viernes, 23 de abril de 2010

Pido la palabra

Hace unas dos semanas, harto de ver como rondaban por mi cabeza algunos pensamientos, y lejos de un ordenador donde plasmarlos, con miedo a que se evaporaran en la nada, tomé mi pluma, unos folios y los fui escribiendo uno por uno. Luego no tuve oportunidad de pasarlos al Blog como he hecho ahora. Aunque algunas cosas han quedado desfasadas, las he respetado. Espero no aburriros con ello.

Hacía tiempo que no escribía y me sirvió para reencontrarme con la escritura manual. Lo echaba de menos. Espero poder volver a hacerlo pasado Mapoma. Apenas me ha quedado tiempo para ello en todo este año, y tengo cosas pendientes de terminar.


Hasta el día de hoy, han hablado mis piernas. Me han dicho y enseñado muchas cosas. A veces hasta me han sorprendido gratamente. Pero hoy, hoy voy a ser yo el que hable. Ho me apetece hablar, pero no de números ni de estadísticas ni de balances semanales. Ya habrá tiempo para eso.

Hoy quiero hablar y desahogarme. Hablar de lo que siento y de lo que pienso.

Decía yo días atrás que no voy a ir a Mapoma a enseñarle los dientes. Y hoy me reafirmo en ello. Y no es difícil que lo diga porque, ¿quién soy yo para enseñarle a este maratón ni a ningún otro los dientes? Es el primero que hago. Nada he ganado hasta aquí, salvo a mí mismo, ni nada he demostrado, como no sea que querer es poder.

Hay algo que sí he ganado. Las docenas de amigos que he conocido a lo largo de este último año gracias a esta maravillosa afición.

En un año he pasado de correr 15 ó 20 escasos minutos, que ya me parecían un mundo, o de hacer entrenamientos de andar-correr, a correr dos horas y media continuas. De correr kilómetros más cercanos a los 8 minutos que a los 7, a correr kilómetros de escasos 5 minutos, que cada vez son más frecuentes. He conseguido hacer entrenamientos a una media de 145-150px’, que hace un año eran de no menos de 170-175px’.

A pesar de esto, ¿quién soy yo para enseñarle los dientes a Mapoma?

Me explico. Sé que lo mismo que yo he esperado años para correr Mapoma, Mapoma me ha esperado a mí. Y sé que esta vez no me espera agazapado ni amenazante. Me espera, como un amigo espera a otro. Sonriente, amable y con los brazos abiertos. Veo a Mapoma como un amigo. Es mi paciente amigo. Y a un amigo no se le enseñan los dientes. Se le puede retar, se le puede echar un pulso, pero no enseñarle los dientes.

Quiero entrar en esa arteria de corredores, fundirme en ella, empaparme de la incertidumbre de los que me rodearán, su alegría, el despertar de muchos que como yo, verán ante sí por primera vez 42 kilómetros de un sueño hecho realidad.

Lo termine o no, lo viviré con la intensidad que merece. Me conozco. Sé que se me escapará alguna lágrima que otra. Más al final que al principio. Saludaré a los amigos que conozco y me reencontraré con amigos a los que no veo desde hace mucho tiempo. Amigos a los que había visto en esas circunstancias, pero sin formar parte de ello sino desde el otro lado de la barrera. Con envidia sana, pero envidia al fin y al cabo. Haciendo siempre míos sus éxitos y alegrías.

Hay algo que quiero hacer una vez colocado en la línea de salida, y es saludar a corredores que no conozca, como si los conociera de siempre. Y saludaré especialmente a corredores que como yo, corran Mapoma por primera vez. Lo haré para felicitarles y para desearles toda la suerte del mundo. ¿Es esto una locura transitoria? ¿Es esto una tontería?

Y es que, amigos… esta vez voy a formar parte de ello. Me veo allí ya, y se me eriza la piel y mi espalda es recorrida por un dulce cosquilleo casi indescriptible. Me llega hasta la nuca y vuelve a bajar… y “algo”, creo que un sentimiento, se me aloja en el pecho. “Algo” muy grande. Es felicidad.

Una semana queda. Una semana que estará apretada. Por temas de trabajo la tengo bastante bien para los últimos entrenos. Tengo las mañanas libres, pero quedan cosas por hacer que sin duda la llenarán. La Feria del Corredor, la recogida del dorsal, la comida pre-mapoma que cerraré definitivamente mañana, las últimas compras para reponer geles consumidos en las últimas pruebas, una visita ineludible que tengo que hacer a cierto lugar que Miguel conoce - ¿verdad, Miguel? -.

Por fin voy a vivirlo. Mapoma me espera. Me llama.

Ya habrá tiempo para pensar en mejorar tiempos y en los dichosos promedios con los que tanto nos envenenamos olvidándonos de lo principal que es disfrutar de esto. Yo ahora no puedo presentarme en esta carrera con otras ideas que no sean las de terminarla lo más dignamente posible y vivirlo y disfrutarlo saboreando hasta la última gota. Tal como lo hice en la Carrera del CSIC el año pasado. Mi primera carrera de esta nueva andadura, llenándome los ojos con todo lo que era capaz de ver. Absorbiendo como una esponja cada momento, cada instante, cada situación, antes, durante y después de la carrera.

Sé lo que llevo en mis piernas y no es poco. Es como mínimo la garantía de que puedo hacerlo. Nunca había estado como estoy ahora mismo, ni sabía todo lo que ahora sé. Mis piernas me hablan de confianza, de esperanza, de que creen en mí. Juntos, y con un buen diálogo, podemos llegar tan lejos como queramos. Nos conocemos, nos entendemos. Hemos dialogado mucho en estas últimas semanas. Nos hemos probado, nos hemos retado y hemos mantenido bonitos duelos en los que hemos aprendido a querernos. Sabemos lo que queremos.


Haré lo posible por no olvidar mis tres premisas principales:

1- El suelo, es sólo suelo tenga la inclinación que tenga.

2- Las cuestas, por largas que sean, siempre se acaban.

3- Cabeza, cabeza, cabeza. (Esta premisa es del Mister, pero me la quedo. La hago mía.)

Y no me cuesta decir...

Mapoma, te quiero. Voy a ti seguro, pero humilde.

Mister, Maestro, te quiero. Te debo tanto...

Amigos, os quiero. Del primero al último que he conocido, inigualables.

Gracias es poco, pero gracias.



18 comentarios:

  1. Pepe, este domingo tendremos la oportunidad de correr, ya nada más queda por decir. No me había dado cuenta pero vernos todos en linea de meta me está empezando a hacer una ilusión especial. Ha sido un año entero sabiendo de todos vosotros, casi a diario, y conociendo un poco lo que hay tras cada palabra y tras cada experiencia. Pepe, el domingo a las ocho nos veremos, salvo que al final se organice algo para el sábado.

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  2. Mejor escrito imposible, con todo el corazón. Este año ha sido inolvidable, sí señor. No sólo por disfrutar de correr, sin por haber conocido gente tan maravillosa como tú y tantos otros blogueros que ya forman parte de mi vida.

    Un abrazo enorme, Pepe

    Hablamos.

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  3. Pepe, te mereces esta carrera, te la mereces. Ten respeto, la distancia es dura, pasito a pasito, constante y resistiendo al final. Estás de sobra preparado. Cuando la cosa se ponga dura, cabeza, cabeza, cabeza, visualizate entrando con los brazos en alto, piensa wue lo que te quede lo has hecho muchas veces en rodajes entre semana. Lo vas a conseguir, lo vas a conseguir. Tienes una sola oportunidad, una sola bala para disparar y conseguir lo que te has propuesto en estos meses, lo vas a conseguir.

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  4. Muy, muy bien. Me ha encantado.

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  5. Un placer leerte, Pepe. Y haberte conocido durante este año ha sido una suerte tremenda. Gracias por escribir con el corazón tan abierto.

    Vivelo. Disfrutalo. Sientelo tuyo porque lo has ganado como un campeón. Cuando la cosa se ponga dura, cabeza, cabeza, y no olvides que vas preparado más que de sobra. Cree en todo tu trabajo, que es pasaporte más que suficiente para llegar al final. Y sobre todo, disfrutalo. A mi, en la primera salida agradecía que las gafas de sol me tapasen los ojos encharcados. Y en la meta ni te cuento!!!

    Muchísima suerte!!! Aunque has luchado tanto que ya no te va a hacer falta.

    El domingo nos veremos. Gracias por todo. Un abrazo enorme.

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  6. No es el sitio ni el momento para decirlo pero uno a lo largo de su vida llega a ciertas conclusiones (falsas o verdaderas).
    Una de ellas en mi caso es que por muy diversas circunstancias en lo que más creo en este mundo es en el poder de la mente, el coco, ese puede con todo si se cree de verdad en ello y en lo que se quiere.
    Tu Pepe lo tienes (el coco), en el estatus perfecto, crees profundamente (y deseas) lo que vas a hacer el domingo.
    No hay más que decir, lo vas a conseguir, seguro.
    Un fuerte abrazo

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  7. Hola Jose, que quieres que te diga, sin palabras me has dejado.

    Un abrazo.

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  8. Muy lindo que te hayas sentado a escribir, y además con pluma, y fíjate lo que te ha salido... Cada hora que se consume para la gran cita aumenta la emoción y la intensidad con la que voy a vivir esta carrera, entre otras cosas gracias a palabras como las tuyas...
    Allí estaré para verlo:P

    Un fuerte abrazo!

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  9. Joder, Pepe, me dejas sin palabras
    Cuando el domingo llegues a la meta, no sólo vas a ser tú el que esté feliz
    Un abrazo
    JUAN

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  10. Pepe, qué gran alegría leer con qué ilusión afrontas tu primer MAPOMA.
    Desde aquellos pocos minutos (que entonces eran muchos) de trote por el barrio hasta este momento que tanto has soñado.

    No hace falta que te lo diga, pero olvídate de ritmos y tiempos y únicamente observa, siente y disfruta.

    Un abrazo,

    Pablo.

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  11. Joder, me estás erizando el pelo a mi también. Este momento es único amigo, lo recuerdo como si fuera ayer. Hace dos años me enfrenté a los mismos sentimientos que te invaden ahora. Ahora la cosa cambia aunque los nervios son los mismos. Y tienes mucha razón en enfrentarte al maratón con respeto porque esta distancia te puede mostrar unos dientes más afilados que los tuyos. Y en un año has pegado ese salto..., toma ya. Eso es tenerlos bien puestos. Nos vemos allí. Saludos.

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  12. Pepe, un verdadero logro lo q has hecho. Y eso q aun no has corrido el mapoma de este año, pero cuando lo termines te vas a sentir tremendamente orgulloso y feliz.

    Disfruta el momento. Lo vas a lograr. Lo vas a hacer muy bien, mejor de lo que piensas.

    Un abrazo y espero poder vernos el domingo. Sino, ya nos leemos a partir del lunes.

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  13. Qué bonito Pepe, qué bonitoo!
    Esta carrera te la has preparado con mucho más que corazón, eres grande, disfrutala.
    Un fuerte abrazo,
    bss
    Tania

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  14. No tengo la más mínima duda de que el domingo srá uno de los días más felices de tu vida; tienes sobre los hombros la mejor arma del mundo para conseguir lo que te propongas; sal a correr y disfruta de tus sueños; un abrazo, amigo.

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  15. Pepe, muchísima suerte.
    Es curioso las diferentes formas que adquiere Mapoma para cada uno de nosotros. Me gusta que lo veas como un amigo y no como un rival. Yo lo veo como un amor, así que cada loco con su tema :-)
    Te conozco un poquito sólo, pero sé que lo vives con el alma. Ahí te llegará Mapoma, desde el primer km. hasta el último. Disfrútalo.
    Me alegro de haber compartido contigo momentos pre-mapoma en carrera y en nuestros blogs.
    Un beso y hasta el domingo, hasta Mapoma.

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  16. Últimamente cada vez que escribes me pones la piel de gallina.

    Pepe, espero que disfrutes de la experiencia tan maravillosa que estás a punto de vivir.

    Un abrazo enorme

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  17. Que sintáis lo que decis al leer lo que escribo, sólo puede ser por una cosa: porque sentís lo mismo que yo.

    Rafa, no tengo palabras para ti. Gracias es poco, y el resto te lo diré personalmente.

    Sonia, me alegraré muchísimo de verte.

    42.195 abrazos.

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  18. Teresa, imprescindible verte antes de la carrera. No me lo perdonaría.

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