viernes, 4 de junio de 2010

Miercoles 2 de Junio: Series a horas prohibitivas

Series a una hora prohibitiva. Cuando sé que no voy a tener hueco el resto del día, madrugo y hago los deberes. Tanto para series como para rodar, es algo a lo que estoy acostumbrado y no se me da mal.

A uno le suena el despertador a las 4 de la mañana, y lo pulsa para que vuelva a sonar en una generosa prórroga de cinco minutos más tarde. En esos cinco minutos medito sobre mis propósitos y chequeo mi cuerpo para ver si está de acuerdo con mis intenciones. Veo que sí. Entorno los ojos y justo entonces, vuelve a sonar el despertador. Sin concesiones a la pereza, cobro la vertical. Desayuno habitual, buen empapado de cara con agua fría para poner las cosas claras y el momento Binoy, el de atarme las zapatillas. Lo llamo así. Es cuando me empapo, pero de verdad, de la esencia del correr que emana nuestro amigo. Por cierto Manuel, lo que es verdad, es verdad y merece que se le haga justicia. Me motivan tus entradas para hacer las cosas lo mejor posible, lo que ni te imaginas. Bien es cierto que siempre dentro de mis posibilidades y en la escala en la que yo me muevo. Ya te lo dije, es lo que tiene leerte. Me inspiras. ¡Un abrazo desde Madrid!

Y ya preparado... ¡A la calle!

15 minutos de calentamiento, las series y otros casi 20 minutos muy suaves para ir recuperando el tono.

Series de 7×160. Siete repeticines en una recta de 160 metros con estos tiempos: 47",46",42",41",38",39"32" intentando alcanzar un pulso de 170px’. Aunque han sido series cortas, me he encontrado muy fuerte haciéndolas. La recuperación, consistente en bajar el pulso hasta las 140 px'. Esto me llevaba entre 45 y 55 segundos. Creo que así es como las hacía en los entrenos previos a Mapoma.

Pulso en el ejercicio, 153px’ de media y 172px’ de máxima. Objetivo conseguido. Vuelta a casa. Tengo el tiempo justo de ducharme y cambiarme. A las 6:30 tenía que estar en el trabajo para recoger a otros dos compañeros. Los tres teniamos que ir a trabajar a las 8 de la mañana para hacer un servicio especial a un lugar que me hace muy poca gracia visitar  por motivos de trabajo. ¿Os imagináis dónde? ¡A la Casa de Campo! Se celebraba una Junta de Accionistas de Telefónica en el Pabellón Arena. Y de verdad digo que lo pasé mal. No hacía más que darle vueltas a lo que podría estar haciendo allí a esas horas en vez de estar trabajando. Y miraba en dirección a donde está el Lago... sin poder verlo... y recordaba aquella primera quedada bloguera... Fueron ocho horas muuuuuuuy largas de trabajo. De verdad que sí.



En el Polar 400 se ven mejor los contornos de las series. Esta vez no me han salido del todo mal aunque siguen sin ser perfectamente escalonadas. ¡Y mira que pongo empeño, pero que no hay manera!

De todas formas... me gusta correr.

PD: Esta entrada es robotizada. Se publicará automáticamente a las 12:00 del mediodía si todo va bien. Hoy tengo tareas caseras varias y repito visita en Pozuelo de Alarcón. Además, entro a trabajar a las 14:30 y no quería atragantaros con dos entradas al mismo tiempo. Como tampoco podré sentarme a escribirla, la dejo "guardada en la nevera".

10 comentarios:

  1. así, prontito... lo que deben pensar los pocos que estén por la calle a las 5 de la mañana de uno que va haciendo series...

    mira que a mi no me cuesta nada levantarme pronto, pero a las 4 de la mañana...

    un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  2. El cuerpo no está a tope para series a esas horas, pero nuestro Pepe nunca nos falla.

    ResponderEliminar
  3. Veo las cosas muy claras a esas horas. Soy ave nocturna. Cuando me levanto, despierto a los mirlos. Estoy en danza antes de que ellos entonen su primer canto.

    Es otra la perspectuva que se tiene de esto del correr a esas horas. Todo cobra otra dimensión. Y al terminar, a veces la sensación es más gratificante que a horas normales.

    ResponderEliminar
  4. Menudo madrugón, jeje. Se nota que te gusta correr.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Hola, Pepe, vamos a repartirnos la gloria, soy así de generoso; el momento Binoy suele empezar a las cinco cuarenta y cinco de la mañana y a partir de ahora vamos a instaurar el momento Pepe, una hora y cuarenta y cinco minutos antes del momento Binoy; una vez más te agradezco tus palabras y te mando un fuerte y, nunca mejor dicho, caluroso abrazo; no me cambies, amigo.

    ResponderEliminar
  6. Jo Pepe, cuando lo cuente en el cole no me creen! me tienen por loca porque estoy saliendo a correr entre las 6 y las 6,15! Si ya se ponían bizcos cuando contaba lo de Manuel! un besote campeón

    ResponderEliminar
  7. Jo!! que madrugón, con este calor lo mejor...

    ResponderEliminar
  8. ostias vaya madrugon,yo lo he intentado varias veces pero no lo consigo,ahora con la calor volveré a intentarlo durante unos dias a ver si por fin puedo vencer al sueño.buenas series,salu2

    ResponderEliminar
  9. Tú y tus entrenos prohibitivos; eso es fuerza de voluntad.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  10. No hay horas prohibitivas sino corredores intrépidos. Felicidades por ello, Pepe.

    Un abrazo

    Santi

    ResponderEliminar

Pepemillas espera tu opinión