martes, 29 de septiembre de 2009

Jornada por La Pedriza



AVISO:

Buenos días... Yo me alejo de la ciudad. Me voy a La Pedriza. Allí me espera un reto en bici. Hoy no trabajo hasta las 10:30 de la noche. En esto voy a aprovechar la mañana.

No quería decirlo hasta haberlo hecho, pero no me aguanto. Lo tengo todo preparado. En media hora me largo. Si todo va bien, subiré hasta arriba desde la entrada de la reja.

Salud y saludos para tod@s.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Flores fuera de lugar

Quiero hacerme eco desde aquí de un hecho del que tuve conocimiento ayer por casualidad, y pedir a quien pudiera ayudar e esclarecerlo que lo haga lo mas pronto posible.

Volviendo de hacer unas compras en el Carrefour de Las Rosas por el carril bici con mi mujer y mi hija, vimos una pequeña octavilla pegada en el suelo al borde del mismo carril y en algunos árboles y farolas del lugar junto unas coronas de flores que sólo de verlas daba escalofríos por ser el lugar tan inadecuado para tal estampa.


Dicha octavilla habla de un accidente de bicicleta ocurrido el pasado día 20 de este mes. Justo una semana atrás. El pasado Domingo. Un accidente que como cabe pensar, fue con resultado de muerte. Habla de un ciclista llamado Damián que resultó fallecido por un accidente en el carril bici del que parece ser no se tienen todos los datos que se necesitan para concretar lo ocurrido.

Tuvo lugar alrededor de las 11:30 h de la mañana. Una hora en que se me hace extraño que un Domingo no hubiera nadie cerca del lugar que viera nada.


Es por ello que pido desde aquí, lo mismo que se hace por los familiares desde la octavilla a quien pudiera aportar algún dato de valor, lo dejara saber o contactara conmigo. Ya me encargaría yo de hacerlo saber a los familiares que lo solicitan. Pinchando en mi perfil de usuario se me puede enviar un correo.

Hacía mucho que no entrenaba por aquel tramo del carril bici. Por eso no lo había visto antes en toda esta semana hasta ayer tarde. Terrible tener que ver flores como estas en un lugar que se supone que es de ocio y esparcimiento. Flores fuera de lugar.

Se agradecerá cualquier ayuda que llegue por aquí por mínima que sea. Ojalá sea así.
Mi más sincero pésame a la familia.




Por favor, extrememos las precauciones
y las buenas conductas por parte de
TODOS los que estamos implicados en
el uso de estos carriles bicis,
para que cosas
así no se repitan.
No cuesta tanto.
Perder la vida de
esta forma es lamentable.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Maldita dama negra - A Xavi Novell con admiración

Hoy no es día para sensaciones. Hoy la sensación es sólo una, y nada buena. Es la que te proporciona el regusto amargo de haber perdido a alguien a quien no puedes llamar amigo porque no lo conocías personalmente, pero que te importa lo suficiente como para llamarle compañero de afición. Y aunque nuestros deportes eran diferentes, el solo hecho de practicar deporte ya es suficiente nexo entre nosotros. Era un tipo vital, alegre y sano por lo que poco a poco he podido ir leyendo sobre él.

Hoy no es día para cifras ni resultados de entrenos, aunque el que ha habido se lo dedico a Xavi Novell, a su familia y amigos. A ellos dedico el madrugón y la sesión de 51 minutos que he hecho hoy antes de entrar a trabajar a las 7 de la mañana. Es poco o nada pero le he llevado en mi pensamiento en cada zancada.

El 21 de este mes recordaba yo brevemente a mi hermano al que perdí hace 31 años y qué poco sabía yo que 24 horas después iba a enterarme de tan tremendo mazazo como es siempre la pérdida de alguien, que de alguna forma sientes cercano sólo por moverse en tu círculo de amistades. La dama negra, como yo la llamo es cruel y traicionera y nunca sabes dónde te espera escondida. Si bien ninguna edad ni momento son buenos para morir – aunque de sobra sabemos que para eso vivimos el tiempo que nos toque -, cuando se lleva a alguien joven como es en este caso, y como muy bien ha escrito Carles Aguilar, un proyecto de vida quebrado por el destino, el dolor se multiplica.

No puedo decir mucho más. Tampoco lo podía decir antes. Llevo dándole vueltas a esto desde el Martes. Incapaz hasta ahora de escribir una sola línea. Sólo me he asomado para dejar un par de recuerdos solidarios en un par de Blogs o tres de quienes le conocían y compartieron su tiempo, su afición y sus sudores con él.

Xavi, estés donde estés, seguirás siendo un Massai difícil de olvidar para muchos. Puedes estar seguro.

Descansa en paz, amigo.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Saboreando el fondo - II - (Entreno con el GGM)

La brizna de hierba que tomé del suelo
del terreno de Faunia. Una frontera que
espero pasar pronto por mis propios pies.
Me recordará que alguna vez logré pisarla
por mis propios medios.





Ampliaré posteriormente...

8 kilómetros camino del Faunia en 50:52.
A 6:21 con dos primeros kilómetros al estilo trepidante del GGM.
Pulso: 154 de media y 164 de máxima.

Posterior sesión de gradas de tres tandas completas más transferencia.

Impensable para mí hace meses. ¡Impensable!


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La noticia del fallecimiento de Xavi Novell

me dejó paralizado y no pude concentrarme

en escribir antes la crónica del entreno del Martes

con el GGM.

Vaya desde aquí mi abrazo para la

familia y amigos de Xavi.

Descansa en paz, compañero.

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Entrenamiento con el GGM - Martes 22-09-09 / La crónica


Atendiendo a la propuesta de Fernando (GGM) de hacer con ellos mi sesión de ocho k de ayer – la primera de 8 k -, me presenté en Pavones a las 19:30. Nos juntamos ocho componentes del GGM. Se cumplían justos dos meses (21 de Julio) de mi penúltimo intento de acompañarles en el recorrido de un Faunia.

Pensé que era una buena oportunidad de probarme a mí mismo. Objetivos había varios. El primero, hacer mis 48 minutos. El segundo, hacer los 8 kilómetros. El tercero era el reto de ver si era capaz de aguantarles más tiempo que aquella vez en que no llegué ni al segundo kilómetro de la ruta hacia el Faunia. Me descolgaría de ellos en algún momento y a partir de entonces, iría a mi ritmo hasta completar mi sesión, reencontrándome con ellos en el punto de partida de Pavones.

La tarde, ideal de temperatura. Empezamos bien. Siempre empiezan bien para mí. A los 500 metros nos dividimos en dos grupos de cuatro. Delante, Claudio y otros tres empezando a apretar el ritmo. Detrás, íbamos los otros cuatro. Pablo y Fernando a mis costados. Pablo siempre pendiente de mí, y de paso sin parar de hablar con Fernando. Algo que no terminaré de entender nunca. Al ritmo que van y yo sin preocuparme de otra cosa que de llevar una buena respiración, respondiendo bien a los tirones a medida que iba aumentando el ritmo. ¡Con eso ya tenía bastante! ¡Como para ponerme a hablar! ¡Je!

En más tiempo del que creía rebasamos el punto que yo quería rebasar. Para mi sorpresa, me dice Pablo que ese ya lo habíamos dejado atrás un buen rato antes. Eso me alegró porque me encontraba muy bien. Y tal vez como íbamos hubiera aguantado un trecho más, pero un nuevo cambio de ritmo terminó de quebrar mis esperanzas. Según mis cuentas iban a 5:20. Demasiado para mi cuerpo. Aviso a Pablo que me descuelgo de ellos y que sigo a mi ritmo el resto de la sesión. Nos despedimos con la advertencia de que luego nos veríamos al final en Pavones.

Fueron quince minutos los que compartí con el grupo. Les aguanté 3 kilómetros. No era mucha la diferencia, pero quedé satisfecho. Las sensaciones eran bien distintas que las de la última vez. Entonces me faltaba el aire y casi ni sentía fuerza en las piernas. Esta vez no. Entonces me tuve que detener, esta vez no. Bajé las revoluciones y ajusté el paso a mi necesidad. Si me descolgué fue porque veía peligrar mis 48 minutos al paso de ellos. Y eso estaba antes que nada. Sobre todo intentar cubrir los 8 k.

Me planteé llegar a los 24 minutos como un punto de retorno. Ahí me di la vuelta y tomando el mismo camino volví a Pavones en tres minutos más de lo previsto. En vez de 48 minutos empleé 50:52. Para lo que yo creía que eran 8 kilómetros. Medido con la bici ayer por la tarde me salían 8.6 con lo que los 6:21 el k. podrían ser incluso 5:55, pero esto no me preocupa demasiado. Cuando lo haga unas cuantas veces saldré de dudas.

Lo que importa es que quedé muy contento. Muchísimo. En cierta forma me había vencido a mí mismo una vez más. Pulso: 154 de media y 164 de máxima. Lejos de aquella máxima de casi 180 que me hizo pararme temiendo algo peor hace dos meses. Incluso cuando iba con ellos no pasaba de 160. Iba sin perder el ojo al pulsómetro. No quería sorpresas. Las 164 las debí de alcanzar en algún cambio de ritmo de los que hice ya de vuelta a Pavones. El final lo hice esprintando por Carrantona hasta Pavones.

Cuando llegaron todos, fuimos a hacer unas series de gradas. Por fin sé de qué va lo de las gradas. Fue divertido. 7 ejercicios distintos y creo que tres tandas de cada uno. Luego 5 ó 6 acelerones para hacer lo que llaman la transferencia, que tampoco sabía lo que era. Todo esto me hizo darme cuenta de que ya voy teniendo algo que antes no tenía: fondo. Ahora es cuando voy saboreando el fondo. Ocho kilómetros completos y sin pensar en pararme ni una sola vez.

Una sesión muy completa y muy sudada. Sí, creo que ayer hice algo provechoso y muy didáctico. Tenía miedo de no terminar mis 8 kilómetros por quemar más fuerzas de las que estoy acostumbrado a quemar al principio, pero pude con ellos. ¡Pero no fueron 8, fueron 8.6! ¡Que conste!


Saboreando el fondo – I – (Carta abierta para mi entrenador Miguel)

Antes de hablar del entreno tan especial de ayer, quiero aclarar lo de “la vuelta al redil” que comentaba ayer.

No lo dije ni mucho menos como algo malo o como una queja. Ni siquiera como un lloriqueo. Miguel, sabes que trato de seguir tus indicaciones puntualmente. Lo consigo durante un tiempo, pero sabes que soy impaciente y muy competitivo conmigo mismo. Me reto continuamente a dar más de mí mismo cada vez que salgo.

Reconoce que continuamente me descarrío y tienes que andar detrás de mí para devolverme al redil. Eso era lo que quería decir. Reconoce que continuamente me tienes que estar reconduciendo. A eso y no a otra cosa me refería. No se me cayeron los anillos para frenar y empezar con un plan básico cuando ya llevaba dos meses y haciendo media hora. Tampoco se me van a caer ahora por reducir los cinco días a cuatro. Al contrario, hasta lo voy a agradecer. Trato de ser disciplinado.

Estoy a tus ordenes por completo, Miguel. Por completo. Con lo bien que me va con ellas… ¡cómo para no estarlo!

Un abrazo.

martes, 22 de septiembre de 2009

La voz de mi conciencia




Es una voz que siempre está presente. En guardia y de guardia las 24 horas.

Una voz que conviene escuchar. La voz de quien me respalda y anima pero que me dice cuándo debo echar el freno. No es otra que la de quien me dice hasta dónde, cuándo, cómo y cuanto debo hacer las cosas. Es la voz de la experiencia. No es otra que la voz de mi entrenador.

Y esa voz me recomienda levantar el pedal. Cosa que acato desde este momento. Reduzco los cinco días de sesión a cuatro. Trabajaré algo más de calidad y haré recorridos más sinuosos de los que vengo haciendo. Tendré más tiempo para descansar y recuperar. Tiempo habrá para esos cinco días.

Vengo estudiando diversos recorridos con ayuda del Google Earth que me resultan bastante atractivos. Uno de ellos pasa por Vicálvaro. Más o menos sería subir García Noblejas hasta Las Rosas, coger el carril bici dirección La Peineta, tomar el puente que lleva a Vicálvaro cruzando el parque y llegar a casa por Doctor García Tapia. Llegado al punto de Fuente Carrantona se me abren varias posibilidades de ampliarlo. Se podría traducir a recorridos de entre 10 y 15 kilómetros, cosa que me atrae bastante. Sobre todo por los lugares por los que pasaría.

Cosas así aún no están a mi alcance, pero me motiva soñar con que pronto lo pueden estar. Tacita a tacita. Nuevos horizontes. Nuevos terrenos. Nuevas experiencias.
También tengo una cuenta pendiente con esa Tapia. Me gustaría apuntarme a ella esta semana sin ir más lejos. En teoría no debería tener problema porque trabajo de mañana 8 horitas. En fin, pequeñas cosas que se irán viendo.

Gracias, Miguel.

lunes, 21 de septiembre de 2009

21 de Septiembre de 1978

No quiero que termine el día sin dejar este pequeño gran recuerdo hacia mie hermano mayor y su memoria.
Luis, querido Luis, aquél que fue mi hermano, mi amigo y un poco mi padre cuando hacía falta, a pesar de los 31 años transcurridos, me sigue pareciendo que fue ayer.

Descansa en paz y sigue cuidando de este loco que algún día te dedicará el esfuerzo de un Maratón.

¿Sabes, Luis? Te quiero.

¿Ocioso fin de semana? ¡¡Noooooooo...!!!

Haciendo las cuentas de lo hecho el fin de semana, los 7.6 kilómetros de la aventura del Viernes me salieron a 5:56. No me pareció ir tan rápido, pero debí de irlo. Da gusto cuando es así y no lo sientes. Lo haré más veces. Pulso 150 media 163 máxima.

El Sábado 19, la jornada fue multidisciplinar. 1h:30m de bici a hora muy tempranera para 23 kilómetros de bici a la vuelta del trabajo. Aprovechando para medir distancias de nuevos recorridos en el sentido Sur del carril bici. Horas después y tras haber dormido, 7 K que quería que fueran de intensidad en un terreno más trabajoso. Un circuito pequeño de 3 kilómetros de recorrido pero con abundantes cuestas pronunciadas.

45:10 de sesión. Y me costó dejarlo ahí, pero ahí lo dejé. Los 7 K salieron a 6:06 con 157 de media y 168 de máxima. Bien sudados.

El plato exquisito lo cociné la noche del Sábado. Tracé un plan algo enredoso de explicar, pero lo intentaré. Fui a trabajar en coche. El plan era volver a casa por la mañana al trote cubriendo 7 K haciendo el recorrido del Viernes a la inversa. A las 6:30 de la mañana. 12 grados. ¡Qué gustazo! Hasta vi como clareaba el cielo según iba corriendo. Me sentía el dueño de mis zancadas. Centinela del amanecer.
Fui relajado. Escuchando a Michael Jackson en el MP3 – cosa que no suelo hacer, pero que me apetecía -. Fueron 43:55 para esos 7 K que salieron a 6:16 con una sesión que terminó en 47:36 con un pulso de 149 de media y 156 de máxima. Muy, muy tranquilo. Viendo pasar el suelo bajo mis pies. Sin prisa.

Con eso no había terminado. Al llegar a casa cogí la bici y volví al trabajo. Dejé allí la bici y rescaté el coche. ¿Para qué? Para volver hoy Lunes por la mañana en bici a casa. Y esto porque para ir al trabajo ayer Domingo fui dando un paseo de 2 K y troté a paso muy liviano los 2 kilómetros y pico últimos. A paso de calentamiento. Fui directo y sin dar rodeos. El recorrido entonces no llega ni a 5 kilómetros.

Ha sido un fin de semana intenso pero muy bien disfrutado. Eso sí, ¡con qué ganas cogí la cama ayer Domingo!

Ahora, a seguir a por lo más in mediato, que es empezar a atacar los 8 kilómetros. Pero eso es a partir de mañana. Hoy me he tomado un merecido descanso. Es el premio que se han ganado mis piernas. Mañana toca sesión de 48 minutos, que me permitirán ir acercándome a esos 8 kilómetros.

viernes, 18 de septiembre de 2009

MARATHON MAN - 2ª PARTE


Esta es la solución al enigma planteado el otro día...

MARATHON MAN es una película que comienza con una escena trepidante. A mí me marcó tanto, que por eso la recuerdo como si la estuviera viendo ahora mismo. Se me marcó en la memoria a fuego.

El protagonista, Dustin Hoffman, interpreta el papel de un corredor de Maratón que para entrenar hacía el recorrido que mediaba entre su casa y la oficina en la que trabajaba. Así eran sus entrenos.

Hoy, yo he hecho eso mismo. Era algo que llevaba rumiando durante mucho tiempo. Si bien las proporciones de una y otra cosa no son comparables, el objetivo es el mismo. Este personaje se suponía que atravesaba la ciudad de una punta a otra. No estoy seguro de si se trataba de Nueva York o de otra ciudad. En mi caso se trata de apenas 5 kilómetros que yo me las he apañado para convertirlos en 7 con un pequeño rodeo en la zona de Las Rosas.
Y además este personaje contaba con otra ventaja con la que yo no cuento. Tenía duchas en el trabajo. Yo no. Yo tengo que tirar de mi neceser de aseo y conformarme con él.

Han sido 45 minutos para esos más de 7 kilómetros, porque encima me he encontrado con la grata sorpresa de que me ha sobrado tiempo. Algo que no había previsto ni en mis mejores pronósticos.

Había medido el recorrido en días anteriores por tres veces. Dos con coche y una con bici. Lo tenía todo estudiado. Ya digo que llevaba tiempo queriendo hacer esto. (Cualquier día de estos me dejo caer por Diana en alguno de estos entrenos, Miguel).

Sonó el despertador a las 4 y media. Un poco antes de lo acostumbrado. Entraba a las 6:30. Desayuno ligero, ducha y listo a las 5:00. Lo tenía todo preparado de la noche anterior. A las 5:15 y con una pequeña mochila, cosa con la que no había corrido nunca, pistoletazo de salida rodeado de 10 estupendos grados. Si algo salía mal, tenía margen suficiente para no llegar tarde al trabajo. Lo que se suponía que eran 7 kilómetros lo he cubierto en 40 minutos. El resto del tiempo ha sido para ir enfriando el cuerpo. Había llegado a mi destino que era de lo que se trataba.

Alguno pensará que estoy loco, y lo admito. Pero soy un loco romántico de las carreras de fondo. De siempre lo he sido.

Este era el misterio de MARATHON MAN que ya no tiene misterio.

En cualquier caso, lo más positivo que saco de esto es que la sesión de hoy ya está hecha. Lo que no sé ahora es cómo volveré a casa esta tarde. Seguro que ni en autobús ni en metro. Seguro.

jueves, 17 de septiembre de 2009

42 minutos más, 42 minutos menos.

Me gustó el entreno de ayer. Tranquilito y con nuevo recorrido por el carril bici dirección Sur desde García Tapia. El sentido opuesto al que hago habitualmente. Tenía ganas de ver diferente paisaje.

42 minutos de carrera continua sin estar pendiente del paso por kilómetro porque además no sé donde caen. No lo tengo medido. Simplemente eso, 42 minutos para unos 6 K con 147 de media y 157 de máxima.

Para hacer la cantidad de cuesta arriba que hice, quedé más que contento. Y es que esa subidita de Miguel Hernández tiene narices. ¡Qué mal recuerdo tengo de ella! Está en mi lista de asuntos pendientes. Hay algo personal entre esa calle y yo. Tengo ganas de atacarla un día de estos desde abajo del todo. Eso sí que será un trabajo de calidad.

¡¡Hoy descanso!! Mañana serán 45 minutos. Creo que esta semana sí va a ser de cinco sesiones.
Muy mal se tiene que dar para que no lo sea.

PD: Debo añadir que por si acaso salí con chubasquero. Por suerte no me hizo falta, pero con todo, llevo mucho mejor el frío, incluso la lluvia o la nieve que el calor.

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¡¡ 220 DIAS PARA MAPOMA 2010 !!
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martes, 15 de septiembre de 2009

MARATHON MAN

Los entraditos en algunos años recordarán esta película inspirada en esta novela...

MARATHON MAN - 1976
El Domingo, hablaba de un entrenamiento especial que iba a hacer el Lunes. No pudo ser. Ni siquiera hubo entreno.
El entrenamiento de ayer Martes, aún siendo especial quedó en una sesión rutinaria de 42 minutos. Pero mañana... mañana Miércoles, el entreno va a ser especial de verdad. Sólo si lo hago, que espero que sí, explicaré de qué se trata. Esa es la sorpresa que me reservo.
Si recordáis la trama de la película o cómo comienza, entenderéis el mensaje.
Esta película en sí es la pista de lo que haré mañana.
¡Y hasta ahí puedo leer! Mañana más.

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ESTE TEMA QUEDA EN SUSPENSO HASTA EL VIERNES PRÓXIMO
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Artículo de ayer, Entrenando la voluntad, ampliado.
Ahora me he quedado a gusto. Hay sensaciones
que se tienen y no se debe dejarlas pasar de largo.
Me gusta que quede constancia escrita de todo.



Entrenando la voluntad

Hoy, a las 7 de la mañana ya tenía los deberes hechos.

Con 11º de temperatura, 43 minutos de sesión para 7 kilómetros a 6:09.
Una sesión que debería de haber sido de 42 minutos, pero para 300 metros que me quedaban para completar los 7 kilómetros, lo he redondeado.

Pulso: 146 media - 156 máx. (¿Está bien así, Jefe? Sí, sí, Miguel. A ti te pregunto.)

Buscando la hora de carrera continua. (-18 min).



=============== ANEXO : ===============



Hay días que son para entrenar y fortalecer el cuerpo y otros que son para entrenar la voluntad de hacerlo.

Ayer Martes era uno de esos días. Cuando uno sabe que el margen que le va a quedar al cabo del día para entrenar va a ser a partir de las 10 y media de la noche, o que incluso puede ser que no salga, porque al cuerpo le va a sentar más mal que bien, sólo queda una opción que es madrugar.

A las 5:30 me levanté ayer. Que para no tener que ir a trabajar, es un pecado. Hacía un frío que pelaba. Frío de verdad. No me lo pensé malla larga y dos camisetas, una técnica y encima de ella una de algodón. La de la carrera de Colmenar de Oreja. Lo de ponerme esa camiseta ya es morbo. Lo hago para que sepa lo que es correr más de 6 kilómetros. Para que lo sepa y para que no se le olvidé como aquél día de Agosto.

Cuando así a la calle, me encontré con los 11º en la marquesina del autobús. Y yo tan cómodo y tan contento dentro de mis dos camisetas.

Allí al frente y muy arriba, me contemplaba de nuevo una hermosa luna en cuarto menguante con los cuernos apuntando a lo alto. Yo es que siempre la veo hermosa esté en el cuarto que esté. Me inspira, me baña, me habla, me susurra y me acompaña.

Acostumbrado a correr siempre sólo, a la luz del día no tengo problema. Sobre todo si me acompaña mi mujer. Pero de noche, me gusta verla ahí cuando la toca estar visible. Y cuando no, me concentro en las puntas de mis zapatillas. En algo tengo que ocupar mis pensamientos mientras troto.

Ayer, mi objetivo era concentrarme en llevar un mismo ritmo constante de principio a fin. Quería tratar de ignorar al terreno cuando fuera ascendente para recorrerlo al mismo paso que si fuera llano. Creo que lo conseguí. El kilómetro que tanto se me atraganta del puente de Vicálvaro se me hizo bastante más llevadero. Cuando me quise dar cuenta, ya lo estaba terminando. Todo es mentalizarse.

Ese kilómetro será el que elija para hacer sesiones de trabajo o de calidad. En ocasiones se hace agónico, pero ya le haré doblar las rodillas.

Fue un buen entreno. Logré el objetivo, vencí a la hora, al frío y al kilómetro maldito.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Fin de la semana

Termino la semana con 17 kilómetros en los que ha habido un poco de todo. Exactamente la mitad de los hechos la semana anterior. Esta semana se ha quedado en tres de cinco sesiones.

Hoy por la mañana, a las 10:30, con 21º deliciosos y refrescantes, sesión de 42 minutos para hacer 7 kilómetros en 41:52 a 5:59. Pulso: 158 de media 170 de máxima. La lluvia de la noche anterior se dejaba sentir agradablemente en el aire.

Esta sesión me ha servido para darme cuenta de que a partir de aquí, las cosas van a ser un poquito más duras. Pero sólo un poco. La semana que viene va a ser para hacer minutos. Tranquilamente. Salvo un entreno de intensidad que haga, el resto va a ser para hacer los recorridos con la calma que requieren.

No lo he pasado mal esta mañana, pero ha habido un momento en que he tenido que levantar un poquillo el pedal. Las pulsaciones se desbocaron un poco en el peor de los 7 kilómetros, y sigo siendo muy riguroso con los excesos. Bajé el ritmo para nivelar y me salió bien, porque al final salieron los 7 a menos de 6 minutos. Incluso pude apretar los dientes para hacer el último en 5:45. Luego recuperé muy bien, sin probemas. Y muy contento. Mucho.

Creo que esto sigue yendo por buen camino. El entreno de mañana va a ser una experiencia interesante. A ver si puedo hacerlo para contarlo. Me hace ilusión lo que voy a hacer, pero me reservo la sorpresa. Serán 42 minutos de c.c.

La hora de c.c. se va acercando. Ese es mi primer objetivo.

Viviendo a contrarreloj


Podemos correr contrarreloj si queremos. Lo triste, es darse cuenta de que vivimos contrarreloj aunque no queramos.

Salí a correr el Jueves después de tres días sin hacerlo. El Viernes, de nuevo no hubo hueco para ello. Ayer Sábado, el asunto peligraba de nuevo. Once y media de la noche y sin saber qué hacer. Correspondía sesión de 39 minutos.

Tareas caseras ineludibles, compras, gestiones de electrodomésticos que se averían y necesitan ser sustituidos... Total que me veía haciendo cuentas para tratar de no perder una nueva sesión y no sabía cómo hacerlo. Si sumaba los tiempos necesarios para esta sesión, se me hacía una hora imposible. Calentamiento + sesión + estiramientos = las mil y gallo.

Entonces se me iluminó la bombilla. Me dije: "¿Y si hacemos unas series?" Pensé en series de 500, pero me parecía poco. ¿De 1000? Eso podía ser demasiado. Y entonces la bombilla pegó el fogonazo. Pensé: "Si hay que ajustarse al tiempo del que se dispone habrá que hacer menos, pero ya que hacemos menos, ¿por qué no lo hacemos más intenso?"

Así que ni corto ni perezoso, opté por hacer sólo 4 kilómetros, pero a ritmo exigente. Con intención de que me salieran a 6 minutos máximo. Quería ver si era capaz de llevar un ritmo constante a la vez que exigente durante más de 3 kilómetros. Así que allá me lancé. Era una apuesta fuerte, pero la acepté sin miedo.

Me vi muy cómodo. Demasiado cómodo a lo largo de los 4 kilómetros. El "susto" vino después al ver el crono. Mi impresión era que la cosa había estado entre 5:45 y 6:00 el kilómetro. Pero las cifras fueron otras que me dieron una sorpresa muy, pero que muy grande. El paso por kilómetro había sido de 5:27, 5:38, 5:11, terminando el último de los 4 en 5:02 con un total de 21:18 para los 4 kilómetros. Promedio más que generoso: 5:20 el kilómetro.

Llevé ritmo constante en todo el recorrido. Únicamente apreté algo más en el último de los cuatro, pero aún así no esperaba esas cifras. Para mí es algo muy, pero que muy bonito ver en el crono eso de 5 y algo. ¡Me motiva! ¡Me da esperanzas!

Creo que semanalmente haré al menos una vez este tipo de test que gradualmente podría ir ampliando en recorrido.

Para completar los datos, el pulso quedó a 154 de media y 170 de máxima. Y también creo que la temperatura me ayudó mucho en esto. Hacía unos fresquitos y agradables 24º nocturnos.

Hoy, debería tocar sesión de 42 minutos de c.c. Veremos cómo se da.

viernes, 11 de septiembre de 2009

¡Qué largos pueden ser tres días sin correr!

¡Pero qué largos!

Anoche, a las 22:30, a 28º, después de tres días teniendo aparcadas las zapatillas por abligaciones de horario laboral, por fin pude salir a correr.

Quince minutos de calentamiento y sesión más que tranquila de 36 minutos para hacer algo menos de 6 kilómetros. Hice los 5 kilómetros a 6:19. Pulso: 153 ppm de media y 163 ppm de máxima. Luego rematé con un kilómetro con cambios de ritmo en 5:03.

Muy bien, disfrutando, pero sintiendo el parón. Pero cuando no se puede no se puede, y además, es IMPOSIBLE. Esta semana la recortaremos de 5 a 4 días. A ver si hay suerte y no tienen que ser 3. Hoy no he podido madrugar lo suficiente para salir antes de ir a trabajar y tendré que correr de nuevo por la noche. Menos mal que por lo menos el finde libro. Ahí sí que no habrá problema.

Aprovecharé para medir el carril-bici para ampliar el recorrido porque se ma ha quedado pequeño. Cuando llegue a los 7 kilómetros tendré que buscar nuevo itinerario.

Lo importante es seguir siempre hacia delante. ¡Siempre hacia delante!

miércoles, 9 de septiembre de 2009

9 del 9 del 9

Una buena fecha para los amantes de la numerología.

Y ya que hablamos de números, dejo aquí el plan de entrenamiento que seguí durante dos meses y medio para llegara hasta donde estoy, acercándome a los tres cuartos de hora de carrera continua.

Es por si a alguien que se decida a empezar en esto desde cero, le pudiera resultar útil.
Es cómodo, sin exigencias. Se puede llevar con mucha calma y sin agobios. Lo digo por propia experiencia, mi trabajo es de turnos bastante difíciles para sacar tiempo para dedicarle a esto, y sin embargo lo he podido sacar adelante.

Tampoco es nada aburrido aunque sobre el papel lo parezca.
Al final citaré la fuente de donde lo extraje, pero es un plan muy conocido.

Todo vino por un mal entreno que estaba llevando a cabo por mi cuenta, sin pies ni cabeza y que no me llevaba a ninguna parte. Fueron diez semanas que de momento ya han empezado a darme sus frutos. Creo que nunca había corrido más de media hora con la comodidad con que lo hago ahora.

Me sugirieron plantar unos buenos cimientos para tener una buena base y yo a este plan lo rebauticé con el nombre de Plan Cimientos. ¡Y eso es lo que ha sido!

Se trata de 10 semanas de cuatro sesiones cada una, que en total suponen media hora de entreno por sesión. Estas son las pautas de cada una de ellas:

2x4x5
3x3x5
5x2,5x4
7x3x3
8x2x3
9x2x2+8
9x1x3
13x2x2
14x1x2
30

Tomando la primera semana, podríamos leerlo de esta forma:
2 minutos corriendo, 4 minutos andando, repitiéndolo 5 veces, que nos dará un total de 30 minutos de ejercicio. La carrera debe ser totalmente aeróbica, porque es lo que nos dará una mejor adaptación del cuerpo al ejercicio y poco a poco veremos incrementada nuestra capacidad de resistencia en carrera continua.

Así hasta llegar a la última semana en que haremos 30 minutos de carrera continua.
Es un buen plan para empezar. Lo puedo asegurar. Requiere algo de paciencia, pero si se tiene interés en ello, se ven llegar los resultados.

¡ Ánimo, suerte y a por ello!

La fuente de este plan procede del libro Correr - Amby Burfoot - Desnivel Ediciones.
Es un libro que me regaló mi compañero del GGM y amigo Emilio Comunero.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Expediente X

Entrenamientos del fin de semana:


Ambos días tocaba sesiones de 36 minutos que me deberían bastar para llegara a hacer 6 kilómetros. Y así fue. Por el carril-bici en el que pienso seguir hasta alcanzar los 10 kilómetros.


El Sábado, un entrenamiento muy satisfactorio. 6 kilómetros en 35:20 a 5:53.
Pulso: 155 - 162. Rematado con un último kilómetro con cambios de ritmo en 4:57.


El Domingo, salí con intenciones de contemplar el paisaje. (Eso creía yo. La sorpresa, nueva sorpresa vino después.) Primer kilómetro en 6:06. Tenía la impresión de ir pisando huevos. Me equivoqué. Quería correr más lento. Lo intenté. Segundo kilómetro en 6:06. Parecía que el crono se reía de mí. El pulso en todo el trayecto bajísimo, entre 144 y 158 al final. ¡Ni siquiera a 160! Sin saber qué hacer para bajar ese ritmo al que se negaban mis piernas, hice el resto sin ir pendiente del crono. Al terminarse los 36 minutos me quedaban apenas unos metros para completar los 6 kilómetros. Los hice para rematar la faena en 36:58. Las cuentas me daban 6:10 por kilómetro. Lejos de los 6:30 que buscaba. Pero no acabo de entenderlo. ¿Es que se me ha olvidado ir más despacio? Y no es arrogancia. Lo digo en serio. Iba con una comodidad que no esperaba alcanzar tan pronto. Cuatro meses de entreno tampoco son para que pase esto.


Hace días leí el post YO ME CONOZCO del amigo David Rodríguez Roures y me acordé mucho ayer de lo que explica en él. A veces crees que vuelas y ni siquiera despegas. Y otras, crees que vas más despacio que nunca y resulta que vas como siempre. El cuerpo te da esas sorpresas aunque creas que lo conoces. A veces las sensaciones y el cuerpo engañan. Es cierto.

( ¡ Un saludo, David ! )

Cuando hice ese kilómetro para rematar el Sábado me pasó lo mismo. Creía que habría hecho como poco 5:30. Me pareció que tenía 1.500 metros en vez de 1.000, pero inexplicablemente -para mí -, salió en 4:57.


Esta semana termina con 34 kilómetros. La semana que comienza debería terminarla con una sesión de 42 minutos. Si todo sigue bien, alcanzaré la cota de los 7 kilómetros o acercarme a ella. con lo último me daría por contento.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Un poema escrito con las zapatillas

¿Se puede escribir un poema con las zapatillas? Creo que sí.

A mí ayer me salió uno.
Jamás había hecho un entreno como el de ayer. Nunca me había pasado nada parecido.

Salí a las 21:00. Con la última luz de la tarde. Temperatura, 29º. Algo más de calor de lo que hubiera deseado, pero tampoco quería salir de noche cerrada. No me apetecía.

Al fondo de la recta donde empiezo mi recorrido, una hermosa y espléndida luna llena. Recorrí esos 470 metros sin apartarle prácticamente la vista. Con cada zancada, me dejaba bañar por su brillo en contraste con un azul que poco a poco iba siendo más oscuro. Parecía tener luz propia. Sentía entrar en mí su energía.

Una vez me metí en el carril-bici camino de Las Rosas, me di cuenta de que no había notado como otras veces que me costara ponerme en marcha para coger el ritmo, cosa que me pasa siempre en el primer kilómetro de cada sesión.

Esta sesión consistía en hacer 33 minutos de carrera contínua. Lo que no esperaba era el resultado final. Me salieron 5 kilómetros en 30 minutos clavados. Ya se está convirtiendo en costumbre. Bien. Pero lo mejor de todo no es eso. Lo mejor de todo es que por primera vez me salieron más de 3 kilómetros en constante disminución. Al tercer kilómetro yo siempre me hundía y de ahí en adelante los kilómetros se disparaban a mayor tiempo que los dos primeros. Siempre había sido así hasta ayer.

Y ayer, sin proponermelo conscientemente, me salió esto:6:08 - 6:01 - 5:47 - 5:46 - 5:40 más 3:00 para completar los 33 minutos.Todo esto con un pulso medio de 154 y un pulso máximo de 162.¡Cinco kilómetros en constante descenso! Para mí, todo un récord.

De propina, después de recuperar, hice dos kilómetros más con cambios de ritmo de un minuto hasta llegar a casa. El último de estos dos kilómetros me salió en 5:15. Y terminé estos dos kilómetros con 155 pulsaciones.

No fue un poema escrito conscientemente, me salió solo, pero ahí queda. Seguro que lo quiero repetir a posta y no me sale. Estaré pendiente de la próxima luna llena por si acaso. ¿Quién sabe?

¡Qué buenas vibraciones para mi cuerpo! ¡Qué bien me sentía!
Hoy tocan 36 minutos de carrera contínua. Si va bien, rebasaré el paso elevado de Carrantona con O'Donell de regreso a casa. Es otra barrera psicológica a romper. Cada día un reto, una motivación un aliciente distinto. ¡Y que no falten!

Insisto, jajaja... ¡Zumo de remolacha!

El zumo de remolacha ataca de nuevo...

Así es como lo preparo. Ayer di con el punto exacto de la cantidad de agua: 300 c.c.
Esa es la cantidad ideal para que quede más bebible.












¡¡¡ Y listo para tomar !!!
¡SALUD Y SALUDOS PARA TODOS!

jueves, 3 de septiembre de 2009

¡Zumo de remolacha! ¿Quién quiere probarlo?


Esta fotografía está tomada del Blog:

Desde hace unas semanas se viene hablando por todas partes sobre las excelencias de este producto natural y sobre todo, de cara a los beneficios que aporta a los deportistas en general, y en particular a los practicantes de deportes de resistencia.


Como me parece que ese es nuestro caso, aquí lo traigo por si alguien no ha oido hablar de ello.


Todo viene por un estudio realizado en la Universidad de Exeter - Reino Unido.Entre los muchos beneficios que aporta, incluso hasta para el hígado, "los investigadores aseguran que el hallazgo podría ser de gran interés para los atletas de resistencia, para los ancianos que quieren practicar deporte o para sujetos con problemas cardiovasculares y respiratorios." Siempre basado en los comentarios que he leído, aumenta el rendimiento del deportista hasta en un 16%, reduce el consumo de oxígeno y retrasa la aparición de la fatiga muscular en el ejercicio deportivo.

Aparentemente e incluso para el olfato puede no resultar agradable para muchos. Según encuesta realizada en casa, nos repartimos al 50% el gusto de tomarlo. Yo, vengo tomándolo diariamente desde hace 15 días. Yo sólo puedo decir que me gusta. Ya me he habituado a él y me hago uno de más de cuarto de litro todos los días.

Receta personal según le he cogido el tranquillo a la elaboración de este zumo:

-Troceo una manzana en cuadraditos quitándole el corazón. Sin mondarla. Golden o Reineta, eso va en gustos. A mí me gusta con cualquiera de las dos.

-Dos remolachas si son pequeñas o una si es grande.

-- Pongo en el fondo de la licuadora las remolachas tal cual vienen.

-- Las cubro con la manzana troceada.

-- Añado 1/4 de litro de agua y licuo.

Queda algo espeso pero se arregla ajustando la cantidad de agua al gusto de cada uno.

A mí me gusta así.

Os lo recomiendo. ¡Probadlo!


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ENLACES CON INFORMACIÓN
SOBRE EL ZUMO DE REMOLACHA
Y SU PREPARADO

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¡ Alea jacta est !


¡ La suerte está echada !
Veo carrera en el horizonte. Para el mes de Octubre. Concretamente el 18.
Y no es una carrera que estuviera planeada. No ha podido ser más improvisado.
Animado por mi amigo y entrenador Miguel, hoy mismo me he inscrito para esta carrera. La correré junto a él y junto a su mujer, que recientemente se ha enganchado a este mundillo nuestro. Ya tiene en su haber la pasada Carrera de la Mujer.
Entre lo que llevo hecho, lo bien que me encuentro y una pizca del optimismo que llevo por bandera, creo que podré con ella. Esta sí que la voy a disfrutar.
Sólo espero que Celina no se enfade por aceptar este reto y no el de la Carrera del Movimiento de la Paz el 19 de este mes.
¡ 234 DIAS PARA MAPOMA 2010 !