, no cambies.
ResponderEliminarMuy buena la crónica, vaya pedazo de corredor y de persona que tenemos aquí
ResponderEliminarA por MAPOMA