Haciendo las cuentas de lo hecho el fin de semana, los 7.6 kilómetros de la aventura del Viernes me salieron a 5:56. No me pareció ir tan rápido, pero debí de irlo. Da gusto cuando es así y no lo sientes. Lo haré más veces. Pulso 150 media 163 máxima.
El Sábado 19, la jornada fue multidisciplinar. 1h:30m de bici a hora muy tempranera para 23 kilómetros de bici a la vuelta del trabajo. Aprovechando para medir distancias de nuevos recorridos en el sentido Sur del carril bici. Horas después y tras haber dormido, 7 K que quería que fueran de intensidad en un terreno más trabajoso. Un circuito pequeño de 3 kilómetros de recorrido pero con abundantes cuestas pronunciadas.
45:10 de sesión. Y me costó dejarlo ahí, pero ahí lo dejé. Los 7 K salieron a 6:06 con 157 de media y 168 de máxima. Bien sudados.
El plato exquisito lo cociné la noche del Sábado. Tracé un plan algo enredoso de explicar, pero lo intentaré. Fui a trabajar en coche. El plan era volver a casa por la mañana al trote cubriendo 7 K haciendo el recorrido del Viernes a la inversa. A las 6:30 de la mañana. 12 grados. ¡Qué gustazo! Hasta vi como clareaba el cielo según iba corriendo. Me sentía el dueño de mis zancadas. Centinela del amanecer.
Fui relajado. Escuchando a Michael Jackson en el MP3 – cosa que no suelo hacer, pero que me apetecía -. Fueron 43:55 para esos 7 K que salieron a 6:16 con una sesión que terminó en 47:36 con un pulso de 149 de media y 156 de máxima. Muy, muy tranquilo. Viendo pasar el suelo bajo mis pies. Sin prisa.
Con eso no había terminado. Al llegar a casa cogí la bici y volví al trabajo. Dejé allí la bici y rescaté el coche. ¿Para qué? Para volver hoy Lunes por la mañana en bici a casa. Y esto porque para ir al trabajo ayer Domingo fui dando un paseo de 2 K y troté a paso muy liviano los 2 kilómetros y pico últimos. A paso de calentamiento. Fui directo y sin dar rodeos. El recorrido entonces no llega ni a 5 kilómetros.
Ha sido un fin de semana intenso pero muy bien disfrutado. Eso sí, ¡con qué ganas cogí la cama ayer Domingo!
Ahora, a seguir a por lo más in mediato, que es empezar a atacar los 8 kilómetros. Pero eso es a partir de mañana. Hoy me he tomado un merecido descanso. Es el premio que se han ganado mis piernas. Mañana toca sesión de 48 minutos, que me permitirán ir acercándome a esos 8 kilómetros.
Qué maravilla leerte Pepe, pero desde luego no olvides lo importante que es el descanso! no me cabe duda que también superarás con nota ese tes de los kms, todo mi ánimo. Un besote grande
ResponderEliminarquería decir test de los 8 kms, perdona, tenía el teclado numérico desactivado, será la resaca de la carrera del sábado, jeje
ResponderEliminarLeyendo lo que escribes y cómo lo escribes me llega con una claridad meridiana, intensamente, cómo vives y cómo sientes y cómo disfrutas de este deporte y de tí mismo. Me encanta, Pepe. Ya te lo he dicho en alguna ocasión, pero te lo repito: gracias por estar ahí, un abrazo.
ResponderEliminarTe estaba leyendo ahora mismo, Manuel, pero ya debo cortar. Termino el turno y vuelvo a casa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Celina, besoooooooooooootes.
Pepe, si te lo permiten las obligaciones laborales vente a Faunia y haces esos 8 km con nosotros. Si es necesario haces algún recorte al recorrido y punto.
ResponderEliminarFernan... me dais mucho respeto. He seguido vuestro fin de semana pasado y es una bomba.
ResponderEliminarPero... venga, lo voy a pensar. Salgo a las 17:30. Podría acudir a la cita. La posibilidad de recortar lo que fuera necesario no la había pensado. Me parece bien.
Con superar el punto donde me quedé tirado la última vez, me conformo.
Puede que nos veamos.
Saludos.
Manuel, todo se puede reducir a esto: persigo un sueño, vivo un sueño, acaricio un sueño.
Tú me entiendes. ¿Verdad?
¡Un abrazo!
Haces muy bien las cosas y las escribes mejor. Sigue con tu sensatez.
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