martes, 31 de agosto de 2010

¿Existe La Peineta?


Viéndola allí lejos, a mucha distancia, oculta entre los árboles, se diría que sí existe. Pero lo cierto es que ni andando ni corriendo, consigo llegar a ella. Me está negada. He conseguido encontrar el paso donde está el puente cortado desde hace años. El puente que antaño cruzaba con la bici y que me llevaba hasta su fachada, para luego volver a casa, sigue cortado. Pero eso es todo lo que he conseguido averiguar.


Aunque la pregunta no es esa. La pregunta correcta debería ser: ¿existe el paso para llegar a La Peineta? ¿Dónde diantres está? Las imágenes del Google Maps no ayudan mucho porque no están muy actualizadas que digamos. A ver si alguien me lo pudiera decir, porque la única alternativa posible que me queda pasa por ir allí en bici y ponerme a explorar con más comodidad.

El Sábado pasado hice 6 kilómetros desde Las Rosas hasta donde se ve en la imagen de abajo. Los hice a las 10 de la mañana ya con mucho calor. Me salieron a 5:57. Pero eso es lo de menos. Mi propósito era llegar a La Peineta y me quedé con las ganas. Veía con desesperación que me desviaba cada vez más a la izquierda y La Peineta, siempre a la vista, se alejaba y se alejaba. Pregunté a alguien y la respuesta no me gustó. Tenía que hacer otra barbaridad para llegar a mi destino. De modo que paré y descansé un rato para hacer esas fotos. Pasado un rato, emprendí la vuelta por el mismo camino en un camina-trote hasta llegar al coche y para casa. No era plan correr todo el recorrido con el calor que ya apretaba. Otro día será.


PD: En este momento me dispongo a salir. Tengo una cita con una dama. Una cita largo tiempo esperada. Seguro que la pillo despeinada como siempre. Hasta ahí puedo leer.

domingo, 29 de agosto de 2010

Circuito Diego

El último entreno de la semana, será el primero y tal vez el unico que comente de esta semana que ha sido - y aún no ha terminado -, una semana realmente complicada. Muy complicada de horarios de trabajo que me han engullido por completo, como para poder tener el Blog al día.

Fuera del trabajo, la cosa no anda muy tranquila. El Hospital Severo Ochoa de Leganés nos tiene en vilo a la familia por motivos que se podrán suponer y acontecimientos que desembocarán en breve en lo que uno no desea.

Esto a parte, el entreno de hoy ha consistido en un recorrido al que le tenía ganas. No muy exigente, pero con dos tachuelas importantes. Dos retos de los míos que quería hacer en una misma sesión: subir Albasanz desde esquina a Santa Leonor y Avda Daroca hasta Fuente Carrantona desde la calle Francisco Largo Caballero.


Con haber conseguido superar esas dos tachuelas satisfactoriamente, la satisfacción más grande ha sido ver a mi compañero y amigo Diego en la garita al pasar por delante del trabajo en Simancas. El saludo ha sido breve pero emocionante. Gran apoyo el que tengo por parte de este amigo. Esperaba alcanzar las 170 px' subiendo la calle Albasanz, pero no antes. Sin embargo al verle, me he puesto a 170px' con las que he entrado en Albasanz y no he soltado hasta llegar a la calle Alcalá.

Diego, perdona pero no podía pararme demasiado. Ya te lo dije. Pero hacen falta pocas palabras entre nosotros. Este circuito de entrenamiento lleva desde hoy tu nombre. Ya lo sabes. Un abrazo.

Han sido 9.3 K. en 58:37 a 6:18 con 161px' de media 173px' de máxima.
Temperatura, a las 7:45 que he comenzado, menos de 20º. Me desperté irónicamente a la misma hora en que entro a trabajar por las mañanas. A las 6:30. Después de desayunar y hacer los preparos convenientes, me lancé en busca de un rodaje largo pero tranquilo. Al menos buena parte del principio del recorrido lo ha sido. Vuelvo a buscar fondo y no velocidad.

Esa caida de pulso en el K4 no es real. Hoy no me he parado ni a beber agua. La he bebido sí, pero sin parar. Ya voy estando mejor entrenado en eso que a veces es tan difícil de hacer en carrera. 

miércoles, 25 de agosto de 2010

50 y... pa'lante...

¡¡ Siempre hacia delante !!

Pastel-Brownie, manufactura de Ana Isabel,
mi hija mayor. Decoración, a cargo de Miriam,
mi hija pequeña. Dos buenas artesanas.

 
Suele pasar que siempre se queda uno con la celebración de su último cumpleaños como el más feliz que ha celebrado nunca.
Con el celebrado en el día de ayer junto a mi familia y ese gran abrazo que he sentido como muy cercano de muchos y muchos amigos, no podía ser menos.

Por muchos y variados motivos, fue muy especial.

Desde aquí, gracias de corazón
y un fuerte abrazo a todos.
Os he sentido realmente cercanos.
Soy afortunado.





martes, 24 de agosto de 2010

Sí, hoy es mi cumpleaños


Y yo, no es por fardar, pero no los siento. Son cincuenta nada menos. Y no me impresionan ni escribiéndolos con letras. ¡Cincuenta! ¡Medio siglo, como decía mi padre!

Mi DNI dice eso, pero yo creo que miente. Que no falte salud que es lo que más falta hace.

Nada, que en el momento que pueda ser espero invitar a tantos como haga falta. Ya lo sabéis.

lunes, 23 de agosto de 2010

Los días que estamos viviendo


Hace unos días recibí de mi amigo Diego una impresionante colección de fotografías de un experto en la "Fotomanipulación", Es un fotógrafo de 23 años llamado Erik Johannson.

Creo que esta imágen define por sí misma los implacables días de calor que estamos viviendo en este mes de Agosto. ¿No os parece? No he podido resistir la tentación de compartirla.

Para los próximos días, hasta el Viernes, temperaturas en aumento hasta rozar los 37º. Las mínimas para no ser menos, también irán en aumento haciendonos pasar alguna que otra mala noche, presiento.

15 - 34 - 30


La lectura de esta entrada es altamente NO RECOMENDABLE.
SE DESACOSEJA encarecidamente no seguir el ejemplo.

Como otras veces, no se trata de una jugada de rugbi. Son sólo las coordenadas del entrenamiento llevado a cabo en el día de hoy.

Al llegar a casa sobre las 9 de la mañana después de trabajar y resolver un problema en el coche de mi mujer, he desayunado lo que puede verse en la imagen. Un café debidamente escoltado que me ha llevado directamente a la cama. No era lo planeado, pero era lo que me pedía el cuerpo. Y al cuerpo hay que darle lo que pide si luego quieres que te dé lo que tú le pidas.

Sobre las 2 de la tarde me he despertado. A las 3, - las 15:00 horas -, debidamente calzado y vestido para la ocasión me he lanzado a la calle. 34º mínimo en el aire. Previamente bien hidratado y gorra en la cabeza. Lo pensado, 30 minutos como mínimo con la intención de no superar las 160 pulsaciones rodando muy, muy tranquilo.

Lo primero lo he conseguido, que ya es un logro. Aguantar 30 minutos con esa temperatura no es fácil. Lo segundo, ya es otro cantar. 156px' de media y 168px' de máxima. Pero por lo regular he conseguido ir todo el tiempo entre 165 y 166 de máxima. Si en mí es difícil tener eso controlado, con estos calores mucho más.



Lo que no está escrito es lo que he podido sudar en los 4.5 kilómetros que han supuesto esa media hora de trote. He sudado más de lo que había bebido. ¡Qué bárbaro! ¡Qué charcos iba dejando a mi paso!
Los 4,5 kilómetros, a 6:41. Más tranquilos imposible.

OJO: Acabo de ver que hay previsiones de que de aquí al Viernes, las temperaturas vayan en aumento. Incluso las mínimas. ¡Ojito!

domingo, 22 de agosto de 2010

¡¡ Un refresco, por favor !!


He sudado mucho estos últimos días. Como cualquiera. Necesito un refresco. Espero que ver estas imagenes de La Vicalvarada tambien refresque a más de una y de uno.


Volvieron las temperaturas irrespetuosas con el ser humano. Las sombras se recalientan y se derriten. De casi nada nos sirven ya.
Resignación. No queda otra.

Vedlos pero sobre todo, escuchadlos. Escuchad ese rumor del agua. Es una delicia correr cerca de esa ría o alrededor de ella.

jueves, 19 de agosto de 2010

Otra vuelta de tuerca


Eso es lo que le estoy cogiendo a este circuito de sólo 4,5 kilómetros. Cortito, pero que me está sirviendo para encontrar esa punta de velocidad que da gusto tantear de vez en cuando.
Tres veces lo he hecho en las últimas tres semanas. Viendo los resultados, me llama la atención la relación que hay siempre entre temperatura y pulsaciones. 

El Martes pasado, lo hice con ganas renovadas gracias al resultado de la Carrera de Colmenar de Oreja. Quería comprobar si aquello tenía una base o fue fruto de mi cabezonería. Y pude comprobar que no, que hay más en mis piernas de lo que yo creía. Si la segunda vez que lo hice bajé el tiempo en 2 minutos, la noche del Martes volví a bajarlo en casi otros dos minutos para dejarlo en  25':10" a un promedio de 5:36. La temperatura era de 23º según una marquesina a las 23:55 pero con fuerte bochorno para esas horas de la noche. A pesar de eso noté con mucha alegría que las piernas me daban lo que las exigía en cada momento y mejor aún, que era capaz de soportarlo y mantenerlo.

Esto me anima a ir aumentando este circuito poco a poco para seguir haciendo lo mismo cada cierto tiempo: una carrera corta pero rápida. Una vez a la semana creo que estaría bien.


Esta vez se me olvidó poner el sensor de pie cuando ya llevaba recorrido cerca de 1 Klm. ¡Siempre lo mismo! ¡Mira que me ha pasado veces! ¡Y la rabia que da!

De momento, mi máximo objetivo es conseguir ese ritmo constante que te da la seguridad de poder conseguir algo bueno en una carrera. Tal vez algo lento todavía, pero constante y seguro. Me gustaría que los 5:30 se fueran convirtiendo en algo alcanzable y habitual para mis piernas. Estoy detrás de ello.

¿Otro pellizco de egoismo optimista? Qué bien se queda uno cuando las cosas salen bien.


Ayer no pude entrenar. Hoy entrenaré por la tarde. Puede ser que en el Parque Lineal de Manzanares por primera vez. Un lujo que quiero conocer.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Se desvela el misterio...

Carrera Virgen de Agosto 2010.
Colmenar de Oreja.


En un tranquilo paseo por el pueblo nada más llegar,
pude disfrutar de la calma de sus calles
vacías y silenciosas.

Esto fue el Domingo 15 de Agosto:

En su momento me corría prisa correr mi primer maratón antes de cumplir mis 50 años. Toda la vida queriendo correrlo y al fin lo conseguí el pasado mes de Abril en el Mapoma 2010. Ahora, también me corría prisa hacer algo bueno antes de mi cumpleaños, y que creo que también lo he conseguido.







Ahora se entenderá mi insistencia en las últimas semanas en correr bajo fuertes temperaturas a horas inapropiadas para aclimatar el cuerpo – siempre con la moderación y la prudencia debida -. Era fundamental para soportar esta carrera decentemente.

Este era mi pequeño secreto...


Desde el año pasado tenía yo clavada una espinita con nombre propio. Había que sacarla. En estas cosas soy yo harto rencoroso y se la tenía guardada. Inexperto y desarmado y muy verde aún, acudía yo entonces a un carrera corta en Colmenar de Oreja. 6 kilómetros aparentemente inocentes, pero que me dieron una lección de tomo y lomo. La dureza de esta carrera no viene dada por su recorrido – en mi opinión -, sino en lo tardío de la misma 11:30 del mediodía, con el consiguiente solazo que cabe suponer para entonces.




7:30 - Suculento y energético desayuno en la única cafetería que había abierta a esas horas en la Plaza Mayor del pueblo.

El caso es que el año pasado no pude con ella. Antes de la primera vuelta hube de retirarme exhausto. El calor sofocante de entonces no hacía más que meter aire caliente en mis pulmones y me resultó agónico correr así. Todo el rato el coche escoba detrás de mí con lo que eso desmoraliza, tampoco ayudaba mucho. Levanté el brazo, me detuve y dije: “Hasta aquí hemos llegado. Se acabó.” Con un pulso por las nubes era absurdo seguir adelante.


Este año era diferente.
Estaba mentalizado para terminarla como fuera.

En secreto, sin anunciarlo, este año he acudido a la Carrera de la Virgen de Agosto de Colmenar de Oreja. Quería hacer mi carrera. A ser posible en solitario y sin nadie a quien conociera o que me conociera. Este espartano necesitaba redimirse, demostrarse de una vez por todas qué es lo que puede o no hacer por sí mismo. Necesitaba entrar en lucha con mis propias armas. Logré ponerme en la línea de salida sin conocer absolutamente a nadie. Estaba de incógnito allí para competir conmigo mismo y mis circunstancias. El telón de fondo cambiaba mucho esta vez. Iba descansado de librar el fin de semana. No iba sin dormir. Al contrario, a lo mejor dormí en exceso incluso. El caso es que las sensaciones que tenía en los rodajes previos de calentamiento que hice, eran muy distintas a las de otras veces. Me sentía muy entero, muy competitivo y con ganas de pelea. No obstante hice unos 7-8 kilómetros de calentamiento recorriendo el pueblo. Tenía ganas.


La salida estaba prevista a las 11:30. Una hora antes ya veía con preocupación cómo castigaba “Lorenzo” en el cogote. Sentía que mi empuje y mis ganas de pelea iban mermando. Me preocupaba mucho no haber llevado la gorra. Intenté comprar una allí, pero la verdad, las únicas que había de Mickey no me convencían.


11:30 y no había indicios de que se fuera a dar la salida. Aquello no empezaba. Por fin a las 11:45, pistoletazo. ¡A por todas! Muy moderado yo, salí en el vagón de cola pero intentando no remolonear demasiado. La primera vuelta bien. Con eso había superado lo logrado el año pasado en un 100%. No encontré demasiada necesidad de agua. Estuve hidratándome a conciencia toda la mañana. Casi dos litros antes de la carrera. En la segunda vuelta, como veía que iba bien de fuerzas, me puse bravo y adelanté a unos cuantos corredores. Pocos, pero algunos. Muchos de ellos salieron disparados como cohetes y ahora llevaban plomo en las zapatillas. Había que aprovechar. Me acoplé a un corredor con el que fui durante bastante rato a 4:45 – 4:50. Me dije a mí mismo: “no voy mal, a ver hasta donde aguanto”. Y me sorprendí aguantándole más tiempo del que creía poder ser capaz. Me seguía viendo muy entero. Fue un disfrute correr así durante tanto tiempo. Calles y calles y siempre a su lado. Llegó el momento de soltarme y tomar un ritmo más lento para no quemar del todo las velas.

Quedaba una vuelta por dar, y no quería estropearlo. Bajé el ritmo pero no demasiado. Hice lo posible por no bajarlo en picado. Ahora sí tenía sed. No hubo forma de coger una botella de agua en el avituallamiento. Una mujer se dio cuenta de mi necesidad de encontrar agua y me ofreció la suya. ¡La suya, que no una de la organización! Desde aquí, aunque no creo que lo lea, gracias señora.


La necesidad de la gorra no era muy exagerada. Unos remojones de agua con el agua de la botella en la cabeza fueron suficientes para aguantar lo que quedaba.

El último kilómetro lo hice más con el corazón que con la cabeza. Y los últimos 300 metros fueron un homenaje a mí mismo y a lo que estaba apunto de lograr, que no era otra cosa que vencer a esta carrera que el año pasado me marcó de mala manera. No iba pendiente del tiempo que llevaba. Eso fue la sorpresa final. Lo que sí miraba era el ritmo de vez en cuando y las pulsaciones, pero no el tiempo. Creo que eso me vino bien.




Creo que la satisfacción podía verse en mi cara al terminar la prueba.

Por fin me he vencido a mí mismo en Colmenar de Oreja. Estoy en paz. EL año pasado fue calvario y penitencia. Este año ha sido la redención. Y lo que más me satisface ha sido haberlo hecho solo, sin ayuda, sin liebres, sin apoyo, por mí mismo, con mis propias armas. El Domingo, los “no te vuelvas loco” bajando, los “mantén el ritmo” en los llanos, y los “levanta esos codos, bracea” en las subidas, me los decía yo a mí mismo en un monólogo silencioso.


Resultado: 31:19 para los 6 kilómetros a 5:13. Lo mejor que he hecho nunca de 5 kilómetros para arriba. Esto, a la espera de que salgan los resultados oficiales.
El pulso: a 167px' de media y 175px' de máxima.



Las  futuras generaciones de corredores alzando sus trofeos.
En su mano está la supervivencia de esta afición.




Lo que está claro es que son los que mejor se lo pasan
antes, durante y después de la carrera...


De regreso a Madrid, paré en La Vicalvarada donde di las vueltas necesarias a la ría para completar otros cuatro kilómetros muy festivos, en plan triunfal a trote sieteminutero. Lo justo para soltar las piernas, al son de la música de La Guerra de las Galaxias en mi mp3.



Esta ermita ya me mira de otra forma...
 

Qué distintas sensaciones me invadían al regresar a Madrid por esta carretera al salir del pueblo...
Qué distintas a las del año pasado...


 

Y qué bonita estaba La Vicalvarada con su ría. Nunca la había visto llevando agua de esta manera.
Muy gratificante y refrescante correr junto a ella. El mejor colofón para la jornada.

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Colmenar de Oreja 2009 - Calvario y Penitencia.
Colmenar de Oreja 2010 - Redención.

Carrera Virgen de Agosto 2009 en Colmenar de Oreja. Así fue:
12 de Agosto
16 de Agosto
18 de Agosto
Me dio para hablar mucho de ello...
 
PD: ¡Tres días para poder contar esto! Increible. Esto da una idea de la manera en que me ha absorbido desde el Lunes ese gigante implacable que es a veces el trabajo. Arrollador.

jueves, 12 de agosto de 2010

Convocatoria VI Quedada Bloguera


Convocada la VI Quedada Bloguera por el amigo Rafael Rodriguez - Canalillo Garden.

Lugar: Soto del Real.

Fecha: 25 de Septiembre de 2010.

Hora: 10 de la mañana.

 Quienes estén interadas-os en apuntarse, que se dirijan al Blog de Rafa. Alli se lleva el control exacto de los asistentes, y podréis encontrar más detalles en profundidad de lo ideado para esa mañana. Itinerario, lugar de la quedada... y más detalles, en el Blog de Rafa.

Todo, con el deseo de fondo de superar los 25 asistentes.

miércoles, 11 de agosto de 2010

A la luz del sol...

Entrenamiento corto pero intenso. Justo a las 12 del mediodía. 32 º que se han hecho notar como una losa. El recorrido, el mismo que hice hace unos días:


Números: 4.5 K en 27:03. A 6 minutos clavados. Más que con el tiempo, a pesar de haberlo hecho en 2 minutos menos y con más calor, me quedo con otra victoria sobre los deseos de pararme a mitad de recorrido. He notado mucho haber salido más fuerte de lo habitual desde el inicio y casi pago el descalabro. Me han venido a la cabeza ciertas cosillas que siempre me dice Rafa, he ajustado lo necesario y he conseguido salir adelante. 

El pulso: 163 de media y 176 de máxima.

La jornada de descanso que me regalé ayer, después de soltar piernas el Lunes, me ha venido bien.

¿Qué estoy tramando corriendo a estas horas pudiendo haberlo hecho antes? Pues sí, algo estoy tramando. Pero de momento me lo reservo.

¡Qué buenos ratos los de Cádiz!





¡Pero qué buenos ratos en compañía del Irlandés y señora!


martes, 10 de agosto de 2010

A soltar piernas - Guadarrama ( II )

Ayer sólo 4 kilómetros para soltar las piernas después del trago de Guadarrama. Sólo 4 pero a las 3 de la tarde y a treinta y largos grados a la sombra. Muy tranquilos, muy digeridos. En 27:18 a 6:49 de media y con el pulso entre 151 de media y 166 de máxima. Después un buen rato de piscina reconfortante.

Kilómetros 6:51, 6:46, 6:42, 6,37.

Dio tiempo de seguir meditando mucho sobre la Pedestre de Guadarrama del Domingo. Una de las cosas que cambiarán a partir de ahora, será lo de ir a cualquier carrera habiendo salido de trabajar a las 6:30 de la mañana. Ese hábito creo que va a quedar desterrado. Una cosa es entrenar y otra competir en esas condiciones. Y cuando te cruzas con una carrera más o menos llevadera, vale, pero cuando es una como la de Guadarrama... cambia mucho el panorama.
 
En esas condiciones he hecho muchas carreras y no me fue tan mal. Pero no es plan seguir así.
 
Ahora, después de recibir una clasificación por el correo, el regusto amargo que tenía de esta carrera se ha edulcorado un poco. Resulta que los 6:09 de promedio por mi crono, han sido realmente 5:45. Eso me suena mejor. El tiempo total que yo tenía de 1:03:12 casi lo clavo, porque fueron 1:03:22. Y luego en la General quedo en el 513 de 576 participantes. En mi categoría, quedo el 101 de 112.
 
Con todo, lo que más me ha sorprendido ha sido saber que he llegado por delante de amigos a los que no vi en el momento de adelantarlos. Y sé que salieron delante de mi y que los vi marcharse porque me quedé descolgado en la cola de carrera en el momento de la salida. Me distraje saludando a Rafa a quien vi en el último segundo. Creo que me estaba presentando a sus amigos de Soto del Real cuando sonó el pistoletazo. A parir de ahí que contigo, que no, que tú vete, que haz tu carrera, que con Juan, que con Santi y compañía... que no los veo... que dónde están... Por fin los veo por delante y me acoplo a Juan después de salir dando un tirón buscando a unos y a otros.
 
Ya con Juan y sin perder de vista las piernas de Juan Luis y Santi siempre por delante a unos metros, veo que vamos a 5 minutos. Eso no me gusta nada y se lo digo. Aflojamos. Sigo con Juan hasta poco después del K2, ahí decido seguir mi ritmo personal para atacar lo que quedaba de esa subida de 4 Kilómetros que se pone cada vez con peor pinta. Inacable, agónica, angustiosa. Sólo voy pensando en quemar metros y metros de suelo. Entonces fue cuando Rafa hizo algo más que mirarme de reojo. No hacía falta decirle nada, el me conoce bien cuando voy mal o incómodo.
 
Hubo momentos en el cuarto kilómetro en que de alguna forma me vino a la memoria el paso por la Casa de Campo en el pasado Mapoma. Aquellos deseos que tenía de salir de allí... "Rafa, sácame de aquí...", ¿te acuerdas Rafa? Pues fue igual, iba pensando: "que luego venga lo que sea, pero que se acabe ya esta subida. Unos pocos metros de llano para recuperar, por favor... Sólo unos pocos metros llanos..."
 
Y llegó el llano, y la pendiente prolongada de muchos kilómetros en los que ya me reencontré conmigo mismo. Llegué a hacer el kilómetro 5 en 4:50. Tal era la rabia que llevaba dentro por hacer el K4 en 7:50 más o menos. Pero Rafa, más cuerdo que yo en aquellos momentos me echó el freno de mano. Obediente yo, me acoplé al ritmo cabal que me iba marcando golpeandose el muslo y señalando al suelo con el índice. "Aquí..." me decía sin decirlo. Después de consumir más de 26 minutos en esos 4 kilómetros, no había mucho margen de mejora para recuperar el tiempo perdido así que a partir de ahí, a hacer lo que buenamente se pudiera. Cuando realmente me encontré cómodo y con un paso en el que sentía ir con fuerzas y constante, ya era tarde. Eso fue sobre el K7 más o menos. Del K10 al k11 volví a pasarlo mal. Peor hubiera sido si Rafa no me frena. Seguro.
 
Y ya la entrada final en el pueblo para llegar a meta, me dio las alas que me habían faltado antes. Qué esprint más bonito codo con codo con Rafa. Qué esprint final para entrar en meta. Ahí sí que me sentía yo mismo. Esos pocos segundos finales te devuelven siempre la alegría que hayas podido dejar tirada en las cunetas de los kilómetros anteriores. Vi de lejos en el marcador 1:03 y unos segundos y volé como un poseso para que no se cumpliera el segundo 30. 1:03:14... 1:03:16... faltaban muchos metros todavía... 1:03:18... la zancada cada vez más fuerte, dejé de mirar el marcador, más potencia a esa zancada... y paso por meta con la seguridad de que no se había cumplido el segundo 30. ¡Dios! ¡Qué bien me siento en esos metros finales! ¡Qué bien me siento por haber terminado la carrera después de haber pasado tan malos ratos.
 
 
 
Rafa, gracias de corazón una vez más. Perdona que no te siguiera el hilo de tus gracietas y chascarrillos en cada recodo en el que había público, pero sabes que no quería perder la concentración sobre mis pies. Si la llego a perder, malo. Que sólo me detuve para beber unos tragos de agua. Eso ya es bastante decir. Deseé parar muchas veces pero no lo hice. Y menos en la subida. Hubiera sido peor.
 
A los amigos, perdón por no quedarme luego. La hora se me echaba encima. Vi donde estaba La Chimenea y me pasé por allí, pero no habiais llegado todavía. Ya no podía quedarme más. Me estaba viniendo abajo como un castillo de naipes y había que hacer muchos kilómetros para volver a casa. Y las cosas como son, no iba en las mejores condiciones para conducir.
 
Ahora, a hacer muchas y muchas cuestas en mis entrenamientos. Esa es una de las moralejas que he extraido de esta experiencia. Le faltan cuestas a mis piernas para hacer algo como lo de Guadarrama con unas mínimas garantías. Es el momento de reencontrarme de nuevo con la calle Miguel Hernández. Como antes de Mapoma. A ver si con eso conseguimos algo. Se acabó el rodar llaneando. Hay que ponerse las pilas.
 
PD: Me cupo el honor de conocer por fin personalmente al Galgo de Manoteras. Y eso porque me saludó él a mí. ¡Qué risa! Si no haces el comentario de las truchas, de verdad que no caigo en ese momento. Un placer y que se repita.

lunes, 9 de agosto de 2010

XXXI Carrera Pedestre de Guadarrama ( I )

XXXI Carrera Pedestre de Guadarrama.




Primeras conclusiones y en caliente...

Una carrera que me puso en mi sitio - y no es eso lo que más me molesta -, y que puso al desnudo mis carencias. La moraleja en ese sentido y en otros muchos, ya está sacada. Hay mucho que corregir y que mejorar a partir de ya.


La carrera en sí, me resultó una pequeña decepción. Tal vez me haya vuelto muy exigente conmigo mismo. Como ya es costumbre, la mano que me echó un lesionado y “mermado” Rafa, fue fundamental para que acabara esta carrera de una pieza. Lesionado, puede, pero mermado, según él. Yo le vi tan monstruo como siempre. Gracias, Rafa.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Paseando e inventando circuitos

Esta mañana antes de entrar a trabajar, a las 5:39, 5 tranquilos kilómetros por los alrededores de Julián Camarillo en 31:12 a un promedio de 6:08 por Klm con 166px' de máxima y 154px' de media. Hacía un fresquito muy agradable y apetecible. A las 6:30, a trabajar.

Tres vueltas al perimetro grande de color azul y una al pequeño de color rojo.
Ayer por la tarde, lo planeado era hacer un entrenamiento por la zona de La Vicalvarada. No pudo ser. A cambio, hubo un paseo previo de cerca de una hora, con mi mujer y la pequeña en patinete, por Valdebernardo. El recorrido de unos 4,5 kilómetros que me gustó tanto, que algo más tarde lo repetí en 29:05. El caso era no dejar la jornada completamente ociosa.


martes, 3 de agosto de 2010

XXXI Carrera Popular Pedestre de Guadarrama


Aquí está. Ya tenemos objetivo inmediato. Ya tengo la inscripción hecha. Junto a los amigos Crusti, Juan, Jaime y espero que muchos más, tendré el gustazo de correr esta carrera.

Hay ganas. Hay fuerzas. Hay inspiración. Y además es mi mes. Este mes cumplo años. Me debo este regalo.

Allí nos veremos.

lunes, 2 de agosto de 2010

¿Las zapatillas nuevas dan alas?

Ayer me comentaba Manuel Binoy, que poner en marcha unas nuevas zapatillas, le pueden dar a uno alas. Que los pies se pueden volver más ligeros... No sé hasta qué punto eso pueda ser así, pero puedo hablar de lo que siento ahora mismo. Siento ligeros los pies y las piernas. Ligeros y frescos. Más allá de lo que estoy acostumbrado a sentir. Y no sé si son las zapatillas, o qué puede ser. Pero me siento muy bien cada vez que salgo a correr.

A su vez, esto me hace sentirme muy positivo y muy motivado. Como ya ye dicho en el comentario de la anterior entrada:

Puede sonar un poco cacofónico, pero tengo motivos para estar motivado. Los tengo.

Mi insistencia en hacer rodajes más o menos largos sin expectativas de velocidad o buscando simplemente una buena aclimatación, creo que están dando sus frutos. Creo que sí.

Y es que una nueva prueba de esto, la he tenido a mis pies esta misma mañana. Temprano. Muy, muy temprano. Sonó el despertador a las 4:15. Me he levantado como un resorte sin oponer la más mínima resistencia. Eso sólo puede hacerse acostándose uno bien temprano. Y fue lo que hice ayer después de dar un pequeño paseo en compañía de mi santa. Un paseo que me hizo fijarme en un recorrido bastante majo para hacerlo a base de trote. Para lo que es mi barrio, que son todo toboganes, este recorrido de unos 1300 metros por vuelta es bastante amable para probarte en momentos en los que quieres hacer algo de progresivo.



Así ha sido. Después de un buen tazón de cereales y algo de fruta, estaba listo en la calle a las 4:45. Todo preparado. La idea, dar cinco vueltas a este “circuito”. A un paso de casa. Entraba a trabajar a las 6:30. Tenía margen suficiente para hacer lo que quisiera sin presión de tiempo y ducharme antes de salir para el trabajo.

Y así las cosas, esto es lo que ha salido: 39:16 para 6,64 Klm a una media de 5:55, con 157px’ de media y 175px’ de máxima. El paso por kilómetro: 6:19 – 6:04 – 5:57 – 5:56 – 5:54 y 5:40. Muy a gusto, con buena temperatura ambiente de unos 24 grados y los aspersores funcionando a mi paso, ha sido una experiencia que sin duda repetiré más veces.

Tengo unas ganas enormes de llegar a casa para ver las gráficas.

Y vuelvo a insistir en recordar al amigo Chema Martinez. Ver la cara con que entraba ayer en meta terminando su maratón, era algo como para emocionar y motivar a cualquiera. ¡La alegría que llevaba! Me puso los vellos de punta, lo juro. Teniendo esa imagen grabada en la retina, ¿cómo puede uno no inspirarse en nuestros maestros de esto del correr?

Y en el horizonte, veo una carrera en Guadarrama no sé si de montaña o no a la que iré con Santi – Crusti – y que será un placer compartir con él el próximo día 8. Es lo más inmediato que tengo de momento.

Lo dicho, estoy especialmente motivado para esta carrera. Veremos cómo se dan las cosas.

PD: Disculpad que no haya puesto los enlaces de costumbre, pero no me ha quedado tiempo material para ello.

domingo, 1 de agosto de 2010

Mucho ruido, pocas nueces

Me quedaban dos días de vacaciones, los dos últimos antes de reincorporarme al trabajo. La idea era pasarlos toda la familia en Aldea del Fresno. Concretamente en el chalet de mis cuñados. Viernes y Sábado. Y para el Sábado tenía en mente una salidita especial con las zapas.



Había mucho que estrenar. Tenía que estrenar mis nuevas Mizuno para la nueva temporada. Un ofertón como el que me encontré en un Décimas de Cádiz, no era para dejarlo pasar de largo. Compré estas Mizuno, exactamente el mismo modelo que vengo usando desde hace casi dos años y que me llevó a Mapoma, por 39 euros cuando el último par me costó 90.



Las Mizuno para mi temporada 2010-2011.
El primer par.



También tenía que estrenar la equipación del Club Olimpo, que Juan Luis – Irishdecai – tuvo a bien regalarme en mi estancia en la Tacita de Plata la semana pasada. Fue hace una semana, pero ahora me parece que todo fue hace mucho más tiempo.



La noche del Viernes, todo estaba preparado.





Conjuntaban bien los calcetines
de la Tragamillas

Pero el Domingo, no me levanté lo bastante pronto. Ya había salido el sol y eran algo más de las 7:30. No era eso lo que tenía previsto. Tengo un circuito medido de unos 3 kilómetros al que quería dar unas cuantas vueltas más algún extra para ver sitios nuevos, hasta completar al menos una hora de sesión. Pero ya no podía ser. Algo había que hacer para no quedarme con esa sensación de vacío que aparece cuando no puedes hacer lo que tenías previsto. Así que entre no hacer nada y hacer un mínimo, me incliné por hacer un mínimo progresivo sobre ese recorrido de algo más de 3 kilómetros.



Y fue cortito pero intenso y disfruté mucho de ello. Me sentí corredor. Con eso, sólo con eso ya era suficiente. Resultado: 18:21 para 3,3 Klm . Así salieron: 6:17 – 5:39 – 5:06. Con 158px’ de media y 175px’ de máxima. Según el Polar 400, a una media de 5:37/Klm. 

Y las zapatillas, como yo esperaba, como un guante. No me han defraudado. Mi tercer par de la misma marca y del mismo modelo. Las calles de Villa del Prado, fueron atravesadas por “uno” del Club Olimpo. Uno que corría en solitario y que no se cruzó con ningún corredor más. Ni uno solo. Todo un contraste con lo que pude ver en Cádiz. Como me dijo el irlandés, allí corre media ciudad. Y de verdad que lo parece. Yo ayer, fui durante un rato la rara avis del pueblo.


A cambio, lo complementé con la muchísima natación que he hecho estos días en la piscina del chalet. Largos, largos y más largos para aburrir.


Antes de terminar el Sábado llamé al trabajo para ver cómo empezaba hoy. Me llevé la sorpresa de que hasta mañana Lunes no empiezo. Hoy he estado perezoso y tampoco me he levantado lo bastante pronto, así que dentro de un rato saldré a hacer la sesión de hoy. Aún no se ha puesto el sol pero ya corre una brisita muy agradable que se cuela por la ventana del salón mientras escribo esto.


Así que ayer, mucho ruido y pocas nueces. Pero eso sí, disfrutando de la familia a tope que siempre es genial y pocas veces puede hacerse. Ya tendré tiempo de echarlo de menos cuando empiece la rutina laboral. Por cierto, la cosa empieza bien, mañana Lunes, turno de 16 horas.