viernes, 4 de septiembre de 2009

Un poema escrito con las zapatillas

¿Se puede escribir un poema con las zapatillas? Creo que sí.

A mí ayer me salió uno.
Jamás había hecho un entreno como el de ayer. Nunca me había pasado nada parecido.

Salí a las 21:00. Con la última luz de la tarde. Temperatura, 29º. Algo más de calor de lo que hubiera deseado, pero tampoco quería salir de noche cerrada. No me apetecía.

Al fondo de la recta donde empiezo mi recorrido, una hermosa y espléndida luna llena. Recorrí esos 470 metros sin apartarle prácticamente la vista. Con cada zancada, me dejaba bañar por su brillo en contraste con un azul que poco a poco iba siendo más oscuro. Parecía tener luz propia. Sentía entrar en mí su energía.

Una vez me metí en el carril-bici camino de Las Rosas, me di cuenta de que no había notado como otras veces que me costara ponerme en marcha para coger el ritmo, cosa que me pasa siempre en el primer kilómetro de cada sesión.

Esta sesión consistía en hacer 33 minutos de carrera contínua. Lo que no esperaba era el resultado final. Me salieron 5 kilómetros en 30 minutos clavados. Ya se está convirtiendo en costumbre. Bien. Pero lo mejor de todo no es eso. Lo mejor de todo es que por primera vez me salieron más de 3 kilómetros en constante disminución. Al tercer kilómetro yo siempre me hundía y de ahí en adelante los kilómetros se disparaban a mayor tiempo que los dos primeros. Siempre había sido así hasta ayer.

Y ayer, sin proponermelo conscientemente, me salió esto:6:08 - 6:01 - 5:47 - 5:46 - 5:40 más 3:00 para completar los 33 minutos.Todo esto con un pulso medio de 154 y un pulso máximo de 162.¡Cinco kilómetros en constante descenso! Para mí, todo un récord.

De propina, después de recuperar, hice dos kilómetros más con cambios de ritmo de un minuto hasta llegar a casa. El último de estos dos kilómetros me salió en 5:15. Y terminé estos dos kilómetros con 155 pulsaciones.

No fue un poema escrito conscientemente, me salió solo, pero ahí queda. Seguro que lo quiero repetir a posta y no me sale. Estaré pendiente de la próxima luna llena por si acaso. ¿Quién sabe?

¡Qué buenas vibraciones para mi cuerpo! ¡Qué bien me sentía!
Hoy tocan 36 minutos de carrera contínua. Si va bien, rebasaré el paso elevado de Carrantona con O'Donell de regreso a casa. Es otra barrera psicológica a romper. Cada día un reto, una motivación un aliciente distinto. ¡Y que no falten!

14 comentarios:

  1. Felicidades, cuando sale un entrenamiento bien se siente una felicidad muy dificil de entender por otros pero también muy dificil de alcanzar de otra manera

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  2. Eso es que vas asimilando bein los entrenamientos.
    Disfrútalo porque en el camino está lo mejor y no tanto en consweguir la meta.

    Un abrazo

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  3. Gracias Risco. Me salió de casualidad, no porque quisiera hacerlo así, porque aunque voy sumando minutos a los trotes, sigo haciendo más aeróbico que otra cosa. Se trata de ganar resistencia, pero se ve que el cuerpo responde mejor que antes. Y las piernas más.

    Risco, si tienes interés en lo de tu régimen te recomiendo este Blog:
    http://www.abdominales.info/

    Tiene muchas cosas que pueden ser de tu interés.

    Saludos.

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  4. No sé, pero ayer sentí muchísima de esa felicidad, Alex. ¡Mucha! Me sentía pletórico.

    Saludos.

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  5. Olé tus huevos, Pepe, y perdona por la expresión. Me alegro un montón por tï. Es cojonudo sentirse así. La luna siempre es mágica, pero si es llena entonces es el no va más, aunque sinceramente no creo que la luna llena haya tenido nada que ver con el buen entreno que has hecho hoy. Eres tú y sólo tú el artífice de tu mejoría. Mi más sincera enhorabuena. Un abrazo.

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  6. Gracias, Manuel.
    Había algo que decía siempre Luis Aragonés... Decía que el fútbol es jugar ya jugar y jugar y jugar... y jugar y jugar...
    ¡Pues cada vez me doy más cuenta de que esto es lo mismo. Esto es entrenar y entrenar y entrenar... y entrenar y entrenar...

    Gracias, Manuel. Siempre pendiente.
    Un abrazo.

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  7. Para "Locomotora", no gastes todo el carbón, que el trayecto es largo.
    Yo no se que pensar, si será la remolacha, la luna, o que vas por vía ancha a buen ritmo.
    Por si acaso, sigue con la remolacha, la siguiente luna llena la tienes el 3/10/09, pero no olvides el destino de tu trayecto. Abra tiempo para transbordos, cambios de vía, y mucho más.

    P.D: Aunque por dentro me alegra leer lo que pones, me veo en la obligación de pegarte un pequñin tiron de orejas.

    Un abrazote, "Locomotora"

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  8. Hola...!! Pasaba por aquí y me ha encantado descubrir tu vena poética-depotiva,, Si señor...!! Lo más importante es, sin duda, experimentar interiormente sensaciones como estas que tu describes y que se hace difícil expresar con palabras... Los corredores sabemos que hay momentos (los mejores) en que más que correr nos deslizamos pòr el aire....
    Let's run...!!

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  9. Entrenaor... esta vez creo que no merezco ese tirón de orejas porque no me estoy excediendo en nada.
    Sigo las pautas del 10%. No hago series ni nada que no sea rodar a ritmo aeróbico.

    Ya lo he dicho antes, Miguel. Aunque voy aumentando minutos al recorrido, lo sigo haciendo de forma aeróbica. Sólo me permito una alegría en el último kilómetro. Que me salga mejor o peor dependerá de cómo me encuentre en el momento de echar a trotar.

    Te escucho.
    Un abrazo.

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  10. Ya lo se que no lo mereces, pero prefiero decirtelo ahora que más tarde. Que te conozco "Locomotora".
    Venga te perdono.

    Un abrazo

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  11. eres el Shakespeare del asfalto no? mira que si te hubiera salido asi la carrera. En fin, sigue escribiendo poemas Pepe y bañalos con jugo de remolacha y no hagas como yo que lo baño en jugo de cebada.

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  12. La fuerza de la Luna, y de tu cuerpo krak. Me alegro de tus pedazo de sensaciones amigo

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  13. Pero qué crónica tan linda Pepe! Te aseguro que al leerla transmites ese entusiasmo, casi como si los demás hubiéramos podido también estar allí sintiendo lo mismo! Enhorabuena! Esta semana pruebo el zumito de remolacha palabra, que como me vaya la mitad de bien que a ti ya me conformaba!

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  14. Espero seguir transmitiéndolo por mucho tiempo, Celina.

    Siempre es bueno celebrarlas, Emilio. Para cuando no hayan.

    No sé yo si seguir ese consejo, Juan Luis. El zumo de cebada es insustituible e irrenunciable. Todos lo sabemos.

    Abrazos para los tres.

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