jueves, 26 de noviembre de 2009

III Cross Infantil de Leganés - LA CRÓNICA

MIRIAM
Momentos de hidratación previos a la carrera


LA CRÓNICA

Todo comenzó más o menos un mes antes. Cristina – Coletitas – me sugirió la posibilidad de llevar a Miriam a esta carrera. Fue leer el correo, preguntarle a Miriam y contestarme: ¡¡¡ SIIIII… !!! Más bien fue un grito que una contestación. Así que, dicho y hecho, vía e-mail, la apunté en pocos minutos.

Se pasó toda la última semana repitiéndome los días que faltaban para el Domingo. El entusiasmo la desbordaba. Esto le gusta. Lo sé.

El Domingo yo salía de trabajar de noche. A las 6:30. Me daba tiempo de hacer mis deberes. Tenía que hacer 70’ de rodaje progresivo y los hice, antes de levantarla a ella a eso de las 9:30. Pero no voy a contarlo porque es la crónica de Miriam y no la mía.

Desayunamos juntos dos buenos tazones de Cola Cao con cereales y unas galletas. Por cierto, no hizo falta despertarla. Se levantó ella solita. Así estaba. ¡De los nervios!

Con todo preparado desde la noche anterior según las instrucciones que la di por teléfono, llegamos a Leganés en pocos minutos. El inconveniente vino allí a la hora de aparcar. Acudió más público de lo que esperaban y tuvimos que aparcar bastante lejos del Polideportivo. Contacté con Celina por teléfono porque no veía ni dónde se recogían los dorsales. En unos minutos se reunió con nosotros y nos facilitó las cosas. Luego nos reunimos también con Cristina que al final del espectáculo deportivo haría con su grupo de baile una exhibición de Rock acrobático que dejó a Miriam con la boca abierta. Bueno, a Miriam, a Juan Luis – Yonhey – con quien nos encontramos también, y a todo el público de las gradas. ¡Cristina! ¡Artistaza!

Quedaba el tiempo justo de calentar un poquito y en pocos minutos más empezaría su carrera. Aquí vino la anécdota de la mañana. Si me descuido, Miriam sale en la carrera que no le correspondía. Casi sale con las juveniles. Cuando dijeron por megafonía la distancia que iban a recorrer, 1500 metros, fue cuando me di cuenta. A ella le correspondía la categoría de Alevines con 900 metros. ¡Menos mal!
¡Qué número! Gritando al juez que estaba a punto de dar la salida… gritando a Miriam para que se apartara de la línea de salida… ¡Uf! No hubo problema. Todavía tendría que esperar un par de categorías más para salir.



En la línea de salida


Llegó su momento. Me pasmó la tranquilidad con que se colocó en la línea de salida. ¡Qué desparpajo y qué ganas! Esa fue la primera lección.
Yo le había dado unos cuantos consejos teniendo cuidado de no saturarla, pero para mí que se le debieron de olvidar o se dejó llevar por la salida en tromba de las demás participantes.

Cuando me quise dar cuenta, antes de salir de la pista, en los primeros doscientos metros, antes de entrar en el parque aledaño, iba entre las 15 - 20 primeras y adelantando. ¿Pero qué hace? me dije.
Corrí todo lo que pude para colocarme a la entrada del parque, por donde pasarían nuevamente para regresar a las pistas, después de unos 400 metros más. Aunque crucé las pistas de lado a lado no llegué a tiempo.

Empezaron a desfilar después de un ratillo las más destacadas y Miriam no aparecía. ¡Cachis! Por fin apareció. ¡Pobrecita! No llevaba buena cara. Normal. Se había desfondado. Fue verme y desmoronarse. La animé desde el primer segundo de verla, pero no. Se llevaba la mano a un costado. No tenía zancada, sólo un paso que me daba pena verla. ¡Qué penita!

¿Un error estar yo allí? Tal vez, pero yo no podía quedarme en las gradas. Quería estar a su lado. Apoyarla, animarla, aconsejarla, "empujarla"...

- Papá, no puedo respirar... - me dijo al verme. Y era verdad. De primeras me asusto un poco.
- Tranquila Miriam. Lo estás haciendo bien. No pasa nada. Camina un poquito. - En fin esas cosas que se dicen....
Anduvo unos metros en los que recuperó un poco el aire. Me aseguró que estaba mejor.
- ¿Te quieres retirar? - la pregunté. Faltaban más de 200 metros. No hacía más que mirar atrás. Toda su preocupación era no ser la última.
- No – me contestó rotunda.
- ¿Quieres terminar?
- Sí.
- Venga, pues vamos a terminar. Anda un ratito y corre otro ratito. Hasta que te veas mejor.
Lo hizo dos o tres veces. Ya la iba viendo mejor. No dejaba de mirar atrás. Mediada la curva antes de la recta final comenzó a trotar algo más continuado. Ya no volvió a parar. Así se plantó en la recta final.
- ¡Muy bien! ¡Muy bien! – la jaleaba yo gritando. Ya no se tocaba el costado. De pronto, faltando algo más de 50 metros aceleró el paso. Ya no trotaba. Sacó toda la rabia que llevaba dentro y la puso en sus piernecitas. ¡Qué forma de dar zancadas! Ya no pude seguirla. Por esa zona había muchos niños que se cruzaban.
- ¡Bien, Miriam! ¡Bien! – la grité. Pero no creo que ya me oyera.


Recogida de regalos. La carita lo dice todo...


Así entró en meta. Entró en tromba. Igual que salió. Cuando la alcancé ya la estaban quitando el dorsal. Y a mí tendrían que haberme puesto un babero; estaba tonto perdido. Intentó sonreírme pero no pudo. Yo, tonto perdido. ¡Qué achuchón la hubiera dado si hubiera podido!

No tuve que esperar mucho. Sólo hasta que terminó de recoger sus regalos y un merecido zumo de naranja. Aún no había recuperado la sonrisa pero sí iba recuperando el aire. Por fin un abrazo. Pero busca otra cosa más que a su padre en ese momento: el césped para tirarse en él todo lo larga que es. Puse sus piernas en alto durante un rato y fue terminando de calmarse. Entonces sí que nos abrazamos en condiciones. Vi que de verdad estaba contenta. Muy contenta.

Lo primero que me dijo nada más recuperar el aliento por completo me lo confirmó:

- Papá, ¿cuándo es la próxima carrera?

Creo que esto lo resume todo. Esta lección que me acababa de dar se llama: "Cuando no se puede, también se puede". No creo que se me olvide nunca. Si ella pudo, yo también podré.

ORGANIZACIÓN

Ni un pero. Claramente el Club de Atletas Maratonianos de Leganés se vio desbordado por una afluencia que superó con creces lo que esperaban. Costó bastante encontrar aparcamiento. A pesar de ello, perfecta. El espectáculo deportivo increíble. El ambiente inenarrable. Una gozada ver a todos esos pequeños dándole a la zapatilla. ¿Quién sabe cuántos de ellos no serán nuestras futuras estrellas deportivas? Lo más entrañable como siempre en estos acontecimientos, la carrera final de chupetines. Niños de 2 a 4 años corriendo en esa recta de 100 metros. Todo el mundo en pie aplaudiendo y gritando… ¡Emocionante!


Después... ¡Apareció la sonrisa!


El espectáculo estuvo rematado por una exhibición de Rock acrobático en el que participó nuestra amiga Cristina con sus compañeros de grupo de baile. Muy emocionante y atractivo también. A Miriam y a mí no nos faltó nada para pasarlo bien esa mañana. Aunque a ella todavía le sobró energía para unos minutos en la zona de juegos del Polideportivo.


Coletitas con su grupo de baile.

¡Rock acrobático!


Una jornada de las que quedan en la memoria.
Nuestra asistencia el año que viene está más que asegurada.

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Entrenamiento de ayer Miércoles:

Tocaba 2x1600 con 20' previos de calentamiento y otros 15' de vuelta a casa suaves.
Para ser la primera vez que hago series tan largas creo que no estuvo mal. El Mister dirá. Tal vez algo descompensadas. Hice la primera más rápido de lo debido y para la segunda, aunque creí ir más rápido, yo no debían de quedarme pilas.

1ª tanda: 8:30 llegando a 166px'.
2ª tanda: 8:27 llegando a 174px'.


¡La próxima vez se dará mejor! Esto es esperar el momento y poner más atención.


13 comentarios:

  1. Me alegro mucho que Miriam se quedara con ganas de otra carrera, buena señal.
    Se parece al padre en lo de tirarse al cesped cuando termina las carreras y en muchas cosas más... jejeje.
    Un abrazo ;-)

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  2. ¿Te ha gustado? ;-)

    Me dejó alucinado. Y mira que no me gusta emplear esa expresión, pero así fue. ¡Qué agallas! ¡Qué narices le echó!


    Síiiiiiiiiiii hacemos lo mismo. Es curioso. Me gusta tumbarme en la hierba al terminar una carrera si se puede, claro.

    Un abrazo, jefe. Oye... las series de ayer... ¿qué tal?

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  3. En tu próxima maratón repetirás las vivencias de tu hija y recordarás el día de esta carrera donde apretó los dientes y acabó por orgullo. Que historia más bonita, suerte tienes.

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  4. Felicidades a Miriam, lo importante es que termino y "disfruto", porque se quedo con ganas para la proxima, asi que ya estas haciendo una campeona, si señor.
    Menudo dia te pegaste no?.
    Felicidades compañero.

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  5. Uy, me parece que Miriam es tan cabezota y obstinada como el padre... menos mal que estaremos los amigos por ahí para llevarla por el buen camino.

    Por cierto, pepe, has visto mis series de ayer... estamos muy parecidos de forma... el domingo Getafe nos espera, y veo buenas sensaciones.

    Un abrazo

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  6. Bonita crónica... Felicidades, campeona.
    Slds

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  7. Crónica muy emocionante.

    Las carreras de los peques es lo que tienen: salida en tromba hasta que van reventando uno a uno. Lo he vivido cada fin de semana con mis sobrinos durante mucho tiempo.

    De todas formas muy bien por la peque. Es importante que haya acabado con ganas.

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  8. La series (millas) muy bien. Por lo que leo la primera se te fué un poco, no pasa nada, también es cuestión de práctica.
    Un abarzo y mucha suerte el domingo.

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  9. Qué buena crónica Pepe, qué padrazo!!! veo que tu hija esta dando sus primeros pasos como atleta, y lo mejor es que ya tiene en mente la próxima carrera jaja qué bien!! así es que empezamos todos, pensando en la próxima carrera!
    besos a tu niña!
    bss
    Tania

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  10. No te preocupes pepe a mi con las series me pasa lo mismo, si no me frenan empiezo rapido porque hay fuerzas y luego voy perdiendo fuelle, régulo muy mal, pero poco a poco se le va cogiendo el aire. Animo que eso pinta muy bien.
    Y lo de tu chica espectacular.

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  11. Quien a los suyos se parece honra merece, me has emocionado estas cosas de padres es lo que tienen
    un abrazo

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  12. Ya está Pepe. Miriam está ganada para la causa, creo que ya no tiene remedio. Esa pregunta es sintomática, aunque lo haya pasado mal por la inexperiencia de salir a lo loco tiene ganas de otra. Seguro que en la próxima te sorprende con lo bien que ha regulado el esfuerzo. Felicítala de mi parte. Y a ti también por comportarte como un padre ejemplar y darle todos los ánimos posibles, sin presión alguna. No todos lo hacen.

    Un saludo!

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  13. Qué linda crónica Pepe! Por cierto, en una de las fotos sale mi madre de refilón, estaba dando los regalos a los niños! Me alegra que Miriam haya podido sentir esta magia que te embriaga cuando te superas a ti mismo. Últimamente la gente me pregunta por qué compito tanto, y yo les respondo que solo compito conmigo misma. Apunto la frase, cuando no se puede, se puede, claro que sí. Un beso grande

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