lunes, 20 de julio de 2009

Prueba de esfuerzo... ¡Hecha!




El pasado Miércoles 15 de Julio, recién llegado de las vacaciones, me hice la prueba de esfuerzo como ya estaba previsto. Otro peldaño subido en el camino a MAPOMA 2010. Tal vez el fundamental.

Nunca había pasado por una de estas y todo lo que sabía de ello era de oídas por lo que os veía comentar algunas veces. Iba con más preocupación que otra cosa. Tenía miedo de no responder bien a la prueba o de que surgiera alguna de esas cosas raras que a mí me pasan a veces. Hubo un tiempo en que pensé que todo lo más raro o lo más retorcido sólo me pasaba a mí. La mala suerte era amiga mía. No era una amiga deseada, pero siempre estaba ahí. Algunos lo saben.

Pero bueno, creo que eso ya es agua pasada. Y agua pasada no mueve molino.

El caso es que también iba con la idea de intentar superarme a mí mismo de algún modo. Y en cierta medida lo conseguí. Digamos que rompí un poco mi techo.
La experiencia resultó traumática pero muy positiva en palabras del doctor que me atendió. Y sinceramente, para mí también lo fue. Conseguí llegar lo más lejos que pude. Si digo traumática es porque salí doblado de la prueba. Literalmente doblado. Al día siguiente no podía moverme con comodidad. Hace años tuve muchos problemas con mi espalda. La zona lumbar sobre todo. Fuertes lumbalgias me hacían estar de baja constantemente. Llegué a llevar plantillas. De hecho, el doctor me detectó una ligera desviación en las vértebras lumbares al comprobar la simetría de la espalda.

Las flexiones que tuve que hacer tanto de pie, como sentado en el suelo no le gustaron nada a mi espalda. Presentí que no iba a ir bien la cosa por ese lado. Yo procuro hacer flexiones y ejercicios para mantener fuerte la espalda, pero no son tan agresivos. Las flexiones las hago siempre más bien suavecitas porque sé lo que hay.

El momento fuerte de la historia era la cinta. Tras las explicaciones, al ver la mascarilla y tanto cable, el bicho me impuso más respeto del que hubiera querido. Primeros pasos a un ritmo cómodo de andar a unos 6 Klm / hora. Progresivamente a 7, 8 Klm / hora. Pasando de minuto en minuto a andar cada vez más rápido. En caminar rápido estoy muy entrenado y no tuve problema. Luego empezó el trote. Hasta los 6’00 / Klm, todo fue bien. Estaba en mi salsa. Y el paso a los 5’30 / Klm también se me dio bien. Pero amigo, el de los 5’00 / Klm. Ese cambio… ese, también lo hice. Y tengo que decir que si lo hice fue por orgullo. Ahí me salió el tío del mazo. Ahí ya puse mi pulgar para abajo y ni el ventilador me animó a continuar. Ese era mi tope y me quedé satisfecho de haber llegado a los 5’. Con eso, y con los buenos comentarios del doctor en todo cuanto hice.

Como digo, salí contento, pero doblado. Ni la ducha me recompuso. Pero ya está hecho. Ahora a esperar a los resultados que me los dan esta semana, y a sacarle provecho.
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Prueba de esfuerzo hecha en el
Centro de Medicina Deportiva y Fisioterapia Oberón.

2 comentarios:

  1. No me estraña que te asustaras cuando vistes "el bicho" como tu le llamas. La verdad que cuando es la primera vez impresiona, siempre se piensa en que halgo va ha ir mal, caso que no ha sido el tuyo, si no todo lo contrario.

    Un abrazo.

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  2. Tú tranquilo Miguel, que la próxima vez seré yo quien asuste al bicho. Jejejeje...

    Lo que me da rabia es tener que esperar hasta el 28 para los resultados. Por horario del trabajo, no puedo recogerlos antes de eso.

    Otro abrazo para ti.

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